Kane abrazó a Valentino bajo la atenta mirada de Satoru, quien fingió una sonrisa. El italiano se separó del abogado y procedió a darle un abrazo a Satoru, quien lo correspondió de manera forzada.
- ¡Es increíble que estés aquí!- exclamó Kane sin salir de su asombro.
- Lo sé. Tenía muchas ganas de verte, saber qué andas haciendo últimamente y...
- Pues últimamente está gestando a nuestro segundo hijo- dijo Satoru y Valentino sonrió.
- ¿Estás embarazado?- preguntó y Kane asintió sin borrar la sonrisa-. ¡Qué fuerte! ¡Kane embarazado!
- ¿Verdad que sí? ¡Me están saliendo tetas!
- Pues ya me dejarás tocarlas.
- ¿En qué hotel te hospedas?- preguntó Satoru rápidamente-. Nos alegramos mucho de verte pero es tarde y...
- Yo soy un espíritu libre, Satoru, no me gusta tenerlo todo atado.
- Vamos, que no tienes dónde caerte muerto...- murmuró Satoru.
- ¡Te puedes quedar aquí el tiempo que estés en Tokio!- exclamó Kane ilusionado-. A Sato-chan no le importa, ¿verdad, Sato-chan?
- Claro, será un placer tenerte con nosotros.
- ¡Muchas gracias, zorras!- Valentino se adentró con su maleta en el apartamento y se dejó caer sobre el sofá, poniendo los pies sobre la mesa de centro.
- Es de diseño y fue hecha a mano. Nos la regaló mi cuñado y vale casi lo que cobro yo en un mes, así que...
- ¿Te apetece tomar algo?- preguntó Kane interrumpiendo a su marido.
- La verdad es que tengo bastante hambre.
- Genial, Sato-chan y yo te prepararemos algo.
Los dos se metieron en la cocina y Satoru abrió la nevera. Kane se apoyó en la encimera observando atentamente a su marido.
- ¿Estás enfadado?
- Claro que no- negó Satoru.
- ¿Y a qué viene esa cara?
- Nada, cariño, estoy bien.
- ¿Es por la mesa? Tenemos una niña, en cuanto sea capaz de sujetar un rotulador nos quedaremos sin cosas bonitas. ¿Qué más da que ponga los pies sobre la mesa?
- Es una cuestión de educación, Kane.
- Vale, estás enfadado.
- No, amor, no lo estoy- negó de nuevo.
- En el momento en que te moleste que se quede con nosotros, dímelo y le echaré- dijo Kane poniéndose serio.
- No creo que eso ocurra.
- ¿No estás celoso?
- ¿Celoso yo? ¿Por qué iba a estarlo? Solo es el italiano con el que tuviste tu primera vez- dijo Satoru comenzando a prepararle la cena a Valentino-. La primera vez está muy sobrevalorada y los italianos no son tan atractivos como dicen, así que no estoy nada celoso.
- Ya.
- Además, antes era más guapo, ¿no crees? Cuando le conocimos en la discoteca parecía más... Ahora se le ve poca cosa.
- Yo creo que está bastante bien.
- ¿Tú crees? No sé yo...- murmuró Satoru y Kane le dio un beso en la mejilla.
ESTÁS LEYENDO
El Internado
Fiksi PenggemarAkihiko es contratado como nuevo profesor en el internado donde da clases Hiroki. Misaki y Shinobu, quien está enamorado del profesor Miyagi, asisten a ese mismo internado. Hiroki evita a Nowaki, el hijo del conserje, por algo que pasó entre los dos...