Natalia.
4 meses de embarazo.
Matías me bajó de la camioneta y no deja de mirarme como si fuera lo único que hay en éste planeta.
-Ya no van a secuestrarme para que no me pierdas de vista -Bromée mientras caminabamos hacia el consultorio.
-Mejor no me arriesgo -Me dió un beso en la boca.
Me reí por lo bajo. Realmente está muy intenso.
-Hola, Nat -Me saludó la cirujana que está llevando el control de mi embarazo.
-Hola, Lisa -Besamos nuestras mejillas.
-Pasen, en seguida estoy con ustedes.
-Tambien es un gusto verte -Le dijo Matías mientras entrabamos.
-Olvidaba que al papá también le afecta el embarazo-Respondió Lisa.
Me reí pero luego los nervios entraron de nuevo. Mis amigos no han llegado y ni siquiera han mandando mensajes.
Matías se sentó junto a mí y levantó las cejas cuando me vió.
-¿Qué? -Pregunté.
-¿Te imaginas tener crema batida en tu cara?
-¿Qué? -Fruncí el ceño.
-Sí, te embarro de crema batida y luego te la quito con mi boca.
-¿Eso se te antojó?
-Mucho.
Me reí negando con la cabeza.
-Al rato, después de que me digas el sexo de nuestro bebé.
Acarició mi rostro y en ese momento entraron todos.
-¡Por fin! -Gritó Katheryn-. Mi pequeña está ansiosa por saber si tendrá otra prima o primos.
Matías acarició su vientre antes de darle un beso.
-¿Qué opinas tú?
-Una niña -Respondió sin dudar.
-Yo voy por un niño. Tu camioneta si pierdes.
-Trato hecho.
-No apuesten a mi bebé -Dije poniéndome de pie.
-Apostamos la camioneta, querida -Dijo Katheryn guiñándome un ojo.
Lisa entró y todos se mantuvieron a la debida distancia
-¿Lista, Natalia? -Me preguntó al llevarme a la camilla.
-Sí... -Me escuché nerviosa.
Me acosté, subí mi playera y ella bajó un poco mi pants.
-Recuerda que debes seguir usando ropa cómoda -Dijo antes de untar el gel en mi vientre.
-Creeme que Matías se encarga de eso -Torsí los ojos recordando que me pone hasta sus pants porque son más grandes.