No puedo controlarme con esos besos que me superan por completo. Él sabe cómo desarmarme en segundos, es por eso que no puedo darme el lujo de que siga viendo lo más frágil de mí, pero es imposible apartarme cuando su lengua juega con la mía de esa forma tan apasionada. Me tiene al borde de la locura.
-Pensarte en brazos de otro es algo que no tolero. Ver como otro te aprisiona en su boca y escuchar como te enciendes, simplemente no puedo aceptarlo. Dime que no sentiste nada por él, que todo fue un teatro o una alucinación mía - susurró, rozando nuestros labios sin dejar de mirarme a los ojos.
-Lo único que pude sentir fue asco y ganas de matarlo. ¿Cómo me puedes decir todas esas cosas aún sabiendo todo lo que ese hombre significa? - reclamé entre dolida y abrumada por el deseo-. Que poca confianza me tienes, Wesley.
-Solo te puedo pedir que me perdones. No me dejé dominar por la rabia - acarició mi mejilla con extrema suavidad, no solo provocando cosquillas por toda mi piel, sino encendiendo mi corazón a más no poder.
-Sabes bien que no hay escape a lo que a larga pueda suceder, pero pude librarme de Royce en esa cena - suspiré-. No quiero ni que me mire como lo hace. No tienes idea lo difícil que es para mí intimar con el asesino de mi hermana y mantenerme en calma.
-Por eso te admiro tanto, porque a pesar de ese odio puedes mantenerte serena y actuar con cabeza fría. Mantente así por un tiempo, en un tire y afloje mientras trato de encontrar su punto de quiebre - besó mis labios en repetidas veces, tentando mis ansias y jugando con mi mente-. Debo confesar que no me agradó para nada besándote con él.
-No me besé con tu hermano. Él fue quien me tomó de sorpresa al morderme - lo miré a los ojos, perdiéndome en el brillo de ellos-. Debo seducirlo, ¿recuerdas?
-Pues hay otras maneras de llamar su atención. No tiene que ser sexo - mordisqueó mis labios entre piquitos suaves-. No es justo para mí.
-¿Por qué?
-Porque es la primera vez que una mujer me gusta tanto como para hacerme dudar de mis propias palabras. No tienes idea de lo que sentí cuando vi esa imagen tan desagradable.
-¿Qué sentiste? - mi corazón latía cada segundo más fuerte.
-Mucha rabia... - deslizó la yema de sus dedos por mi cuello y fue descendiendo por el contorno de mis brazos-. Muchos celos de no ser el único que tenga el placer de acariciarte -trazó mis caderas y mis muslos con mucha suavidad, alborotando cada uno de mis sentidos-. Siento deseos locos y enfermizos de encerrarte en una cajita y guardarte solo para mí.
-No sigas, por favor...
-¿Por qué? ¿Qué hay de malo en confesarle a una mujer lo loco que me tiene? ¿No tengo derecho a querer, aunque sea de manera fugaz por primera vez en toda mi vida? - no sé si esas preguntas iban dirigidas a mí o eran para sí mismo-. Me gustas mucho. Te deseo como no tienes idea. Pienso todo el día en ti; en tus besos, en el dulce calor de tu interior y en la calidez de tus brazos una vez terminaste de querer.
-No tengo planes de enamorarme. Lo sabes, Wesley. Lo que pasó entre tú y yo fue solo sexo.
-Tampoco tenía planes de enredarme con una mujer, pero entonces llegaste y me diste luz. Además, no te estoy confesando amor eterno. Ahora mismo solo te estoy diciendo lo mucho que me gustas y lo mucho que te tengo en mi mente - se tiró a mi lado y me giró hacia él, acariciándome y mirándome con gran detalle y suavidad-. Déjame disfrutarte una vez más, prometo no seguir molestando el día de mañana.
-No hagas promesas que quizás no puedas cumplir - me atreví a acariciar su mejilla, y sonrió-. También me gustas, mucho, más de lo que debería ser por naturaleza.
Hay momentos que nos quedamos sin palabras, pero no porque no tengamos qué decir, sino porque hay palabras que no son necesarias en ciertos puntos de una conversación. A veces el silencio o una simple mirada lo dice todo. Me gusta con la misma fuerza en que yo le gusto, más la situación nos permite remar en direcciones opuestas para mantenernos a salvo.
Estamos tomando un riesgo demasiado alto, porque nos estamos dejando llevar por lo que el corazón tanto quiere y anhela, pero la razón nos sigue advirtiendo que no estamos programados para ser felices. Que un "nosotros" no puede existir mientras haya un algo en el medio de los dos.
-Quiero besarte - cerró los ojos, y me quedé contemplando centímetro a centímetro su rostro.
Es un hombre bastante atractivo y varonil. Cada una de sus facciones son casi perfectas. Su quijada, su nariz, sus labios, sus pómulos, sus ojos. Incluso estando golpeado y con poca sangre aún en sus labios no deja de lucir sexy. Tan solo traer su cuerpo desnudo a mí mente todo mi ser se calienta. Sus brazos son grandes y muy cómodos, su definido torso y los pocos tatuajes que lo cubren le apremian bastante a ese aire sensual que desprende con naturalidad de su ser.
No puedo compararlo con otros hombres, porque es el segundo hombre en mi vida, pero no le quita el hecho de que es mucho mejor amante de lo que fue mi expareja en su momento. Wesley sí se tomó su tiempo de explorar cada parte de mi cuerpo y no huyó de mis imperfecciones; todo lo contrario, me besó y me acarició hasta el cansancio.
Luchando internamente con mis contradicciones y por lo que me hace sentir, corté el espacio que nos separaba y esta vez fui yo quien lo besó como si no hubiera un mañana. No hubo necesidad de pedirle las cosas, pues al igual que yo, su deseo era más que notorio.
Quedé presa entre sus besos y el calor de su piel desnuda presionando la mía. En cuestión de segundos me devoró con gran intensidad y suavidad. Entre besos, gemidos y a un mismo ritmo nos dejamos llevar por lo que sentimos el uno por el otro. Fue mi abrigo por eternos minutos en los que no dejó de besar y fundirse en mis adentros rítmicamente. Por eternos minutos me olvidé del mundo y me entregué a sus brazos como nunca lo había hecho antes. Fuimos veneno para el otro, porque no hay nada más mortal que hacer el amor con sentimientos de por medio y tener la plena seguridad que nada va a salir bien en un futuro no muy lejano. Pero mientras podamos, ¿por qué no fluir uno en brazos del otro como las suaves corrientes del mar en calma?
ESTÁS LEYENDO
Venganza[✓]
ActionTras la desaparición y repentina muerte de su hermana gemela, Natalie pierde lo que tanto ha brindado al mundo; la humanidad. Con el deseo latente de encontrar al culpable y hacerle pagar el cruel asesinato de su alma gemela, inicia su propia invest...