Capítulo 82: Choco

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Nochebuena estaba a la vuelta de la esquina y, como todos los años, Misaki sería el anfitrión. Le gustaba cada año preparar algo nuevo, por lo que días antes probaba a hacer diferentes platos. Se encontraba en ello cuando se dio cuenta de que no le quedaba harina.

- Mecachis- murmuró Misaki-. ¡Nao-chan!

- ¿QUÉ?

- ¡Ven!- gritó Misaki y el niño salió de su habitación.

- ¿Qué pasa?

- Anda, baja a comprar harina- le pidió Misaki mientras le daba dinero.

- ¿Yo?

- Sí, claro.

- ¿Yo solito?

- Nao-chan, la tienda está a cincuenta metros, estarás bien.

- ¿Papá lo sabe?

- Papá está en la editorial- dijo Misaki-. Venga, baja de una vez que se me va a hacer muy tarde.

Naoki bajó a la calle sintiéndose muy mayor, ya podía ir solo a comprar. Entró en el supermercado sonriendo y fue directo al estante con la harina. Vio el precio y contó el dinero que le había dado su madre.

- Me da para comprar chuches- murmuró Naoki muy feliz.

Una vez pagada la harina y sus chuches, Naoki salió del supermercado y puso rumbo a su casa, pues su madre le había pedido que se diera prisa. Se encontraba ya cerca del edificio cuando algo llamó su atención. Una especie de maullidos procedían de un cubo de basura. Naoki lo abrió y se asomó, descubriendo a un pequeño gatito negro.

- ¡Un gatito bebé!- exclamó Naoki soltando la bolsa con la harina para poder sacar al gato de allí. El pequeño maulló mientras frotaba su cabecita contra el pecho de Naoki-. Qué bonito eres, te vienes conmigo a casa pero en silencio, mis padres no se pueden enterar.

Escondió al gato en su chaqueta y se metió en su edificio. Entró en casa y dejó la bolsa con la harina sobre la mesa de la entrada y corrió hacia su dormitorio.

- ¿Nao-chan?

- ¡Tienes la harina en la entrada!

- ¿Y las vueltas?

- ¡Me he comprado chuches!- dijo Naoki y cerró la puerta de su habitación.

- De verdad, este niño...- murmuró Misaki.

- Ya puedes salir, gatito- dijo Naoki dejándolo sobre su cama. El animalito comenzó a jugar con la mano del niño, haciendo que este riera-. Aunque nos acabamos de conocer ya te quiero mucho. ¿Tienes hambre? ¿Qué coméis los gatitos? ¿Leche? No te muevas, gatito, voy a por un poco de leche.

Naoki salió de su dormitorio y bajó a la cocina, donde estaba su madre cocinando.

- No te atiborres a chuches.

- Vale, mami. Voy a tomar un poco de leche...

- Vamos a cenar en un rato, Nao-chan.

- Pero me apetece leche- dijo el pequeño vertiendo el liquido en un bol. El niño procedió a irse a su dormitorio cuando su madre habló.

- Nada de comida en la habitación, ya sabes las normas- dijo Misaki-. Luego lo dejas todo perdido.

- No es comida, es bebida.

- Vale, como manches algo lo limpiarás tú.

- Vale, mami.


Haruki jugaba con su prima cuando sonó el teléfono y supo que se trataba de su amigo. Se levantó corriendo y fue a su dormitorio.

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