¿Qué hago con 6 hijos?

Noches de eterno sufrimiento

*Narra Lucia

Llegue a casa por la noche.

-Él estará bien y vendrá pronto ¿si?-dijo Javier y daba un tierno beso en mi frente.

Mi bebé estaba conectado a tantas máquinas, yo quería tenerlo conmigo. Abrazarle y darle mucho besos. Pero apenas y podía tocarlo.

-Se parecerá a ti- dije mientras me acordaba de su carita. No pude más y comencé a llorar. Javier me recostó de su hombro.

-Damián vendrá, él va a estar bien, correrá, llorará, reirá y todo saldrá bien.- dijo mientras trataba de tranquilizarme pero fue inútil. El dolor que sentía era inmenso. Que te quiten a tu bebé mientras tu sólo quieres estar con él no es fácil. Sólo tenía que estar allí unos días pero sin duda alguna serían los peores, Damián tenía problemas con sus pulmones. Al parecer, no se habían desarrollado completamente.

Yo no quería recostarme sabiendo que mi pequeño hijo estaba lleno de tubos que lo ayudaban a respirar. Pero tenía que descansar un poco. Tenía que estar para mis 2 hombrecitos. Estábamos en nuestro cuarto, en la cama estaba Javier, con los ojos cerrados pero no estaba dormido.

Me recosté en su pecho y él me abrazó.

-¿Sabes qué? Te amo. No me cansaría de decírtelo.- sus palabras me llenaron de paz, me sentí, una vez más, segura. Me quede dormida poco a poco. Debía descansar, al otro día iría a ver a Damián. Mi pequeño guerrero.