Capítulo 3

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Matías.

-Perdónala...

-¿Perdonarla? ¿De qué? No hizo algo malo para ser perdonada.

Negué con la cabeza para eliminar esas voces que pasan por mi cabeza.

Cerré la llave de la regadera y fuí a la habitación.

Sentí un nudo en la garganta al no verla ahí, acostada boca abajo mientras babea.

Fuí a ponerme algo de ropa y mientras lo hacía me reí por lo bajo al recordar que a ella le gustaba ponérmela.

Salí de la habitación para bajar a la cocina. Todo estaba silencioso y se notaba la ausencia de ella.

Me urge buscarla, quiero tenerla pero mis pensamientos me traicionan.

Todo es blanco y negro.

Es un sí y un no.

Es frío y caliente.

Ví a Akira en la cocina. Sólo tenía una bata blanca.

Me acerqué a ella pero se dió la media vuelta antes de que pudiera abrazarla.

-¿Qué te pasa? -Preguntó poniendo una mano en mi pecho para mantener la distancia.

Su rostro empezó a cambiar, se parecía más a Natalia.

Bajé su mano con suavidad y me incliné para besarla pero me dió una bofetada

-¡No soy ella! -Reclamó molesta-. ¡Tu mismo la alejaste!

-Perdóname...

-¿Cuántas veces ella te pidió perdón? -Me agarró por los hombros y apretó lo suficiente para que me doliera-. No hagas idioteces y compórtate como lo que eres.

Me soltó y trató de irse pero la detuve

-¿Qué hago, Akira? La extraño...

-No la busques, antes mejora tu actitud.

-Ayúdame -Fuí a arrodillarme ante ella

-No, Matías, no voy a ayudarte. No quiero que mi hija esté con un tipo que la humilló.

Quitó mis manos de su cadera y se fué.

Me la devolvió... Se vengó por su hija...

Y yo me estoy sintiendo mal... Asi como se sintió ella.

Hasta ponerme de pie me hizo sentir fatal. No había nadie y me sentí humillado.

Llegué a donde está la fruta y me metí algunas uvas a la boca.

-¿Por qué los corriste? -Preguntó Katheryn .

Levanté la mirada y venía con mi papá.

-Ellos quieren irse y es lo mejor -Respondió mi papá sirviendose un vaso con agua

-No puedes permitir eso, Diego debe seguir durmiendo conmigo.

-Si vivimos juntos fué para protegernos entre todos pero ya se acabó. Entiende que José quiere llevarse a su familia a otra mansión.

-Entonces Diego y yo viviremos aparte.

-No tienes idea de lo que dices

-La tengo y por eso te digo que me iré con él.

-¿¡Cuál es la urgencia!?

-¡Estoy embarazada!

La uva se me atoró provocando que tosiera y mientras mi papá escupió el agua

A Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora