Edward Cullen

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Si algún día te ordenan matarme

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Si algún día te ordenan matarme. Lo harías Bethany? - le preguntó acostado en el pecho de la mujer que tanto amaba.

Lo haré - se puso tensó al escuchar eso pero ella rió después - prefiero mi vida antes que la tuya Edward. Creí que ya lo sabías, no comprando por qué sigues haciendo esas preguntas tontas.

Me gusta escuchar tu respuesta - susurró y cerró los ojos tranquilamente.

No era un secreto que para Aro los Cullen eran un tema difícil y Bethany le debía lealtad por lo tanto también debería odiarlos siendo líder de los Volturi al igual que Aro. Pero sin embargo estaba ahí con el "enemigo" acostada en el suelo del bosque mientras se recargaban de un gran tronco.

Podemos escapar Bethany - incistio una vez más y ella negó.

Soy un verdadero moustro Edward yo mato personas para alimentarme pero tú sin embargo eres "vegetariano" - esa era una cosa más por la cual ella se negaba a formar una vida con el. No quería ni podía hacer que el se alimentará o cayera en la tentación por verla a ella beber sangre humana siempre, sabía el dolor que el vivía por haber matado a humanos en su momento a pesar de que salvó el mundo de malos seres. - no quiero que vivas una vida conmigo, yo soy el verdadero moustro.

No lo eres - la tomó de la mejilla y la acaricio con su pulgar - si fueras un moustro no serías capaz de amar y tú estás dispuesta a dar tu vida por mí, como yo por tí.

No puedo dejar la sangre humana - su cara mostraba el sufrimiento - son tantos años alimentándome de ella que no creo que un animal quite mi hambre.

Estaré para ti Bethany, lo lograrás te lo prometo, Jasper lo hizo tu también podrás - junto su frente con la de su amada y cerró los ojos.

Los de ella eran rojos incluso más intenso que la sangre y si los veías con gran atención te podía hacer ver tu peor pesadilla y dejarte en un estado de locura extrema, ese era su don, pero era capaz de elegir con quién usarlo.

Los Volturi nos buscarán y cuando nos encuentren nos matarán - le recordó y el rozó su nariz suavemente con la de ella.

Correré el riesgo Cariño - estaba despuésto a todo por ella, por su amor, por qué dejara de sentirse tan miserable, tenían el mismo dolor pero juntos se ayudarían.

















Seis meses, los más difíciles de su vida, se encontraba en una cama débil por no consumir sangre humana en todo ese tiempo.

Edward trataba de ayudarla pero el deseo de salir a casar era tanto que pido que la ataran a la cama fuertemente.

Es difícil - comenzó a decirle Jasper sentandose a su lado - si lo sabré yo. Día a día lucho con el impulso pero es cuestión de tiempo, eres de las más antiguas es normal que sea más sufrimiento el que pasas.

No me estás ayudando - le dijo gruñendo - Solo necesito un gran animal que pueda saciar mi hambre. Puedes traerlo para mí Jasper? - el salió de ahí en cuestión de segundos y regreso tirando en sus piernas un venado muerto. - pero suéltame no puedo hacerlo bien sin mis manos - el lo hizo, otro de sus dones era que podía manipularte pero no influir en tus sentimientos esos no los podía manipular tan solo podía decirte que hacer, cosa simples, cortas.

Para cuándo Edward llegó de donde sea que haya estado, encontró a Bethany tarareando una canción mientras Jasper estaba recargada en su hombro con los ojos a medio cerrar, los dos llenos de sangré.

Edward - el sonrió - Jasper me trajo un obsequio esperó que no te poleste. Creo que estoy mejor.

Eso me alegra - ella asintió y se levantó quitando a Jasper suavemente de su hombro.

Aro. Ni nadie de los Volturi nos encontrará al menos que les rebele mi ubicación, podemos ser libres juntos - el rodeo su cintura con sus brazos.

Te amo - susurró.

Y yo a tí - y se besaron desenfrenadamente, macho la boca de Edward compartiendo le de los restos de sangre que quedaban en sus labios, el apetito seguía ahí pero podía controlarlo mientras ningún humano se pusiera en su camino y no oliera su sangre.

Se saboreaba y cada vez que iba a casar con los Cullen imaginaba que era la que tanta tentación le causaba, cerraba los ojos y recordaba el sabor en su paladar e imaginaba mandar todo al diablo pero pensaba, los hermosos ojos de Edward venían a su mente y su amor por el era tan grande que no sería capaz de soportar el dolor que le causaría estará alejada de el. Podía soportar lo, por Edward por su amor lo haría.














Que se note que ya ví todas las películas de Crepúsculo :)

Este es el número 40 ahora sí, aunque gracias al apoyo estoy empezando a considerar hacer un maratón para ustedes mis lectoras y lectores especiales.

Espero que esté les haya gustado tanto como los demás.

ONE SHOTS - Robert Pattison Donde viven las historias. Descúbrelo ahora