Capítulo 116: La playa - Parte I

381 47 205
                                    

Natsu cerró los ojos mientras su padre le enjabonaba la cabeza. La niña estaba relajada y disfrutando el contacto cuando su padre, al verla tan tranquilita, no pudo resistirse.

- ¡Una piraña!

- ¡AAAAAAAH!- gritó la pequeña poniéndose rápidamente en pie en la bañera mientras su padre reía. Natsu observó reír a Akihiko y comenzó a salpicarle con el agua mientras ella también se echaba a reír.

- Me estás mojando, Natsu.

- Has empezado tú, papá- rio la niña y Misaki entró en el baño.

- ¿Se puede saber qué hacéis? No podéis dar gritos de esa forma.

- Papá me ha dicho que hay una piraña...

- Usagi-san, no hagáis el tonto o no la bañarás más.

- A mí me gusta que me bañe papá- dijo la niña y se le metió jabón en un ojo-. ¡AAAAH! ¡AGUA, AGUA!

- Ya está, cariño- dijo el escritor mientras le lavaba la cara.

- Gracias, papá. Mami, me tengo que llevar mis muñecas a Osaka.

- Ya lo sé, cariño, no te preocupes que no me olvidaré de tus muñecas- le sonrió Misaki-. Por cierto, Usagi-san, ¿te has probado los bañadores?

- No hace falta- dijo Akihiko-. Si me venían el año pasado también me vienen este.

- No sé yo, has echado un poco de barriguita- murmuró Misaki pensativo y su marido le miró horrorizado.

- ¿Qué? ¿Estoy gordo y no me lo habías dicho?

- ¡Usagi-san, no digas tonterías! Es normal con la edad echar un poquito de barriguita. Estás estupéndamente pero me preocupa que te aprieten los bañadores y no vayas cómodo.

- Natsu, ¿crees que papá está gordo?

- No.

- Usagi-san, no te obsesiones, por favor. Estás perfecto- dijo Misaki-. La cena ya casi está, daos prisa.

- Qué desgracia, Natsu, no entiendo cómo ha podido pasar...- murmuró Akihiko preocupado y su hija le miró confundida.

- ¿Qué pasa, papá?

- Tengo barriga.

- ¡Yo también!- exclamó y se señaló el ombligo-. Espera, ¿hay gente que no tiene barriga? ¿Entonces dónde guardan la caca?

- Me refiero a que está más gordita que antes- dijo Akihiko con seriedad y su hija abrió los ojos como platos.

- ¡Seguro que te está creciendo un bebé!- dijo la pequeña y el escritor rompió a reír.

- Lo dudo mucho. Lo que tengo que hacer es ponerme en forma pero yo nunca he hecho ejercicio y no sé por dónde empezar

- Haru está súper fuerte porque va al gimnasio- comentó la niña mientras su padre la terminaba de bañar.

- Es cierto, desde que se preparó para bombero que entrena duro- asintió pensativo-. Le diré que me lleve al gimnasio y haré lo que él hace.

- Así te pondrás muy muy fuerte- dijo Natsu-. Más fuerte que Thor.

- Probablemente así sea.





Sosuke corrió hacia Nowaki, quien lo alzó y comenzó a darle besos por toda la cara, haciendo reír a su hijo.

- ¡Papi, te he echado muchísimo de menos!

- Yo sí que te he echado de menos, mi niño- sonrió el médico.

El InternadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora