Capítulo 66: Amigos

530 53 292
                                    

Kane abrazó a Valentino bajo la atenta mirada de Satoru, quien fingió una sonrisa. El italiano se separó del abogado y procedió a darle un abrazo a Satoru, quien lo correspondió de manera forzada.

- ¡Es increíble que estés aquí!- exclamó Kane sin salir de su asombro.

- Lo sé. Tenía muchas ganas de verte, saber qué andas haciendo últimamente y...

- Pues últimamente está gestando a nuestro segundo hijo- dijo Satoru y Valentino sonrió.

- ¿Estás embarazado?- preguntó y Kane asintió sin borrar la sonrisa-. ¡Qué fuerte! ¡Kane embarazado!

- ¿Verdad que sí? ¡Me están saliendo tetas!

- Pues ya me dejarás tocarlas.

- ¿En qué hotel te hospedas?- preguntó Satoru rápidamente-. Nos alegramos mucho de verte pero es tarde y...

- Yo soy un espíritu libre, Satoru, no me gusta tenerlo todo atado.

- Vamos, que no tienes dónde caerte muerto...- murmuró Satoru.

- ¡Te puedes quedar aquí el tiempo que estés en Tokio!- exclamó Kane ilusionado-. A Sato-chan no le importa, ¿verdad, Sato-chan?

- Claro, será un placer tenerte con nosotros.

- ¡Muchas gracias, zorras!- Valentino se adentró con su maleta en el apartamento y se dejó caer sobre el sofá, poniendo los pies sobre la mesa de centro.

- Es de diseño y fue hecha a mano. Nos la regaló mi cuñado y vale casi lo que cobro yo en un mes, así que...

- ¿Te apetece tomar algo?- preguntó Kane interrumpiendo a su marido.

- La verdad es que tengo bastante hambre.

- Genial, Sato-chan y yo te prepararemos algo.

Los dos se metieron en la cocina y Satoru abrió la nevera. Kane se apoyó en la encimera observando atentamente a su marido.

- ¿Estás enfadado?

- Claro que no- negó Satoru.

- ¿Y a qué viene esa cara?

- Nada, cariño, estoy bien.

- ¿Es por la mesa? Tenemos una niña, en cuanto sea capaz de sujetar un rotulador nos quedaremos sin cosas bonitas. ¿Qué más da que ponga los pies sobre la mesa?

- Es una cuestión de educación, Kane.

- Vale, estás enfadado.

- No, amor, no lo estoy- negó de nuevo.

- En el momento en que te moleste que se quede con nosotros, dímelo y le echaré- dijo Kane poniéndose serio.

- No creo que eso ocurra.

- ¿No estás celoso?

- ¿Celoso yo? ¿Por qué iba a estarlo? Solo es el italiano con el que tuviste tu primera vez- dijo Satoru comenzando a prepararle la cena a Valentino-. La primera vez está muy sobrevalorada y los italianos no son tan atractivos como dicen, así que no estoy nada celoso.

- Ya.

- Además, antes era más guapo, ¿no crees? Cuando le conocimos en la discoteca parecía más... Ahora se le ve poca cosa.

- Yo creo que está bastante bien.

- ¿Tú crees? No sé yo...- murmuró Satoru y Kane le dio un beso en la mejilla.




El InternadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora