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El delfín de Francia y su hermana Adelaide eran invencibles en la batalla e inseparables en la vida, siempre se acompañaban a todos lados y eran respetados por todo Francia, el heredero mayor y la segunda hija del rey juntos a donde fueran, sabían que en esa familia todos tenían la mente igual de retorcida que el padre menos la menor Katherine, al igual que sabían que la poca cordura que había en el delfín era por su hermana Adelaide.
Su amor por el otro era indiscutible y apesar de no decirlo era obvio. "Pero es solo hermandad" decían hasta que un criado los encontró besandose de manera bastante atrevida como si no fuese la primera vez que lo hacían, y no hubiesen tenido castigo de no ser por qué el rumor se corrió rápidamente y había bastante gente escandalizada por ello el rey de vio con la obligación de hacer pagar con muerte.
Por esa misma razón el delfín estaba siendo obligado a permanecer sentado en una silla de madera, mientras frente a el en una tarima colocaban a su hermana en la horca, apretaba la madera sobre sus manos fuertemente al ver cómo lucía después de haber estado prisionera en las mazmorras, una lágrima resbaló por su mejilla y se lamento tanto no haberla escuchado cuando le pidió no seguir con el pecado que estaban cometiendo.
Adelaide fue acusada de incesto y todos gritaban eufóricos pidiendo por su muerte mientras los guardias sostenían el rostro de Luis para que no pudiera separar la mirada de ella.
Es mi deber como rey - empezó a decir su padre y poco a poco todos fueron guardando silencio - hacer pagar a todas las personas que cometan pecado y por eso hoy mi hija pagará con su vida - la voz del hombre era tan serena que le estaba causando enojó - pero les pido a todos por el amor de Dios que me dejen Ami y Ami familia arreglar esto. - abuchearon y el se removió intentando levantarse pero lo obligaron a sentarse otra vez. - la muerte será su castigo tenga lo por seguro, pero no delante de ustedes, anque haya cometido un pecado no deja de llevar mi sangre y merece respetó.
La mirada confundida de Adelaide se cruzó con la de el y entre todos los gritos de las personas se permitió recordar cada uno de los momentos que vivió con ella.
Cuando por primera vez se metió entre sus sábanas, ella dormía plácidamente y el entro a mitad de la madrugada a su habitación para acostarse a su lado y abrazarla, no podía evitar sentirse atraído por ella, la forma en que sus labios se movían cada vez que hablaba, como sus ojos lo miraban, su forma de hablar, era evidente que había crecido y el estaba seguro que no habría mejor hombre que el mismo para ella.
La joven se agitó cuando sintió una mano sobre su boca y aún más cuando sintió como otra se colaba entre su bata de dormir y agarraba uno de sus pechos. Se sentía aterrizada y una lágrima resbaló por su mejilla al imaginar todas las cosas que le harían sin que su padre, hermana y hermano se enteraran, cerró los ojos resignada esos estaban siendo los peores segundo de su vida hasta que escucho su voz.
Te amo tanto Adelaide - sus ojos se abrieron como plato y de un salto mientras lo empujaba se levantó de la cama.
Luis - dijo aterrorizada al verlo apenas en una bata y que el había Sido quien la toco de manera tan atrevida.
Se movió rápidamente hasta donde ella estaba y la tomó de las manos.
Será nuestro secreto hermana ¿Tu no me amas? - preguntó viéndola a los ojos atraves de la poca luz que se colaba por la ventana de la habitación.
Ella no contestó y dejo de respirar al sentir como Luis alzaba su bata para dejarla semi desnuda solo con sus bragas tapándola.
No te haré nada malo, solo te mostraré mi amor - le dijo acariciando su mejilla y ella cerró los ojos confundida ante todo eso para después soltar un jadeo al sentir que el chupaba su cuello.
Una lágrima salió desde lo más profundo de su alma, arrepimendose de haber llevado a eso a su hermana y que en ese momento estuviera apunto de perder la vida por su culpa y su estúpida falta de respeto aquella noche.
Tal fue su sorpresa cuando todos estuvieron en sus casas y solo unos cuantos guardias, su padre, Katherine, Adelaide y el quedaron y el rey ordenó que lo soltarán.
Lo primero que hizo fue correr hacia Adelaide y tomarla de las mejillas para verla a los ojos ella estaba asustada igual al día que la tomó por Sorpresa.
Hay que esconderla en lo más alejado de castillo - escuchó decir a su padre - desde hoy está muerta para todos y el que se atreva a decir algo sobre este día perderá la lengua y la vida también. - fue claro y seguro de las palabras que decía - estoy enfermo cada día mi muerte se acerca más y ustedes no hacen más que decepciónarme - les dijo mientras los veía y negaba.
Son mis hijo ¡Ningún hijo mío será sentenciado a la horca! Que idiotez - dijo mientras se iba negando y murmurando otras cosas más.
No soportaría perderte - le dijo cuando estuvieron solos - te amo Adelaide.
Déjame en paz - dijo con la voz entre cortada mientras se separaba de el - no quiero volver a saber de ti en mi vida Delfín.
La vio marcharse escoltada de los guardias y sabía que se lo merecía por qué después de todo el que empezó todo fue el y el era quien merecía la muerte sin embargo a la que sentenciaron a muerte fue a ella por ser mujer.
Pero había algo que el pueblo olvidó y es que no decían ni discutían nada cuando esa misma mujer les traía triunfos.
Está un poco loco este capítulo me base más o menos en la película de la cumbre escarlata, está buena la verdad y espero que les haya gustado. El capítulo no la película obviamente jajsjsj.
No olviden votar y ya saben que si algo no les pareció pueden decirme con confianza y con gusto lo cambiaré.
Mañana voy a subir el capítulo de Toby Jugg así que esperenlo.
No olviden votar y pueden hacer sus pedidos ya saben que estarán abiertos para ustedes :)
