Capítulo 26

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Héctor

--Está todo listo para la prueba -Me dijo Hiroshi mientras caminábamos al rededor de su mansión.

-Bien...

-¿Qué te pasa? ¿Sigues mal por lo que pasó con el papá de José?

Pasé saliva asintiendo.

-Ya pasaron años pero aún me duele... José nunca me perdonaría esto y tampoco Diego.

-Él te dijo que sería un secreto entre los tres y que no te atormentaras con eso -Se detuvo a darme una palmada en la espalda-. Déjalo ir, no es sano, Scott.

Sonreí negando con la cabeza.

-Él siempre me llamó así, detestaba mi primer nombre.

-No lo detestaba, sólo que concuerdo con él en que Scott te queda mejor.

-Quiero ir a su tumba...

-Hazlo.

-¿Crees que exista vida después de la muerte?

-No hay vida después de la muerte, por algo se llama así. El ciclo de la vida termina para que el ciclo de la muerte inicie. Nadie sabe lo que pasa después y no entiendo el miedo que tienen la mayoría de morir.

-¿No le temes a la muerte?

-No puedes temerle a algo que no conoces. Es como querer quedarse estancado sólo porque te dá miedo conocer más de la vida.

-¿Estás listo para morir?

-No quiero decir eso porque aún no lo estoy. Natalia y Samuel ya no me necesitan, ambos son muy fuertes y valientes, pueden sin mí.

-Pero te aman, ten en cuenta eso.

-Tanto como yo a ellos.

Empecé a caminar de nuevo y me decidí a hablar lo que ya tenía guardado pero es que con Hiroshi puedo expresar lo que sea porque conoce toda mi historia.

-Debo dejar ir el pasado, si continúo así terminaré diciendole a José que yo maté a su padre.

Ya no hubo respuesta de él porque Natalia apareció en nuestra vista.

-¡Hola, suegro! -Dijo antes de brincar para besar mi mejilla.

-¿Cómo estás, Nat?

-Bien -Buscó con la mirada detrás de mí-. ¿Y su hijo?

-¿Mauro? -Me burlé.

-No, él no, a él le acabo de hacer videollamada. Hablo de Matías -Entrelazó su brazo con el de Hiroshi.

-Debe estar haciendo tareas, se atrasó mucho por estar en el bar y ahora debe apurarse en el colegio.

Frunció los labios y asintió.

-Lo entiendo...

-Debo irme, Damisela -La despeiné-, prometí llevar a Robert a los juegos.

-Te cuidas, me saludas a Matías.

-Le diré que te llame.

-Por favor, cuando yo le llamo apenas si hablamos un minúto.

-Igual a tu mamá -Besé su frente-, te quiero mucho y felicidades por ser la nueva líder.

-Gracias -Se sonrojó.

-Nos vemos, Hiroshi, te llamo en un rato -Le dije estrechando nuestras manos.

-Cuídate.

Me alejé de ahí mientras pensaba en cómo controlaría mi fuerza para no pegarle tan duro a Natalia y Matías cuando me enfrentara a ellos.

Me subí a la moto para dirigirme hacia el aeropuerto y subir al Jet que me llevaría de regreso a Perú.

A Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora