¿Qué pasaría? Si un día descubres que hay un mundo igual al tuyo, pero tú no estás ahí y todo lo que tú conoces es completamente diferente.
Pues esto le pasó a Towa, Setsuna y Moroha, pues un día que estaban viajando se encontraron con un chico de a...
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La pelea entre el Lord y Haiden había rebasado los límites de cualquiera que ahora solo dependía del descuido de uno para ganar, sin embargó, ni uno de los dos daba algún indicio de descuidarse o detenerse. Pero esto ya estaba irritando a Haiden quien en un desespero saco de su traje algo que dejó a el Lord sorprendido para detener sus ataques.
- Veo que lo conoces - dijo sonriendo - Supongo que si, bueno después de todo tu progenitora no era tan fuerte -
- ¡¿Qué has hecho?! - pregunto molestó.
- Sabía bien que mi poder y fuerza no serían nada ante la gran fuerza del Lord que logró superar a su padre, pero entonces pensé alguna debilidad, claro la más grande es la Miko, pero ni yo me atrevería a tocarla, la segunda tu hija la luna del Oeste, pero sería un problema con su prometido y la tercera tu primogénito, pero en su estado dudo que sobreviva, entonces pensé que no tenías más y recordé mi bella Irasue la representante del clan Inū y la soberana de la luna - explicaba - Fui a verla y como esperaba su reacción fue atacarme a muerte y después un golpe tras otro apareció, sin embargó, no pude matarla solo logré arrebatarle su collar la más grande posesión del clan Inū que ahora está en mis manos -
- Tks -
- Debes saber que ya no puedo permitir que tú o tus malditos bastardos arruinen mis planes, así que espero que disfrutes la vista desde tu nueva atadura - dijo riendo.
El Lord atacó nuevamente conas poder y Haiden a penas y podía esquivar los ataques, pero todo termino para el Lord.
- ¡¡ATADURA ETERNA!! - exclamó - ¡¡LAZOS DE ESTRELLAS!! -
Grandes barrotes aparecieron alrededor del Lord para después atarlo con lazos hechos de fracmentos de estrellas de Reiki que podían llegar a lastimarlo.
- Ahora verás lo que le haré a tu amorosa familia que lo único que desearas será morir -
La mirada del Lord era de odio a pesar de el dolor que sentía por las ataduras, pero jamás demostraría debilidad ante Haiden y esto solo molestó al contrario quien decidió irse tras ambas sacerdotisas. En el pueblo todos habían sentido el gran poder del collar de la luna que Hanae pensó lo peor al sentir como su padre había sido cellado.
- ¡¡Padre!! - gritó.
- Hanae detente - detuvo Ryu.
- ¡¡Suéltame!! - exclamó entre lágrimas - ¡¡Debo ir con mi padre!! -
- Jajaja realmente conmovedor, pero dudo que puedas pasar por mi princesa hanyō -
Hanae no pudo evitar enojarse con aquel Kirinmaru que elevando su Yoki dejo salir su lado Yōkai mostrando la media luna en su frente llamando la atención de aquel Kirinmaru.
- Hanae no lo hagas el solo quiere provocarte - decía.
- Lo siento Kirinmaru-sama, pero no puedo dejar a mi padre morir de una manera humillante - dijo.
- Vamos princesa, que nuestra pelea sea recordada por nuestros corazones -
Hanae no espero más y atacó con gran fuerza a Kirinmaru dejandolo sorprendido por tal ferocidad de sus ataques, pues ataque tras ataque era con mallor o igual fuerza que hizo que tomara enserio a aquella hanyō que tenía enfrente.
- Hanae espero que resistas y aceptes mi poder - decía emocionado.
Kirinmaru comenzaba atacar y lo que lo hacía tan feliz era que Hanae podía llevarle el ritmo de tan feroz pelea.
- ¡¡Me gustas!! - gritó feliz - ¡¡No pierdas Hanae o lastimaras mi corazón que está loco por ti!! -
- ¡¡CALLATE BASTARDO!! -
La pelea seguía, sin embargó, quienes llegaban se quedaron asombrados por la batalla, pues Towa, Setsuna, Moroha y Kagome habían llegado.
- Kagome-sama, que bueno que está aquí - dijo acercándose - Por favor venga conmigo necesito llevarla con la otra sacerdotisa -
- Pero Hanae... -
- La princesa estará bien, por favor tenga más seguridad - dijo mirándola.
Kagome asintió, sin embargó, eso no quitaba que se preocupara por su hija, pues también había sentido lo que le había pasado a su amado Sessshomaru.
- Ustedes quédense aquí y ayuden a los demás mientras más eliminemos al enemigo más estarán seguras las sacerdotisas - dijo.
- ¡Sí! -
Las tres princesas se retiraron hacía la batalla, mientras Kirinmaru llevaba a Kagome hacía la otra Kagome para poder protegerlas a ambas, sin embargó, cuando llegaron Haiden ya la tenía y Shippo lastimado peleaba aún para poder recuperar a aquella Kagome.
- Parece ser que me han traído a mi otra amada Kagome - dijo riendo.
- ¡Kagome-sama mantenga se tras de mi! - pidió.
Haiden rio por los intentos de proteger a la sacerdotisa que realmente quería que lanzó un ataque para acabar con Kirinmaru, pero este no logro hacerle nada.
- Tks -
- Lamento decirte que el collar lunar solo sirve con el clan Inū y para tu mala suerte yo no pertenezco a este clan - dijo desenvainado a Bakuseiken.
- Pare ser que así es - dijo mirándolo - Sin embargó, no tengo tiempo para pelear contigo -
Haiden también había desenvainado a Rōtasu para después simplemente atacar a muerte a Kirinmaru, pues Shippo ya se encontraba realmente mal. En el árbol de las eras Jian volvió a la normalidad mirando a Nazu con pena, pues la victoria había sido de el, pero el toda la batalla los ataques de Nazu contenían tristeza, dolor y odio que en aquel último golpe de ambos pusieron todo de ellos dando por resultado aquella victoria y aquella derrota.
- Un corazón con odio y dolor jamás podrán ganarme - dijo mirándola - Si vives o mueres será decisión de tu fuerza por vivir o de morir -
Jian acomodó a Nazu sobre las raíces del árbol para después mirar a su amigo quien tenía lágrimas en sus mejillas.
- Si no quieres más muertes debes despertar - dijo retirándose.
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