Louis Thompson: Debilidad

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*Narra Lucía

Han pasado 3 meses desde nuestra separación. Este tiempo ha sido de sorpresas, unas tras otras. Como enterarme que Javier tuvo amoríos con una chica en un bar o que mi maestro de parto quiere salir conmigo. Louis Thompson es muy guapo. Desde el primer momento que nos vimos sentí una actraccion por el. No mal interpreten esto, Javier seguía estando en mi corazón. Pero ya no había ninguna relación entre nosotros. Ni siquiera hablábamos de un nosotros. Yo lo amo, pero no creo que haya posibilidad.

De Europa no venían noticias. Ni buenas ni malas. Yo sólo oraba todas las noches para que ella estuviera bien. La extrañaba mucho.

Si, estoy tomando clases de parto para que se me haga mucho más fácil el momento de dar a luz. Louis me insiste para que salgamos en algo parecido a una cita. Sus ojos almendrados son preciosos. Su sonrisa, su porte tan masculino, hace que cualquiera se derrita por el. El tiene cuidados conmigo y lo considero especial.

- Lucía, di que sí. Por favor, te llevare a un lugar especial.- decía el mientras me ayudaba hacer un ejercicio de relajación. Se veía tan tierno haciendo pucheros.
- ¿Enserio quieres salir con una mujer embarazada que esta casada todavía? - dije sarcásticamente.
- Ay Lucia, sólo quiero pasar tiempo contigo. Ya, no te rogare más. Paso por tu casa a las 8. - dijo el con autoridad pero no perdió su cabellerosidad.
- Ok, me parece bien, me gustan las cosas puntuales.- dije mientras lo miraba pícaramente. Y me devolvió la mirada.

Salí del centro a buscar a Damián a casa de su abuela. Ese era el trato entre Javier y yo. Cuando llegue Damián me recibe con un camión de colores.
- Mira mamá, papá me lo regalo.- dijo el mientras lo mostraba orgulloso.
-Esta muy lindo, ve y busca tus cosas. Vamos a comer en un lugar especial. - dije
- ¡Si!- dijo el cuando corría hacia el pasillo.

Jackeline estaba sentada sobre un lujoso sofá bebiendo el té.

- Hola preciosa, ¿Cómo estas? Mira esa pancita como la tienes. Que hermosa. - dijo ella frotando mi panza como sí yo fuera un Buda.
- Estoy bien, ellas también. Son bastante activas y saludables.- dije sonriendo.
- Estoy loca por que lleguen para poder darle muchos besitos.- dijo ella. Sonreímos. Y yo tuve que preguntar.
-¿Y Javier? ¿Cómo esta?- Lo extrañaba demasiado, sus besos, sus abrazos, sus caricias, sus detalles y su sentido del humor me hacían tanta falta. Maldito orgullo.
- ¿Lo extrañas?- pregunto Jackeline mirándome directamente a los ojos.
Damián interrumpió antes de que pudiera contestar algo.
- Ya mamá. Adiós abuela. - dijo Dami mientras paraba su trompita para darle un beso a su abuela.
- Dios te cuide Damián. A ti también Lucía. - Jackeline me decía con los ojos " tenemos una conversación pendiente"

Me subí a mi auto y me encaminaba hacia mi casa para prepararme.

§_______3 Meses antes_______§

- Muy buenos días a todos, son unas mamás hermosas y ustedes unos papas valiente.- dijo el maestro. Era hermoso, no se que era lo que hacia que no pudiera quitar mi mirada sobre su ser.

Todas las mamás estaban acompañadas de sus esposos y yo estaba sola. No le informé a Javier y no creo que quisiera estar allí.
- Ok, siéntense en el piso y busquen una posición cómoda- dijo Louis, ese era su nombre.

Sin quererlo, hago contacto visual con Louis y se dirige a mi. Estaba tan nerviosa. Venía con esa sonrisa flameante. Sus labios me gritaban "¡Bésame!".

- Hola hermosa, ¿ y tu esposo? - me saludo mientras buscaba con la mirada a mi acompañante.
- No esta aquí, estoy..... Pasando algo difícil.- dije y baje mi cabeza en tristeza.
- Oye, no estés triste. Yo seré tu acompañante. Soy Louis Thompson. ¿Tu eres?- pregunto mostrando su sonrisa perfecta.
- Lucía, Lucía Bennet. -sonreí.
Al principio fue un poco incómodo. Los ejercicios eran bastante pegados a la otra persona. Louis puso sus manos sobre mi pequeña pancita. Aunque el era guapo y todo, yo quería que esas manos fueran de Javier.

Hicimos un sinnúmero de ejercicios. Para la respiración, Para las contracciones, entres otros. Las otra mujeres me miraban con rabia. Quizás por el hecho de que Louis estuviera junto a mi.
Acabado aquella sección me dirigía a buscar a Dami. Antes de salir, Louis me llamo.
- Hey Lucía, ¿ya te vas? - pregunto buscando conversación, era un poco obvio que me iba.
- Si voy a buscar a mi otro hijo- dije arreglando mi cabello.
- ¿Tienes otro hijo? Yo también, Sebastián. Tiene 4 añitos. Es de mi antiguo matrimonio. - dijo buscando una foto en su cartera. Un niño de pelo negro, lacio. Ojos como los de su papá. Realmente hermoso.
- Es un niño precioso, se parece ati, bueno ya me tengo que ir. Me gusta la puntualidad.- salí y lo deje con la palabra en la boca.

§__________Ahora_________§

Me puse un traje azul royal, bastante suelto. Se notaba mi pancita de una manera tierna. Lo acompañe con mis tacones negros favoritos y una chaqueta de cuero del mismo color. Me veía bien para ser una embarazada.

Damián estaba con una polo roja y unos pantalones color crema. No faltaban sus convers favoritas color rojo.
Terminaba de arreglar mi cabello cuando escucho que Louis llama a la puerta. Eran exactamente las 8:00 pm. Se tomó enserio lo de la puntualidad.

Subimos a su auto, uno muy lujoso por cierto.
- Estas muy linda, Lucia.- dijo Louis.
- Gracias, tu y tu hijo también.- dije. Aún no me sentía cómoda con esto. Jamás había salido con otro hombre que no fuera Javier.
Fuimos a un restaurante fino. Allí hablamos y hablamos. Me contó como su esposa lo había abandonado. Ella tenía otro hombre y simplemente se fue. Dejando al pobre Sebastián huérfano de madre. Louis se ganaba la vida dando clases. Me daba mucha lástima con Sebastián. ¿Cómo pueden haber madres que abandonen a sus hijos?

Terminamos de comer y nos dirigíamos a mi casa. Invite a Louis a que pasara. Era lo menos que podía hacer luego de una velada tan exquisita.

Los niños se fueron a jugar y Louis y yo nos quedamos solos en la sala. Yo me senté primero y luego el se sentó cerca de mi. Muy cerca. Creo que el quería algo más que un simple gracias.
Repentinamente mi teléfono suena. Era Javier, yo no quería hablar con el. Estaba..... Ocupada.
- ¿No vas a contestar?- dijo Louis mirando el celular.
- No, ahora estoy contigo.
- Bueno, mejor para mi.- Louis literalmente se abalanzo sobre mi. Comenzó a besarme desenfrenadamente. Yo quería que parara. Besaba mi cuello, lo que pensé que sería asombroso, era incómodo.
- Louis, para por favor. Detente, no quiero.... Por favor para.- el no me hacia caso. No podía moverme, aguantaba mis manos y no había mucho que pudiera hacer.
- ¿Sabes cuanto espere para tenerte así?-dijo. Mire sus ojos, estaban llenos de lujuria. Era cómo sí otra persona se hubiera apoderado de el.
-Por favor, por mis hijas. No lo hagas, no lo hagas detente.- le suplicaba entre llantos.
- No ahora preciosa, no ahora.- dijo el mientras se desvestía. Comencé a gritar y a patalear. Quería sacarlo de encima de mi. Tapo mi boca y saco una navaja. La cual puso contra mi vientre.
- Si vueles a gritar, matare a tus hijos- dijo mientras el elevaba su mano contra mi pierna. Jamás pensé que Louis fuera capaz de hacer algo tan espantoso. Es un poco hombre.
Llego el momento que entre lágrimas cerré mis ojos. No quería ver, no quería sentir. Un hombre me iba a violar y yo no podía hacer nada. Debía proteger a mis hijos.
Abro mis ojos a causa de un ardor en mi vientre. Hay sangre en la palma de mi mano. Estoy mareada, no veo claramente. ¿Ese es Javier pelando con Louis?
- Javier, M-Mis hijas. Salvalas. Necesito.... Que estén... Bien- era lo único que podía balbucear.
- Estoy aquí amor, no me dejes. Tus hijos te necesitan. Mírame. Yo te necesito aquí. No me dejes sólo. Te amo. Quedate.- fue lo último que escuche. Me pesaban los párpados. No batalle contra ellos. Todo se volvió negro, oscuridad.
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¿Qué hago con 6 hijos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora