¿Qué pasaría? Si un día descubres que hay un mundo igual al tuyo, pero tú no estás ahí y todo lo que tú conoces es completamente diferente.
Pues esto le pasó a Towa, Setsuna y Moroha, pues un día que estaban viajando se encontraron con un chico de a...
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La batalla continuaba y Haiden ya estaba llevando la ventana contra Kirinmaru quien tenía serías heridas por todas partes.
- Vamos no que podrías detenerme - decía.
- Mi intención siempre fue esa, pero realmente sabía que jamás podría hacerlo - dijo mirándolo.
Mientras ambos hablaban y luchaban Kagome ayudaba a Shippo con la mayoría de sus heridas.
- Kagomesita no deberías hacer esto tu poder está débil con tu embarazo - decía preocupado.
- No te preocupes Shippo, sabes que aún así no dejaría que murieses - dijo.
- Kagomesita -
Kagome sonrió y al terminar de curar a Shippo miro a Haiden quien mantenía aún presa a aquella Kagome, sabía que sería arriesgado, sabía que podía perder a su bebé, pero la vida de muchas personas estaba en peligro en ese momento y no dejaría que nadie más muriera por una guerra sin sentido.
- ¡¡Haiden!! - gritó.
Tanto Haiden, Kirinmaru y aquella Kagome miraron a la sacerdotisa quien tenía arco en mano, algo que sorprendió a Kirinmaru, pues no tenía Reiki suficiente como para un ataque letal.
- Esto si que es divertido - dijo.
- ¡¡Deja los a todos!! - ordenó.
- Jajaja, ¿Y si no lo hago qué harás? - preguntó con burla.
Kagome miraba de vez en cuando a su yo para que pudiera entender que es lo que tenía planeado llegando a asentir.
- Esto -
La flecha fue tirada con fuerza, sin embargó, al estar de frente de Haiden está se dividió en varias flechas tomando por sorpresa a todos para que lograrán esquivarlas y en uno de tantos descuidos de Haiden una flecha logro liberar a aquella Kagome quien corrió tras de Kirinmaru. Sorprendido y molestó Haiden miro a la sacerdotisa Kagome con enojo y está aún sin bajar el arco lo miraba.
- ¡Maldita mujer! - exclamó con enojo.
- Lo siento, pero no dejaré que tomes la vida de más personas - decía - Es por eso que hago lo que hago por la aldea que pudo aceptar a mi familia -
- ¡¡Kagomesita!! -
Kagome sonrió y elevando su Reiki creando una barrera de energía pura encerrandose junto a Haiden, sin embargó, no fue la única quien quedó en esa barrera, ya que entre la batalla Sessshomaru salió a toda prisa llegando al lugar para rápidamente entrar en la barrera junto con aquella Kagome, pues no dejaría que ambas sacerdotisas pusieran su vida en riesgo.
- Así que esto planearon desde el principio, debo admitir que eres mucho mejor de lo que esperaba, pero recuerda yo tengo esto - dijo mostrando el collar.
Haiden quizo utilizar el poder del collar para destruir la barrera, pero grande fue su sorpresa al ver que esté no había hecho nada.
- No me subestimes tanto - dijo mirándolo - Eh pasado gran parte con Irasue-sama que pude aprender sobre su poder y el poder del collar -
- Tks, quiero matarte, pero ahora solo haces crecer mis ganas por tenerte - admitió.
- Mujer debes descansar si quieres que ese cachorro que llevas en el vientre sobreviva - advirtió.
- Lo sé, creó que deberé dejarles el resto por un momento - dijo sonriendo.
La sacerdotisa sonrió con debilidad bajando su arco, pues solo se dejaría caer, pero Sessshomaru no lo permitió, que llegando a sostenerla la recostó en el suelo llegando la a mirar para después solo mirar a Haiden.
- Espero que no me decepciones, el Lord si que es un gran rival, pero tú, ¿Lo serás? - pregunto sonriendo.
Sessshomaru sin responder saco a Bakusaiga y mirando a Haiden comenzó un batalla junto a Kagome, pues gracias a los entrenamientos de la Lady Kagome, ella había podido conseguir manipular mejor su poder llegando a lastimar de cierta manera a Haiden. La esperanza podía verse por primera vez en la familia Taishō quien ahora podía contratacar, sin saber que el príncipe ya se encontraba entre ellos.
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