Capítulo 165: El casoplón de Kane

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Masaru abrió la puerta y miró con sorpresa a Kane, quien le sonrió. El crítico literario le dejó pasar y Kane vio a Riku al final de la escalera con su pequeña en brazos.

- Vaya, vaya...

- Riku, ¿podemos hablar?

- ¿Ahora sí que quieres hablar?- dijo Riku con cierto mosqueo y Kane suspiró.

- Tienes que entenderme, no quiero que mi niño trabaje. Ya está demasiado distraído con sus estudios.

- Entiéndeme tú a mí. Llevas un mes sin dirigirme la palabra y ni me has dado la oportunidad de explicarme. Creía que era una rabieta de las tuyas y que se te pasaría a los dos días pero no. Un mes- dijo Riku-. Ahora el enfadado soy yo.

- Me voy a dar una vuelta con Maemi y os dejo que lo habléis- dijo Masaru y subió la escalera para que Riku le entregara a la pequeña.

- Anda, Riku, arreglemos las cosas. Que he venido a invitarte a mi nuevo chalet- dijo Kane y su amigo relajó el gesto mientras Masaru se dirigía a la entrada para colocar a su hija en el cochecito.

- ¿Te has comprado un chalet, golfo?- preguntó con una pequeña sonrisa y Kane asintió-. Bueno, vale, hablemos.

- Te he echado de menos- dijo el juez mientras el menor bajaba por la escalera y se dirigía a la cocina con una sonrisa.

- Se nos ha acabado el café, así que si quieres vas al super.

- ¿Tienes cerveza?- preguntó Kane y Riku sonrió.

- ¡Me marcho!- dijo Masaru desde la entrada.

- ¡Adiós!

- Ten, yo aún estoy dando el pecho- dijo abriendo la nevera y tendiéndole un botellín.

- Gracias.

- Kane, no he contratado a tu hijo por joder ni nada- dijo Riku-. El chaval trabaja muy bien y soporta a mi cocinero, lo cual es admirable. Mira, Kane, no me dejaste explicarte esto pero tu hijo quería dejar el instituto.

- ¿Qué?- dijo Kane sorprendido.

- Dice que no le gusta estudiar, que prefiere trabajar y ganar dinero. Me costó mucho convencerle de que no dejara el instituto y que solo trabajara los fines de semana- explicó Riku-. Le tuve que decir que le pagaría el doble por hora.

- Ay, dios... ¿Cuánto es eso? Yo te pagaré la diferencia de lo que...

- Kane, eso me da igual. El dinero va y viene, no me puede importar menos pagarle más a Wa-chan- dijo Riku-. Lo que me dolió es que te enfadaras conmigo y dejaras de hablarme.

- Joder, Riku, lo siento muchísimo- dijo Kane abrazándole-. A veces soy un poco imbécil. Es que... No sé qué hacer con Wa-chan, no le gusta estudiar y veo que no tiene aspiraciones en la vida. ¿Qué va a ser de él?

- Como ya te he dicho, trabaja muy bien. No te preocupes por ese niño que vaya a donde vaya le irá bien- dijo Riku-. En el restaurante todos le adoran.

- Pero yo quiero que estudie, Riku.

- Y lo entiendo pero no todo el mundo quiere eso, ¿sabes? Yo no estudié y no me ha ido tan mal- dijo Riku.

- No te jode, te tocó la lotería.

- No me tocó tanto, Kane, pero lo supe invertir bien- dijo Riku-. Y ahora tengo tres negocios que van bien. Lo único malo es que prácticamente siempre estoy trabajando, ahora porque ya he empezado a delegar en gente pero aún así... Muchas noches voy al pub porque no me fío del gerente.

- ¿Y eso?

- No me salen las cuentas, Kane, pero es una acusación muy grave y no tengo pruebas- dijo Riku-. Así que voy al pub la mayoría de noches en vez de estar en la cama tranquilito con mi nov...

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