Capítulo 125: Suki

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Haruki y Naoki habían vuelto con sus hijos al piso donde vivían, aunque seguían pensando en mudarse. Hiroki y Nowaki también habían vuelto a su casa, pues el baño había sido arreglado. Fue el jueves por la tarde cuando Reiko y Tadao volvieron del viaje que les había regalado Akihiko.

- ¡La cosita más bonita, preciosa y maravillosa del universo!- exclamó Reiko besando a Sosuke, quien se removió intentando liberarse del agarre de su abuela-. ¡Mi niño precioso!

- ¡Ay, abu, me asfixias!

- Mamá, anda, déjale y dame el imán.

- ¡Hiro-san!

- Reiko, cariño, déjame un poco al nene que quiero darle un beso- dijo Tadao y su pareja soltó a Sosuke, quien fue a besar a su abuelo.

- ¿Qué tal el viaje?- preguntó Nowaki-. ¿Os ha gustado Corea?

- Nos ha encantado, nos lo hemos pasado muy bien- respondió Reiko-. Ya os enseñaremos las fotos.

-¿Y vosotros qué tal por aquí?- preguntó Tadao.

- Ya sé cómo se hacen los bebés, abu- dijo Sosuke orgulloso.

- Claro, cariño, los trae una cigüeña- sonrió Reiko.

- ¡La abu no sabe qué es hacer el amor!- rio Sosuke y Hiroki resopló intentando no reír.

- Hemos decidido darles la charla- se limitó a decir Nowaki-, lo saben todos menos Natsu.

- Natsu no se puede enterar porque es muy sensible- dijo Sosuke mientras su abuela le acariciaba la cabecita.

- Nos alegramos mucho de veros pero tenemos ganas de llegar a casa- dijo Reiko-. Ya os damos los regalitos mañana.

- Vale, mamá.

- Venga, Bobby, vamos a casa- dijo Reiko y el perro comenzó a mover la cola.

- ¿Se va Bobby?- preguntó Sosuke con tristeza.

- Cariño, Bobby es de los abus y ya sabías que iba a ser solo para una semana- le dijo Hiroki poniéndose en cuclillas para estar a su altura-. El sábado iremos a casa de los abus a jugar con Bobby, ¿vale?

- ¡No!- exclamó rompiendo a llorar-. ¡Yo quiero a Bobby!

- Ay, pobrecito...- murmuró Reiko apenada-. Sosuke, puedes venir a vivir con nosotros.

- ¡Mamá!

- No, abu, yo quiero que Bobby se quede aquí conmigo y mis papás- lloró Sosuke mientras el profesor le abrazaba.

- Sosuke, Bobby es más feliz en casa de los abus- le dijo Nowaki-. Iremos a verle siempre que quieras.

- No es justo... Quiero a Bobby...

- Ya lo sé, cielo, pero no puede ser. Tienes que entenderlo- le dijo Hiroki sin romper el abrazo.

- Venga, no llores o Bobby se irá triste- le dijo Tadao.

- Pues que no se vaya.

- Sosuke, este piso no es sitio para un perro y mucho menos uno tan grande como Bobby- le dijo Hiroki-. Bobby es feliz corriendo y enterrando cosas en el jardín de los abus.

- Papá, llevaos ya a Bobby o no dejará de llorar- pidió Nowaki y su padre asintió.

- Tadao, espera- dijo Hiroki queriendo preguntarle por lo que dijo la madre biológica de Nowaki, pero finalmente se arrepintió-. Nada, da igual. Que descanséis.

- Gracias, Hiroki.

Sosuke continuó llorando hasta que se durmió, negándose incluso a cenar. Hiroki se tuvo que armar de paciencia para hacer frente a aquella situación y consiguió que su hijo comiera un poco. El pequeño ya se encontraba dormido cuando Nowaki y Hiroki se metieron en la cama.

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