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Creí que no fumabas - le dijo cuando la vio llegar a su lado con un cigarrillo entre sus dedos.
No creas. - la tensión entre ambos era mucha, hacía tiempo que no se veían y verse después de tanto era incómodo, más para Robert que para ella misma.
El silencio se volvió asfixiante, tan solo se veían las luces y se escuchaban los pocos autos que recorrían las calles de Francia esa noche. Giana, como la iba a olvidar, ella era la mujer que quería, pero ella tan solo lo abandonó.
¿Quieres? - le tendió el cigarrillo y el asunto, tomándolo mientras rozaba sus dedos. Le dió una fuerte calada y dejo salir el humo, se lo iba a regresar pero lo termino tirando al suelo y pisandolo, ella no dijo nada tan solo vio al frente.
¿Por qué me abandonaste? - se atrevió a preguntar por fin y ella rió nerviosa - mírame cuando te hablo Gina, volteó a verlo y suspiro haciendo que su olor a cigarro y tequila llegará a sus fosas nasales. - pensé que todo estaba bien, y de repente te fuiste del departamento.
Q-quería, darte tu espacio - el trono la boca en señal de molestia.
Pudiste darme una hora de espacio no cinco meses y además ¿Quien te pido espacio? Tomaste esa desicion por mí cuando ni yo te lo pedí. - le reprochó.
Tuve miedo - terminó por admitir - nunca creí terminar en una relación tan seria y cuando, cuando pensé en....
¿En? Dímelo de una vez - incistio.
¡En casarme contigo! ¡En ser yo la que te pedía matrimonio! Me aterre y quise dejar de respirar por qué no me creí capaz no me creó capaz de ser una buena esposa para ti Robert - espero que él también se alterará y dijera que para el matrimonio no estaba preparado o alguna otra cosa para cortar todo de raíz, el mismo había dicho que "casarse" era otro nivel hacía tiempo.
Me estás matando Giana - le susurró antes de acercarse a ella y besarla desesperadamente, después de tantos meses sin ella, extrañandola, buscándola, al fin la tenía en sus brazos y su corazón latía fuertemente ante la idea de llegar al altar con ella. - si no me lo preguntas nunca sabrás la respuesta cielo - susurró sobre su cuello.
¿Que? - su voz tembló y Robert sonrió viéndola a los ojos. Tragó saliva y se peñisco para saber si era real - ¿Robert te quieres casa conmigo?
No lo sé, pídeme lo más románticamente, quiero contarle una buena historia a mis hijos - le dijo con una sonrisa, puso los ojos en blanco - no hagas caras o ahora el que se irá soy yo.
Robert Douglas Thomas Pattinson, amor de mi vida ¿Me harías el gran favor de ser mi esposo por favor? Y comprarme una gran casa con 3 perros para que nuestros hijos crezcan con ellos y heredarles la casa cuando seamos viejos - Robert se acercó y dejo un suave beso sobre sus labios.
Te amo, por supuesto que aceptó ¿Y mi anillo? - ella no tenía un anillo pero se quitó uno de los tantos que traía en sus dedos y se lo puso en su dedo meñique, por qué sus dedos eran muy grandes para que un anillo de ella le quedará.
Te amo Robert - confesó por primera vez como una sonrisa.
Va a ser una gran boda, como tú me propusiste, tu la pagarás - no dijo nada tan solo lo abrazó, no espero que una noche de bodas terminaría comprometida.
