*Narra Lucía
3 de marzo 2014
12:47 pmMe siento tan..... Ni siquiera tengo palabras para describir lo emocionada que estoy. Todavía recuerdo la vez que cargué a Max. Sinceramente lo sentí mío desde ese momento. Ahora que viene a casa, no me lo creo.
- Mamá, mira...- me balbuceo Stephanie mostrándome algo de su juguete.
-Oh, ya lo vi, es muy lindo Steph.- dije acariciando su pelo.
Estaba esperando que María me llamara para poder pasar a buscar a Max. Ya todo estaba listo. Papeles, custodia, todo lo necesario.
Encendí la tele y Aarón comenzó a llorar. Cuando subí, Damián estaba pegado a la cuna. Parecía que lo estaba calmando.
- Hola Dami ¿Qué haces?- pregunté dulcemente.
- Es que estaba llorando y yo lo quería ayudar.- contestó tratando de meter su manita por los barrotes de la cuna.
- Vamos hacer algo. Yo lo saco y tu me ayudas a calmarlo. ¿Trato?- dije y Damián asintió.
Tomé al pequeño Aarón en mis brazos y me senté en la mecedora. Damián frotaba la espalda de Aarón. Era hermoso que Damián quisiera tanto a su hermano. Aarón se calmó y se volvió a dormir en mi hombro.
Algo que tenían en común Joanne y Aarón era lo mucho que dormían. Siempre estaban durmiendo. Casi siempre tomaban la siesta del día a la misma hora.
-Voy por pizza. ¿Quieres venir conmigo Dami?- pregunto Javier. No me había fijado en lo mucho que había cambiado la cara de Javier. Ya no era aquel chico de 15 años que robaba besos babosos. Ahora que el tiempo ha hecho su trabajo, puedo ver el cambio en su imagen. - Vendré en seguida, me llevé a Stephanie también.- dijo mientras salía de la habitación y Damián le seguía.
16 minutos después de que se fueran, María llamó.
- Hola Lucía, ¿como te sientes?
- Me siento increíble. Gracias por la oportunidad.
- A ti, ¿Estas en tu casa? Hoy es el gran día. Después de tantas citas, hoy Max pasa a ser parte de la familia. -dijo
- Ah, no sabes cuanta alegría me da que me digas eso. Estoy ansiosa....
- Estaré allí en 1 hora. Felicidades.
- Gracias.
¡Estoy tan contenta! Espero que Javier llegue a tiempo.
Comienzo a dar vueltas por la casa. Estoy ansiosa. Creo que este a sido el parto más difícil que he tenido. El parto desde el corazón.
Llego al cuarto, donde está la cuna de Max. Lágrimas de alegría corretean por mis mejillas.
Miré por la ventana y vi el auto de Javier, baje corriendo y fui a abrasarlo.
-¡Ya viene, Javier!-dije dándole besos.
-¿María te llamo?- pregunto emocionado.
- ¡Si!- dije brincando de alegría.
- ¿Enserio? Hay que preparar todo, o primero llamar a todos. ¡No se qué hacer, vamos a dentro!- dijo Javier emocionado.
Entramos corriendo, dividimos la comida, los chicos comieron y a las 20 minutos llego María.
- ¡Llegó, Ya llegó María!- dijo Javier.
Camine hacia la puerta principal, mis pies temblaban. Luego de tantas contracciones emocionales, por fin mi hijo estaba en casa.
- Hola familia Bennet, que bueno verlos.- dijo María. En sus manos llevaba a Max. Tenía puesto una camisa azul marino y un pantalón blanco. Se veía hermoso. -¿Están listos?-agregó.
- Si, si lo estamos.- dije mientras lágrimas aparecían. Max me miró e hizo señas para que lo cargara. Lo abrace fuerte contra mi pecho. Me sentí increíble. Javier nos abrazo.
- Bueno mi trabajo esta completo. Gracias por todo, les deseo suerte. Los quiero.- dijo María despidiéndose con un beso.
Cerramos la puerta y entramos al comedor. Los chicos nos miraron raro. Damián no dudo en preguntar.
- ¿Quien es ese bebé?- dijo muy dulcemente.
- Es Maximilian. Es el hermanito del que te habíamos hablado. Es hermoso, ¿Verdad?.- contestó Javier.
- Si, ¿Y por que otro? ¿Se va a quedar con nosotros?- preguntó mientras se bajaba de su silla para correr hacia mi.
- No hagas tantas preguntas dami. Sólo mira que tendrás alguien más con quien jugar...- dijo Javier.
8:30 pm. Me dirijo a bañar a mis hijos. Es como toda una guerra mundial. Tengo que desvestirlos, dividirlos, yo bañar a unos y que Javier lave a los otros. Regularmente yo baño a las chicas y Javier a los chicos.
Terminada toda esta tarea, empieza una más difícil, acostarlos a dormir:
Damián le gusta que le lean un cuento. Aarón no le gusta que hablen mientras el trata de dormir. Tengo que dormir a Aarón en mi cuarto y luego llevarlo a su cuna. Max resultó extremadamente callado. Le gustaba el agua y se durmió rápidamente luego de un biberón.
En cuanto a las gemelas, Stephanie le gusta que la acunen, Joanne simplemente cierra los ojos y se duerme sin dificultad.
Todo un experimento, pero estoy super contenta. Max al fin es parte de nuestra familia.
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Hola, perdonen el leve atraso. Me gustaría saber de donde leen la novela. Se que México está muy presente en los votos, pero me encantaría saber de dónde son. No olviden votar para que la historia siga creciendo. Ya vamos por casi 9k, gracias por el apoyo. Las quiero.
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¿Qué hago con 6 hijos?
Novela JuvenilUna serie llena de ternura, Lucia y Javier se conocen desde muy pequeños se han declarado un amor eterno. Quieren tener al menos 6 hijos. ¿Cómo lograrán sobrevivir día a día con tantos hijos?