Capítulo 187: Hércules

188 35 30
                                    

- ¿Cuándo te quitan las grapas?

- No lo sé- respondió Hiro-chan encogiéndose de hombros.

- ¿Te duele mucho?- preguntó Kotaro.

- A veces pero me alegro de estar ya en casa.

- Claro, porque aquí tienes la consola- comentó Sosuke.

- Sí, aunque en el hospital no me aburría mucho. He tenido un montón de visitas- dijo Hiro-chan-. Vino Yoriko con su padre y trajeron dos regalos, uno para mí y otro para mi mami. También vino mi amigo Yusuke con su novio. Los tíos Miyagi y Shinobu, Riku y Masaru, los abus... ¡Incluso unas chicas de último curso! Pero les dio un poco de vergüenza porque en ese momento estaba conmigo el yayo Hiroki.

- Sí, mi papá ha estado mogollón de tiempo contigo estos días.

- Pues claro, he estado malito- dijo Hiro-chan- y mi mami estaba sangrando por el culo y no me podía cuidar como yo me merezco. Y mi papi tenía que cuidar de mí, de mi mami y de los trillizos.

- Ya, si ya lo sé- dijo Sosuke.

- ¿Sangraba por el culo?- preguntó Kotaro aterrorizado.

- No tengo claro si era por el culo pero se tenía que poner una cosa, como un pañal pero no era un pañal. He aprendido un montón de cosas sobre partos estos días.

- ¡Wow!- exclamó Kotaro impresionado.

- ¿Si? ¿Como qué?- dijo Sosuke.

- Pues que a veces las mamis no tienen suficiente leche- respondió-. Yo no sabía que eso pudiera pasar pero mi mami no tiene leche para los tres.

- ¿Y qué van a comer los bebés?- preguntó Sosuke preocupado.

- El doctor de mi mami ha dicho que con el tiempo tendrá suficiente leche para los tres, que conforme vayan comiendo tendrá más leche.

- Eso no tiene sentido.

- Pues lo ha dicho un médico, Sosuke. ¿Sabes tú más que ese médico?- dijo Hiro-chan.

- Mi papi es médico y yo también voy a ser médico.

- Pero aún no lo eres, así que el médico de mi mami tiene razón y tú no.

- Tienes suerte de que te acaben de operar o te las verías con mi furia- le dijo Sosuke.

- No me das miedo, Sosuke.

- No discutáis, por favor, o nos reñirán.

- No estamos discutiendo, estamos... ¿cómo era eso que decía el yayo Hiroki?

- Estamos discrepando de forma civilizada pero con ligeros arranques violentos- dijo Sosuke.

- ¡Eso!- sonrió Hiro-chan.

- Niños, dejad a Hiro-chan descansar, ya es tarde- dijo Misaki entrando en el dormitorio de su nieto-. Mañana podréis volver a visitarle.

- Adiós, Hiro-chan. Vendremos mañana después del cole- dijo Sosuke.

- Adiós, Hiro-chan. Hasta mañana.

- Adiós, chicos.

Misaki acompañó a los pequeños hasta la entrada, donde tenían las bicicletas.

- Avisadme cuando lleguéis a casa, ¿vale?

- Vale, tío Misaki.

Se subieron a sus bicis y pusieron rumbo a su edificio, el cual estaba a menos de diez minutos de allí.

- Niños, ¿queréis un perrito?- preguntó un hombre y los dos niños pararon en seco.

- Sosuke, nos va a secuestrar- susurró Kotaro asustado.

El InternadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora