Capítulo 113: Fin de año

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Misaki pasó la mañana haciendo papeleo en su despacho y cuando terminó, salió a ver cómo iban los pequeños con sus educadores. La primera habitación a la que se asomó fue en la que estaban su hija, su nieta y sus dos sobrinos. Sonrió al ver a su hija agitando una maraca con las dos manos. Se dirigió a la siguiente estancia, en la cual se encontraban los gemelos con otros dos niños.

- Hiro-chan, tienes que pintar también el papel, no solo tu cara- escuchó que decía la educadora y Misaki posó la vista en su nieto. Los pequeños estaban pintando con pintura de dedos y Hiro-chan había preferido pintarse la cara y el pelo a hacerlo en la hoja-. Es un dibujo para tus papás, tienes que pintar aquí, cielo.

- Nene pinta- dijo Hiro-chan volviendo a meter los dedos en la pintura azul para luego llevarse la mano al pelo.

- Hiro- señaló Misa-chan el pelo de su hermano y se echó a reír metiendo su manita en la pintura morada y llevándosela a su propio pelo.

- ¡Misa!- exclamó Hiro-chan divertido al ver el pelo de su hermano y fue a tocarlo pero Misa-chan no le dejó.

- ¡Yo!- dijo Misa-chan volviendo a meter la mano en la pintura morada. Hiro-chan cogió la manita de su hermano y se la llevó a su pelo sin dejar de reír. Misa-chan movió la mano por todo el pelo de su hermano, quien aprovechó para hacer lo mismo con el cabello de su gemelo.

- Cochinotes, tenéis que pintar en el folio- dijo Misaki sin poder evitar sonreír-. ¿Qué dirá papi cuando venga a recogeros y os vea así?

- Papi alto- dijo Misa-chan y Misaki rio.

- Sí, papi es muy alto- asintió y escuchó la puerta de la entrada. Misaki fue a ver de qué padre se trataba.

- Hola, tío- sonrió Haruki.

- Hola, Misaki- saludó Hiroki.

- Hola, ¿qué tal?

- He acabado de corregir hoy pronto y he venido a por los nenes- dijo Hiroki-, así pasaré por el hospital a recoger a Nowaki.

- ¿No tiene guardia esta noche?

- No, se la han cambiado al final- respondió Hiroki-, pero sigue teniendo libre Nochevieja.

- Perfecto, tu madre está emocionada con la celebración de Nochevieja- comentó Misaki-, me ha pedido que vaya antes a ayudarla con la comida.

- Qué pesada es, ya le he dicho que no cocine, que encargue cualquier cosa y ya está- suspiró Hiroki.

- Pero no es lo mismo, papá- sonrió Haruki-. Tío, ¿qué tal se han portado hoy?

- Bien, son muy buenos.

- Genial, he quedado ahora con Nao y vamos a ir a pasear con los niños.

- ¿Pero no estaba estudiando?- frunció el ceño Misaki.

- Sí, ha estado toda la mañana estudiando con el tío Akihiko y para no molestar yo me he ido a comer con mi padre- respondió Haruki y Hiroki le agarró del brazo sonriendo.

- Sí, mi grandullón hoy ha venido a hacerme compañía.

- Pues... Igual quieres darles un baño a los gemelos antes del paseo- dijo Misaki y se le escapó una pequeña risa. Haruki sonrió extrañado y se asomó a ver a sus hijos.

- ¡PAPI!- exclamó Misa-chan feliz, pues sabía que había llegado la hora de ir a casa. Haruki miró sorprendido a sus hijos, quienes llevaban la cara y el pelo pintados.

- Hoy os lo habéis pasado genial, ¿eh?- rio Haruki.

- Madre mía, parecéis dos pitufos- rio Hiroki al verlos. Hiro-chan fue hasta él corriendo y le abrazó.

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