¿Qué pasaría? Si un día descubres que hay un mundo igual al tuyo, pero tú no estás ahí y todo lo que tú conoces es completamente diferente.
Pues esto le pasó a Towa, Setsuna y Moroha, pues un día que estaban viajando se encontraron con un chico de a...
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En las lejanas montañas del Este, Zero había dejado a Haiden, pues debía conseguir ciertas cosas para la recuperación de este.
- Maldita familia Taisho - susurraba con odio.
Haiden a pesar de estar lastimado podía moverse con un poco de dificultades, sin embargó, había recibido información de Nazu y el plan que se estaba llevando acabo para lastimar al príncipe que le había causado está herida.
El invierno se acercaba y con esto los problemas eran más evidentes, lejos de las tierras del Este u Oeste en las montañas sagradas Sesshomaru podía sentir un mal presentimiento que lo hacía irritarse más.
- ¡Vamos Sesshomaru no te quedes atrás! - exclamaba.
- Hay que volver - ordenó.
- ¡¿Qué?! - gritó preguntando - ¡No venimos aquí solo en vano Sesshomaru!, ¡¿Qué hay de Nao?! -
Los puños del Lord se apretaban por la desesperación de estar en una situación difícil, pues era verdad su hijo necesitaba las raíces si quería que siguiera con vida, pero su Miko, su hermosa luna, sus hijas y todos aquellos que cuidaban y que amaba su Miko estarían en peligro.
- Tks -
Sin más Sesshomaru siguió en la búsqueda de las raíces sagradas, pues debían volver lo más rápido posible si quería evitar lo que estaba por pasar. En aquel bosque un poco lejos de las tierras del Oeste se encontraba Riku junto a Towa hablando y sonriendo de las cosas que esos días habían hecho, pues ya había pasado una semana desde que se habían estado encontrando en secreto.
- Towa-chan, ¿Por qué no huyes conmigo? - preguntó mirándola.
Towa sorprendida miro a Riku para después sonrojarse.
- Y~yo no puedo - respondió apartando la mirada.
- ¿Por qué? - volvió a preguntar.
- Lo siento Riku, pero no puedo debo estar con Nao - respondió nerviosa.
Towa al decir eso recordó la confianza que Nao le daba y eso la hizo sentir mal porque había roto una promesa, porque le mentía, porque le ocultaba la verdad, porque escapaba para encontrar a Riku, porque le había fallado.
- Lo siento mucho debo irme - dijo levantándose.
Riku miro serio a Towa, pues el arrepentimiento le estaba llegando más rápido de lo que pensó, así que cuando Towa se volteó para marcharse el la atacó por la espalda haciendo que Towa perdiera el conocimiento.
- Es una lastima que no sienta nada por ti - dijo mirándola fijamente.
Nazu apareció frente a Riku mirándola sin algún tipo de emoción.
- Es una lastima ver cómo una niña como tu puede ser muy preciada para el heredero del Oeste - mencionó.
- ¿Y ahora que haremos con esta niña? - preguntó Riku.
- Nos la llevaremos - respondió - Debemos atraer al heredero del Oeste lejos de sus tierras si queremos matarlo -
Riku asintió y cargando a Towa desapareció junto a Nazu, pues ahora una gran guerra comenzaría y Nao estaría en peligro, pues el invierno cada vez esta más cerca. En la aldea todos estaban tranquilos esperando la llegada del invierno, pues era la temporada con más escasez de comida y plantas medicinales, sin embargó, todos estaban preparados para la llegada de ese largo invierno, pero no todo es bueno al final, pues Nao se convertía en humano al tener poca fuerza del árbol sagrado y las fuerzas que tenía eran sacadas de las perlas arcoiris en su interior y ya había pasado una semana y el invierno llegaría en dos días.
- Madre, ¿Estás segura que padre llegará a tiempo? - preguntó.
- Claro que sí Hanae - respondió sonriendo - Sesshomaru no dejaría a Nao tan débil -
Para Hanae el que su madre hablara de esa manera de su padre le hacía preguntar cómo es que su madre pudo enamorarse de su padre.
- Bien, iré con Kikyō-sama para darle las medicinas - dijo.
- Ten cuidado -
Hanae asintió y salió del templo, sin embargó, Kagome tenía un mal presentimiento y solo deseaba que Sesshomaru llegará pronto.
- Sesshomaru -
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