*Narra Javier
24 de octubre 2018- Te entiendo hijo, pero también entiendo su punto. La distancia entre ustedes es un factor muy importante. No sólo de amor se vive sabes..- dijo mi madre usando su teléfono, tocando la pantalla con un solo dedo.
- Bueno mamá ya me voy, tengo una cita con el representante de la compañía que quiere publicar mi libro, te llamo después.- dije dando un beso en su frente.
- Suerte hijo, nos vemos.- dijo escribiendo algo en su teléfono.
Salí cerrando la puerta detrás de mi . Me subí al auto y lo encendí. Mi libro se ha terminado con el nacimiento de mi pequeña Laïla.
Laïla, mi bebe. Lucía y yo no nos hemos ni hablado, me fui de la casa a nuestra casa en el campo. Veo a los chicos muy poco desde entonces.
Conduzco hacia una cafetería donde estaba el representante esperándome . Estaba algo nervioso. Me estacioné y me bajé para entrar.
Miré a todos lados y en la mesa del fondo izquierdo estaba el representante, me hizo señas tan pronto me vio.
- Javier- dijo extendiendo su mano para que lo saludara- Soy Darwin Oldeer-
- Mucho gusto- dije sentandome.
- Nos encantaría poder ser tu casa publicitaria. Tu libro es muy interesante. Las guías que das ayudan mucho. Lo único que no mandaste fue el título. ¿Cuál es?
Lo pensé un poco-¿Qué hago con 6 hijos?- dije sonriendo.
- Ok- dijo escribiendo en un papel.
De repente suena mi celular era Lucía.
- Discúlpame un momento, es importante- dije levantandome de la silla para contestar. - ¿Alo?
- Javier no encuentro a Aaron. Estaba en casa y subí para darle comida a Laïla y cuando baje ya no estaba. Por favor ayúdame, estoy desesperada.- dijo Lucía alterada.
- Tranquila, ya voy para allá.- dije colgando - Oiga, mi esposa me necesita, ¿podemos cambiar la cita?
- tranquilo, vaya con calma ya tengo todo lo que necesito.- dijo extendiendo su mano
- Gracias, - dije y salí corriendo.
Este Aaron le da unos sustos a su madre, me subí al auto y conduje bastante rápido hasta llegar a la casa. Entré y estaba Lucia tomando las llaves del auto para irse a buscar a Aaron.
- Llegue, ¿Tienes alguna idea de dónde pueda estar?- pregunte.
- No, daré una vuelta y si no lo veo llamaré a la policía.- dijo dando media vuelta para subirse a su vehículo.
Me subí del otro lado, atrás estaban los chicos asustados. Los salude mientras Lucía conducía.
Decidimos ir al parque primero, quizás quiso ir a jugar. Nos estacionamos y los chicos se quedaron en el auto.
- ¡Aaron!- grité sin que hubiera respuesta. De un momento a otro veo a Lucía correr hacia donde íbamos todos junto en familia para pasar un gran domingo. Recuerdo como los niños corrían y Lucía y yo nos quedábamos sentados admirando la belleza del día. Allí estaba Aaron sentado en el césped, mirando el lago.
- Aaron, ¿Por qué te fuiste?- dijo Lucía abrazándolo. Le hablaba fuerte.
- Es que pensé que sí venía aquí, papá también vendría con nosotros.- dijo Aaron mirándome con sus ojitos tristes.
- Ya estoy aquí, campeón. Nunca te dejaría.- dije arrodillándome para estar a su nivel. Él corrió hacia mi y lo abracé. Ahí me di cuenta cuanto deseo estar junto a mis hijos. ¿Y si Damián tiene problemas de hombres? No podré estar ahí.
- Vamos a casa.- dijo Lucía con seriedad. Se qué estaba conmovida pero no lo quería mostrar.
Volvimos al auto para conducir hasta la casa nuevamente. Nadie hablo.
Al llegar a la casa, Lucía tomo a Laïla y caminó hacia adentro. Yo me quedé a fuera hablando con mis hijos.
- ¿Ya vas a volver papá?-preguntó Joanne.
- Mamá y papá están molestos, no va a volver a la casa.- dijo Damián molesto.
- ya no vivo aquí por razones que no entenderán, pero eso no significa que no los ame. Cada uno de ustedes es especial para mi. No podría separarme de ustedes.
- ¿Y de mama?- preguntó Stephanie
- De mamá tampoco me separaré, te lo prometo.- dije abrazando a Stephanie. - No te vuelvas a escapar señorito- dije mirando a Aaron quien estaba parado al lado de Max.
- Te extraño papá.-dijo mirando al suelo.
- Estoy aquí. Siempre estaré, de alguna manera rara. Pero estaré para ustedes.
- Papá, quédate.- dijo Maximilian. Yo me emocioné, Max no habla casi nunca. Es un milagro.
- Me quedaré.- dije sonriendo.
Entré a la casa y me senté en el sofá, Damián estaba a mi lado y Max al otro. Las niñas y Aaron se sentaron en el suelo. Encendimos la tele y vimos una película. Digo, ellos la vieron. Yo solo pensaba en mi Lucía. Quería subir para ver como estaba, pero no me atrevía.
- Javier, ¿Puedes venir un momento por favor?- dijo Lucía. Yo me levanté rápidamente y fuimos a la cocina.
- ¿Todo esta bien?- pregunté
- Si sólo que..... Quisiera que te quedarás. No por un nosotros, sino por ellos. Quiero que puedas disfrutar de ellos tanto como yo. Podrás dormir en el cuarto de huéspedes. Ya lo preparé.- dijo mirándome a los ojos
- Si quiero ser parte de su vida, y de la tuya si me lo permites..- dije tomando su mano.
- Por ahora, los niños son lo que importa.- dijo moviendo suavemente su mano para soltarse de la mía.
- Como tu decidas Lucía.- dije sonriendo para ocultar que me derrumbaba por dentro.- ¿Puedo ver a Laïla?- pregunté.
- Claro que si, no tienes ni que preguntar.- dijo caminando hacia su cuarto en donde estaba mi bella hija de un mes.
La tomé en mis brazos y la pegué a mi pecho, olía tan rico. Era una sensación eufórica. Me gire hacia Lucía quien sonreía al verme con Laïla.
- Gracias por permitirme quedarme aquí, significa mucho para mi.- dije a Lucía
Ella sonrió y salió del cuarto. Yo le seguí y entré al de huéspedes. Allí estaba todo muy limpio y organizado. Me acosté en la cama con Laïla. Era tan curioso como todavía dormía. Luego de un rato entraron los chicos, buscándome.
Se acostaron todos alrededor de nosotros. Allí estuvimos hablando como si fuéramos los mejores amigos.- Ya es hora de dormir, les toca bañarse. Vamos- dije levantandome de la cama.
- ¿Podemos acostarnos sin bañarnos?- pregunto Aaron.
- No, vamos al baño.- contesté
Lleve a Laïla a su cuna y bañe a Aaron y a Max, Lucía bañó a las niñas y luego los acostamos a dormir.
Cuando fui a despedirme de las niñas, Stephanie me sorprendió con una pregunta.- ¿Mamá es tu princesa?-
Me quede helado por algún momento, luego respondí.
- Claro que si, Mamá es la princesa por la cual todos los príncipes matarían cientos de dragones. Pero yo, la conquisté. Con mi sonrisa claro esta.- dije mientras ella reía. - te amo chiquita- dije besando su frente.
Como todavía no me había mudado completamente, tenía alguna ropa en el auto. Busque una pijama, me di un buen baño. Antes de acostarme a dormir, pasé por el cuarto de Lucía, estaba loco por tirarme en la cama y dormir junto a ella.
- Buenas noches.- dije entredientes. Ella estaba profundamente dormida. Cerré con cuidado y me acosté en mi cama.
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Gracias por leer. Love you,
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¿Qué hago con 6 hijos?
Teen FictionUna serie llena de ternura, Lucia y Javier se conocen desde muy pequeños se han declarado un amor eterno. Quieren tener al menos 6 hijos. ¿Cómo lograrán sobrevivir día a día con tantos hijos?