Capítulo 51: Sakura

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Miyagi frunció el ceño al ver a Shinobu merendado en una cafetería junto a Kane. El profesor entró en el local y se acercó a ellos con gesto serio. Shinobu, al ver al mayor, suspiró.

- ¿Qué, Shinobu-chin? ¿La clase de yoga bien?- Dijo el profesor.

- Sí, Miyagi, estamos haciendo el saludo a la caracola de chocolate.- Dijo Kane y Shinobu le dio un codazo.- ¿Qué? Era por quitar un poco de tensión...

- Miyagi, a mí lo del yoga no me convence y, además, solo hacen que hablar de bebés y partos acuáticos.- Se quejó Shinobu.- Yo no me siento integrado con esas mujeres.

- Las preñadas le hacen bullying.- Asintió Kane.

- Fuiste tú quien quiso apuntarse a esas clases.- Le dijo Miyagi.- Ya he pagado el mes.

- ¿El mes entero? Qué irresponsable por tu parte.- Dijo Shinobu.- Estoy de ocho meses, igual ni acabo el mes embarazado...

- Si no querías ir habérmelo dicho, pero no me mientas, Shinobu-chin.

- Lo siento, es que estabas tan contento de que saliera de casa...- Dijo Shinobu y Miyagi suspiró acariciándole el pelo.- ¿Te quedas a merendar con nosotros?

- Claro, ¿de qué hablabais?- Preguntó el mayor tomando asiento.

- De que mañana me mudo.- Dijo Kane.

- Y de que Satoru le está haciendo la mudanza.

- A ver, Shinobu, yo soy incapaz. Tengo muchos recuerdos en ese piso, como haga las maletas me derrumbo.- Dijo Kane.

- Hiroki debe de estar también destrozado.- Comentó Miyagi sonriendo.

- Está muy afectado, ha comprado champán para poder ahogar sus penas cuando me vaya.- Dijo Kane.

- ¿Y qué tal con tu suegra?- Preguntó Shinobu.- Satoru me dijo que habíais tenido algún que otro problemilla.

- Adoro a la madre de Sato-chan, siempre se ha portado muy bien conmigo pero es una mandona, quiere estar en todo y, sinceramente, si alguien tiene que mandar sobre Sato-chan voy a ser yo, no ella.

- Bueno, es su único hijo.- Dijo Miyagi.

- Y mi único novio. Ha querido tomar decisiones sobre la reforma y yo, de manera diplomática, le dejé claro que ella no pintaba nada.- Dijo Kane.- Creo que ahora me odia.

- Ya se le pasará.- Dijo Shinobu.

- Además, no le hizo mucha gracia lo de la habitación de Haru-chan.

- ¿Por qué?- Quiso saber el rubio.

- Dice que esa habitación debería de ser para su nieto.- Dijo Kane.- Y yo, solo por joder, le dije que no quería tener hijos. Estuvo dos semanas sin dirigirme la palabra.

- ¿Y Satoru qué dice?- Preguntó Miyagi.

- Que no quiere saber nada de nuestras historias, dice que es imparcial como Suiza pero en verdad lo que pasa es que no tiene huevos.

- No seas cabrito, intenta llevarte bien con tu suegra.

- Ni caso, que Miyagi es un pelota con la familia política.- Dijo Shinobu.- Tú tienes que dejarle bien claro a tu suegra que quien manda eres tú.

- Shinobu-chin, no pinches...


Misaki sonrió al ver que Haruki entraba en la cocina y le hacía un gesto para que no dijera nada. El mayor le señaló la despensa y el niño se escondió allí. Misaki continuó cocinando y un par de minutos después entró Akihiko, quien le dio una palmada en el culo.

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