Capítulo 183: La reserva

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Hiroki se encontraba enfadado y Nowaki también, pero el médico sabía disimularlo mejor. Se puso a leer un libro pero no consiguió concentrarse, estaba de muy mal humor. Su nieto salió del dormitorio de su hijo y fue directo a la cocina. Hiro-chan cogió una taza y se sirvió leche en ella.

- ¿Te has quedado con hambre? ¿Te preparo algo?- le preguntó Hiroki, ya que habían cenado las sobras de la fiesta y no habían cocinado.

- No, yayo, gracias- sonrió el niño y cogió dos magdalenas-. Solo me apetece leche.

- Muy bien, cielo- dijo Hiroki mientras el pequeño dejaba la taza sobre la mesita y se sentaba a su lado.

- ¿Qué lees, yayo?

- En verdad nada, no estoy muy centrado hoy.

- Ha sido un día largo- comentó Nowaki-. ¿Te lo has pasado bien en la fiesta, Hiro-chan?

- Mucho- sonrió el niño y Sosuke salió de su dormitorio.

- Ha sido muy chulo lo del castillo hinchable- comentó Sosuke-, podría haber uno siempre en el jardín de los abus.

- Sí, claro- rio Hiroki y alguien entró en la vivienda.

- Papi, no puedes venir a por mí hasta mañana- dijo Hiro-chan con el ceño fruncido mientras mojaba la magdalena en la leche*.

- No, campeón, es que me apetece hoy dormir aquí- dijo Haruki acariciándole la cabeza con cariño-. Bueno, si a los yayos no les importa.

- Haruki, por favor, esta es tu casa- le dijo Hiroki.

- Nii-chan, ¿juegas con nosotros al Mariokart?

- Estoy un poco cansado, Sosuke- dijo y al ver la cara de su hermano sonrió-. Venga, pero solo un torneo, ¿vale?

- ¡Bien!

- Espera a que me acabe la leche- dijo Hiro-chan.

- Voy a ir preparándolo- sonrió Sosuke entusiasmado.

- Hoy va a estar difícil acostarlos- murmuró Nowaki.

- Yo me encargo, Nowaki- dijo Hiroki.

- ¡Me pido Yoshi!

- ¡No, Yoshi soy yo!- gritó Sosuke.

- Si vais a discutir por eso, no jugamos- dijo Haruki sin alzar la voz.

- ¿Tú a quién te vas a elegir, nii-chan?- preguntó Sosuke.

- Mi papi siempre elige a Luigi y mi mami a Mario- dijo Hiro-chan llevando la taza a la cocina.

- Pero si quieres, tú puedes ser Luigi- le dijo a su hermano y Sosuke negó.

- No, da igual, elegiré otro.

- O empezáis a jugar ya o se os va a hacer tarde- dijo Hiroki- y nada de insultaros cuando os lancéis caparazones, que os conozco.

- Vamos a jugar sin enfadarnos, yayo.

Tras aquella partida, los niños se fueron a dormir a la habitación de Sosuke, dejando a los adultos solos.

- Has discutido con Nao-chan, ¿verdad?- dijo Hiroki en voz baja y su hijo asintió lentamente.

- ¿Vosotros no estáis enfadados?

- Contigo no- negó Hiroki.

- Yo le pedí al tío que no dijera nada, papá.

- Me da igual, cielo, nos lo debería haber dicho- dijo Hiroki.

- Haru-chan, el no saber si estabais bien nos hacía sufrir mucho- dijo Nowaki-, tenemos derecho a estar enfadados.

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