Capítulo 119: La vuelta al cole

476 47 155
                                    

Naoki arropó a Misa-chan con cariño, quien se encontraba metido en la cama y abrazando a su peluche. Miró la hora y vio que ya era bastante tarde pero su hijo parecía no querer irse a dormir.

- ¿No estás emocionado porque mañana irás a la guarde?- preguntó Naoki y su hijo negó lentamente-. Pero si te lo vas a pasar bien, es tu último curso en la guarde y debes aprovecharlo jugando un montón.

- Ya, mami, pero es que te voy a echar mucho de menos- dijo con gesto triste-. Ya no te voy a ver casi.

- Cielo, voy a intentar que me cambien al turno de mañana pero de momento tengo las clases por la tarde- suspiró Naoki-. Aunque llegue a casa para la hora de cenar, te prometo que pasaremos tiempo juntos.

- Pero será muy poco...

- ¿Sabes qué, Misa-chan?

- ¿Qué?

- El abu me ha dicho que Choco estaba un poco triste porque hoy no te ha visto.

- ¿De verdad? ¿Me ha echado de menos?- preguntó el pequeño y Naoki asintió.

- ¿Quieres que lo baje un rato?

- ¿Puede dormir conmigo hoy?- preguntó Misa-chan-. Y Chuches también.

- Déjale un gato a tu abu o le dará algo- rio Naoki-. Ahora bajo a Choco, ¿vale, cariño?

- Vale, mami.

- ¿Ya estás más animado?- preguntó Naoki apartándole un mechón plateado de la carita.

- Sí, mami, pero tienes que jugar conmigo cuando vuelvas de clase.

- Eso por supuesto.

Naoki salió del dormitorio de su hijo y se dirigió al apartamento de arriba. Entró sin llamar y le sonrió a Misaki, quien veía la tele.

- ¿Y Choco?

- No lo sé, supongo que con tu padre- respondió Misaki-. Papá está ya acostado.

- Pues me tengo que llevar a Choco o Misa-chan me dará la noche- dijo Naoki y subió al piso de arriba, donde estaba el dormitorio de sus padres. Llamó a la puerta.

- Natsu, a la cama que Papá Noel lo ve todo- dijo su padre con voz cansada y Naoki entró en el dormitorio. Suspiró al ver al escritor abrazado a Choco y con Chuches encima de él-. ¿Qué haces aquí? ¿Has roto con Haruki o algo?

- Claro que no, papá- negó cogiendo a Choco, quien apoyó su cabeza en el hombro del universitario.

- ¿Qué haces? Ese gato es mío.

- Misa-chan está triste y necesito a Choco antes de que se eche a llorar. Además, yo me encontré a Choco.

- ¿Qué le pasa a mi Misakito? Ahora mismo bajaré y...

- Nada, no le pasa nada- dijo Naoki-. Tú duerme.

- ¿Cómo voy a dormir sabiendo que mi nieto está sufriendo?

- No es nada, solo está triste porque les he explicado que este curso tengo muy mal horario y no vendré a casa hasta la noche.

- ¿Por qué no sobornas a alguien para que te cambien al turno de mañana?

- Las cosas no funcionan así, papá. Buenas noches.

- Solo digo que tú deberías tener preferencia a la hora de elegir el horario, tú tienes hijos.

- Ya, papá, pero eso va por nota.

- Pues saca mejores notas.

- ¡Lo haría pero tengo tres hijos y me quitan mucho tiempo de estudio!- exclamó Naoki.

El InternadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora