Hacía tiempo que no vivían un verano tan caluroso como el de aquel año. Los gritos de Naoki y Haruki mientras jugaban hacían sonreír a su abuelo, quien se encontraba más animado gracias a la presencia de sus nietos.
- Kamijou-san, le toca- dijo Nowaki llamando la atención de su suegro.
- Ah, cierto- el hombre miró sus cartas para rápidamente desviar la vista a la piscina, donde jugaban los niños-. Paso.
- ¿Pasas? Papá, ¿estás jugando bien? Es imposible que pases...- dijo Hiroki frunciendo el ceño.
- Hiro-chan, llevo jugando a este juego desde antes de que tú nacieras.
- Yo también paso- dijo Akihiko y Hiroki soltó un gruñido.
- ¿Quién demonios tiene el cinco de bastos?- dijo el profesor exasperado.
- Anda, Hiro-san, si lo tenía yo...- comentó Nowaki riendo suavemente.
- ¡Tómate esto en serio!- le gritó Hiroki.
- No te alteres, Hiro-san, ya pongo el cinco.
- Por el culo te la hinco- dijo Akihiko y los niños, al oírle, rieron.
- Qué maduro, Bakahiko- comentó Hiroki.
- Niños, no empecéis.
- Bakahiko es quien empieza siempre, papá.
- Venga, sed buenos- dijo el hombre mientras sus nietos reían y se cuchicheaban cosas.
- Papá, ¿puede Nao-chan dormir en casa?- preguntó Haruki.
- Claro- dijo Hiroki sin alzar la vista de sus cartas.
- ¡Papá!- llamó Naoki-. ¿Puedo...
- Sí que puedes- respondió Akihiko-. Por mí como si te quedas lo que queda de verano con tus tíos.
- ¿DE VERDAD?- preguntaron los niños emocionados.
- Ni hablar, con Kane y su descendencia ya tengo bastante- dijo Hiroki-. Akihiko, tira ya el seis de copas.
- Calla ya, no puedes ir ordenando a la gente las cartas que tienen que sacar- le dijo el escritor.
- ¡Es que no sacáis las que me convienen!
- Hiro-chan, si no sabes perder no juegues.
Después de un par de partidas más, se despidieron del abuelo y fueron a casa. Hiroki resopló al entrar en su vivienda y encontrarse con Kane en el sofá dándole el pecho a Wa-chan, mientras Hanako jugaba en el suelo con unos bloques.
- ¿Qué demonios haces aquí?- le dijo Hiroki.
- En mi casa hace demasiado calor- respondió el abogado.
- ¿Y por qué no enciendes el aire acondicionado?
- Porque luego me llega la factura.
- ¡Serás gorrón!- gritó Hiroki.
- Hiro-san, mira el lado bueno, ya tenemos la casa fresquita- sonrió Nowaki.
- De nada- dijo Kane.
- Imbécil...
- ¡Hiro-san!- exclamó Nowaki mientras se sentaba en el suelo para jugar con su sobrina.
- Voy a preparar la cena.
- Ay, sí, ¿qué hay para cenar?- quiso saber Kane.
- ¡Vete a tu casa!
- Hiroki, me faltas tanto al respeto que ya ni me ofendo- dijo Kane y observó que Naoki le estaba susurrando algo a Haruki para, seguidamente, reír ambos-. ¿Qué tramáis?
ESTÁS LEYENDO
El Internado
FanfictionAkihiko es contratado como nuevo profesor en el internado donde da clases Hiroki. Misaki y Shinobu, quien está enamorado del profesor Miyagi, asisten a ese mismo internado. Hiroki evita a Nowaki, el hijo del conserje, por algo que pasó entre los dos...