¿Aniversario?

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*Narra Lucía
12 de mayo de 2012

Hacían 5 años exactamente me había casado. Estos 5 años han sido de maravilla. Han surgido problemas como momentos buenos. No me puedo quejar.

Javier había salido junto con Damián a comprar algo. Yo me quede en casa descansando. No había manera mejor de pasar este aniversario.

Creía que nada podía dañar este día. Pero me equivoqué. Repentinamente recibo una llamada de Isabelle.

- Lucía, no quiero que te alteres. El tío Nicolás llamo. Dijo que mamá y la tía Gracie están desaparecidas. Salieron un día y no volvieron. Ya han pasado 2 semanas. Temen que las hayan secuestrado o algo así. - no me salían palabras. ¿Mi mamá estaba desaparecida? ¿Por qué me pasaba esto a mi?

- No puede ser- le conteste- Yo.....- no pude más y comencé a llorar. Esto estaba afectandome mucho.

-Lucía cálmate, iré por ti y hablaremos. La policía hace su trabajo.-

- ¡No! ¡No saben lo que hacen! La buscare yo misma, iré para Europa. - le contesto alterada y le cuelgo.

Tenía un inmenso dolor en mi corazón. Jamás me había preparado para esto. Corrí a mi cuarto y busque unas maletas y empaque lo necesario para nosotros 3. Dentro de mi sabía que estaba exagerando un poco pero no podía evitarlo. Justo cuando término las cositas de Damián, llega Javier.

- Lucía, llegamos.- gritó desde la puerta. Yo baje corriendo y lo abrace entre llantos.

-¿Qué pasa amor?- preguntó preocupado.

- Mi madre... Esta desaparecida. Tenemos que ir, por favor Javier..... Es mi mamá..- le explico entre llantos, el dolor que sentía era inmenso.

- Lucía, cálmate ¿si? Esto puede afectar a las niñas. Piensa en ellas. No podemos abandonar todo e ir a buscar sin un rumbo fijo- me dijo él.
Yo me moleste mucho, se que estoy embarazada pero no podré estar tranquila acá sabiendo que mi madre podría estar en cualquier lado de ese peligroso país haciendo sabrá Dios que cosa.

- No me pidas que me quede aquí sin hacer nada por que no lo haré, si no vas me voy sola con mi hijo.- digo mientras doy la vuelta y busco mis cosas.

- No, no irás a ninguna parte Lucía, lo digo enserio. ¿Acaso no piensas en tus hijos? - preguntó él con cierta autoridad.

- Claro que sí, ellos estarán bien. No te preocupes por eso.- le conteste entrando en una discusión un poco más fuerte.

- Lucía Bennet, no saldrás a ningún lado. Menos en ese estado.- él ya estaba parado frente a la puerta.

- ¿Por que eres tan egoísta? ¿No entiendes que mi madre puede estar muerta y yo no puedo estar tranquila?- le grité. Damián estaba llorando en su cuarto. Jamás habíamos discutido a tal nivel.

- ¿ Y tu no entiendes que no estas en condiciones para recibir emociones tan fuerte? Piensa en tus hijos, no seas una mala madre.- esas palabras me tocaron la fibra más íntima de mi corazón. Mala madre.

- Tu mejor se un buen padre. Las 3 horas que pasas con tu hijo no le sirven de nada. - le grité echándole en cara todo. Estaba bajo mucho coraje.

- ¿A sí? ¿Pues sabes que? Yo primero pienso en su bienestar antes de hacer cualquier locura y berrinche.-

- ¡Eres un egoísta! Me voy Javier. Lo quieras o no.- di media vuelta tome a Damián en mis brazos y me dirigía a la puerta principal hasta que escuché la voz de Javier.

- Lucía, sí sales por esa puerta no te atrevas a volver a menos que no sea con un abogado y un papel que anuncié nuestro divorcio.- me detuve en seco. Las lágrimas volvían a salir.

¿Él acababa de decir divorcio? Había pasado mi vida junto a Javier. Jamás pensé en una separación. Con un dolor inmenso en mi corazón, Damián en un brazo y nuestras cosas en el otro, salí y no miré atrás.

_________
*Narra Javier

Hoy era nuestro aniversario, estaba muy contento. Mi familia era todo lo que algún día pensé.

Salí a comprar algo para la cena. Un vino para mi y chocolates para Lucía.Ya lo tenía todo planeado. Iba a ser otra noche espectacular.

Cuando llego, Lucia corre hacia mi cayendo en mis brazos mientras lloraba.

-Mi madre... Esta desaparecida. Tenemos que ir, por favor Javier..... Es mi mamá..- me explica la situación entre llantos.
Me dolió mucho verla así. Se qué estaría igual si fuera mi madre. Pero había que poner en claro una cosa. Lucía esta embarazada. Estas noticias tan sorpresivas causaban estrés lo cual es peligroso para las niñas. Lo único que quería era que ella entendiera que no podemos dejarlo todo y buscar a Elizabeth en un país tan peligroso y extenso.

Lucía, cegada por el dolor se molesta y me dice que soy egoísta. No creo que pensar en el bienestar de nuestra familia sea una señal de egoísmo. Puedo llegar a entenderla hasta cierto punto.

Lo que en realidad si me molestó, fue que me dijera que no pasó el suficiente tiempo con mi hijo. Trato de pasar cada minuto con él. No estoy todo el día junto a Damián pero las pocas horas que tengo se las dedico a ambos.

Ella estaba empeñada en irse, llevándose a nuestros hijos con ella. Yo no quería que ella se fuera, pero tenía tanto coraje. Aveces podemos decir cosas de las cuales luego nos arrepintamos.

-Lucía, sí sales por esa puerta no te atrevas a volver a menos que no sea con un abogado y un papel que anuncié nuestro divorcio.- se detuvo en seco. No podía creer lo que acababa de decir. No quise decirlo tan cruel. El coraje te lleva a niveles que jamás pensaste.

Ella no volteó, se que lloraba. Pero, con Damián en un brazo y sus cosas en el otro, se fue y no volvió.

¿Qué hago con 6 hijos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora