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Millonario, joven y ambicioso al igual que reservado, ese era Erick el próximo padre de su hijo, ella era igual a ella solo que en distintas formas, mientras el era serio, ella era risueña mientras el era callado, ella era parlachina, mientras el se casaba con otra mujer, ella se enteró que estaba embarazada o bueno se lo había dicho desde antes y aún así el se casó, aunque era lógico, ella no tenía dinero que ofrecerle y tampoco tenía claro lo que eran.
Vamos a tener al niño - dijo después de que desde que entró en el auto estuvieron en silencio - o niña lo que sea no importa lo aceptaré.
Asintió en silencio y vio como el hombre se paraba de su asinto para ponerse cerca de ella.
Janie, ¿Tu quieres tenerlo? - por supuesto que quería la sola pregunta era absurda para ella.
Te casaste - el asintió viendo como el doctor hacía el chequeo que ahora no solo le hacían a el diariamente sino a ella también y al bebé más que nada para saber que el último estaba bien.
Es niño - aviso el doctor y el sonrió a medias complacido con ello.
No puedo creer que vaya a ser madre. Quiero decir tan joven - dijo.
Tienes 28 igual que yo Janie - ella asintió guardando silencio, siempre que quería decir o entablar una plática entre los dos el la cortaba y se estaba cansando de eso.
Vamos a poder tener sexo doctor? - fue lo que preguntó después de que el auto se sumio en un intenso silenció.
Por supuesto solo tengan cuidado - el castaño asintió sonriendo mientras se ponía sus jafas de sol.
Seis meses y su panza era una locura, cada vez más grande, parecía un balón, no esperaba tener una panza tan grande por qué ella era de completuta delgada y al menos esperaba una pequeña pancita nada exagerado.
Todos los días, sin falta, el auto la limo de Erick pasaba por su edificio y ella tenía que estar esperándolo, no hacían nada en específico solo se sentaba en silencio y no hablaban de nada a excepción de sus chequeos constantes y cuando Erick le confeso que querían matarlo.
Si te llegas a morir - hablo y el le prestó atención, estaba frente a ella con la cara roja y el doctor revisando su próstata. - a quien le dejaras tu dinero Erick? - no era interesada, eso lo sabía bien el tan solo era una duda que a le había surgido.
A mí esposa por supuesto - respondió viéndola a la cara mientras intentaba retener las muecas.
Y a tu hijo? - preguntó.
Es mío? - volteó la cara en seguida molesta por esa pregunta y no dijo nada más solo escucho lo que el doctor le dijo y se bajó del auto antes de que el la llevará a su casa, podía ir sola pero al contrario el se bajó y la siguió.
Quieres ir a cenar? - preguntó tomando su brazo pero ella le dió un manotazo haciendo que la soltará.
¡No quiero volver a saber nada de ti Erick! - le dijo - pones en duda a tu hijo y si vas a pensar que no es tuyo prefiero criarlo yo sola sin tí. ¡No me busques más te lo advierto!
Se que es mi hijo - le dijo tomándola de ambas mejillas para que lo viera a los ojos - lo sé, las cuentas coinciden con la última vez que estuvimos juntos, y no hablo de ayer sino de cuando quedaste embarazada.
Eres un idiota - asintió - el mayor idiota.
Me amas? - ella asintió - entonces no dejaras que mi hijo crezca sin mi verdad.
Tu me amas Erick? - le hablo directamente.
Estoy corriendo peligro de muerte ahora mismo y lo único que quiero es estar contigo Janie - era cierto, el no era sentimental o cursi presisamen te a lo mucho llegaba a acariciar su panza cuando ella se lo pedía y sonreía a medias - sabes la respuesta.
Entonces dila - negó - por favor quiero escucharlo de ti. - el suspiró.
Te amo - ella sonrió juntando su frente con la de el - eres a quien amo Janie.
No te vas a acostar con nadie más? - preguntó una vez más.
No lo hago con mujeres que no están embarazadas - le dijo y ella rió. "¿Desde cuándo?" Preguntó. - desde que me dijiste que lo estabas, me siento atraído por una en especial.
Enserio te estoy creyendo - el la vio a los ojos.
Es que no te estoy mintiendo - y ella se sintió dichosa al escuchar aquellas palabras viniendo de el.
