Mantendré segura a Zelda... así me cueste la vida.
Revali, o más bien, la posesión de él, se encuentra volando en las alturas. Me sorprende tanto ver que el vendaval no le mueve ni una sola pluma, como si su cuerpo fuera la montaña más formidable. Será difícil vencerlo... si es que lo logro.
A pesar de que no puedo ver sus ojos, sé que me mira con desprecio, igual que la primera vez que hablamos "civilizadamente", después de nuestro primer encuentro.
*.*.*.*.*
Ayer Revali aceptó unirse a nuestra causa, después que la princesa le explicó los motivos de nuestro periplo. Como es tan egocéntrico, dice ser el único e indicado para derrotar a Ganon, incluso antes de su despertar.
Está loco...
La princesa Zelda, Impa y Prunia han ido a explorar los terrenos cercanos al poblado Orni. Como siempre, su Alteza real prefiere más la compañía de otros que la mía... y eso me duele mucho.
Llevo más de un año intentando acercarme a ella, pero me trata con tanta indiferencia que no lo resisto, y por dignidad me alejo, además que debo mantener mi sitio de caballero. Cómo deseo regresar el tiempo y volver a ser el niño con el que siempre ella quería pasar, con el que jugaba y comía dulces en la plaza.
- ¿Qué haces aquí? – preguntó una voz insoportable. – ¿Por qué no te fuiste con las mujeres?
Revali me ha hablado, y ante eso no sé cómo responder, pues de entrada me di cuenta de que no le caí nada bien. Literalmente, intentó matarme, y de no haber sido por Zelda, no la estaría contando.
- Te estoy vigilando. – respondí seco, volteándome para mirarlo.
- ¿Perdón? – preguntó el Orni, sorprendido.
- Quisiste matarme, eres un maleante, así que te tengo vigilado. – dije en tono amenazante. – Tengo que mantenerte alejado de la princesa.
- ¡Ja! ¡Pobre imbécil! – se burló el campeón. – Más bien el maleante eres tú, pues por algo la princesa impidió que la acompañes. ¿Están peleados?
- Eso a ti qué te importa...
Me doy la vuelta para ya no prestar atención al Orni. Sin embargo, eso no impide que siga molestando.
- El objetivo principal de esta misión es encontrar al elegido por la espada. – comentó Revali. – Pero eso, ahora que me han encontrado, ya no es necesario.
- ¿Qué? – pregunté irónico, soltando una carcajada. – La Espada Maestra es la única que puede acabar con Ganon con su golpe final, y solo su elegido la puede manejar. Los Campeones son necesarios para pilotar las bestias divinas que van a debilitar al enemigo.
- Lo sé, pero posiblemente ese elegido no aparezca.
- ¡Sí, va a aparecer! – afirmé seguro. – Su presencia es necesaria para poder acabar con todo este problema.
- ¿Y si es tan importante por qué no está aquí? – preguntó el Orni. – Además... Ahora, que lo pienso, tú no deberías estar en esta misión. Los Campeones somos infaltables, ¿pero tú? Solo eres el peón de la princesa. ¿O te imaginas que eres el elegido? Ni en tus sueños.
- Idiota...
Me retiro del lugar, dejando a Revali de lado. No lo demuestro, pero sus palabras me afectan, pues tiene razón... No soy más que un peón al que rechaza la princesa.
Espero que el elegido sí valga la pena... no como yo.
*.*.*.*.*
- ¿Qué estás esperando, Link? – preguntó Revali. – ¿Piensas derrotarme siendo el niñero de tu princesa? Deberías declararte vencido para no perder tanto tiempo.
ESTÁS LEYENDO
Recuerdos de cristal
FanfictionUna vez despierto de su letargo, Link ansía descubrir el origen de la voz que le otorgó su olvidada identidad, haciendo caso omiso a todas las advertencias. Sin recuerdos y estrategias decide adentrarse al castillo, dispuesto a salvar a la luz que l...