La Boda

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Natalia.

Katheryn me sentó de golpe en la silla y después abrió más los ojos.

-Oh, nena, perdón, no fué intencional...

-Descuida -Le sonreí.

Las demás chicas entraron a la habitación y Celeste era la más emocionada.

-¡Mira! -Expresó mientras Jessy le ayudaba a quitar la cubierta al vestido.

Mordí mi labio antes de mirar a Katheryn

-Gracias... ¡Muchas gracias! -La abracé con fuerza.

-Tu lo diseñaste, yo sólo lo hice...

-Pero te quedó precioso... Está perfecto.

-Bueno, será mejor que nos apuremos porque es tardísimo y no quiero que Zeus nos esté apurando -Dijo Celeste regresandome al asiento.

-Yo voy a maquillarte mientras Celeste te peina -Me dijo Katheryn.

Ingrid le ayudó con la maleta y al abrirla cerca de mí, todas nos quedamos mirando la cantidad de maquillaje que había.

-Pero si sólo vas a maquillarla a ella -Dijo Ingrid

-Nos queda poco tiempo.

Me quedé quieta mientras Katheryn iniciaba a maquillarme y Celeste jugaba con mi cabello.

Katheryn no dejaba de hacerme caras para hacerme reír y Celeste pasaba su dedo por mi clavícula provocándome más nervios.

Las otras chicas se apuraron a vestirse y maquillarse para que al final me ayudaran con el vestido.

Me puse a pensar en Matías, en qué también tarda mucho en arreglarse y más por ese cabello alborotado que tiene.

Puse todo de mi parte para no moverme, mantenerme tranquila y no sentirme nerviosa o presionada.

-Ya casi... -Dijo Katheryn más emocionada que yo.

Celeste terminó primero y fué a vestirse rápido mientras que mi cuñada me miraba a cada rato y se reía por cómo me ponía más nerviosa.

-Ya, mi amor... -Dijo antes de acercarme el espejo grande.

-Me veo...

-¡Perfecta! -Gritó poniéndome de pie.

Me abrazó y tuve que controlar las ganas de llorar.

Las chicas entraron y dieron brinquitos al verme.

-Si ya tienes a Matías a tus pies ahora tendrás a todo el puto mundo -Dijo Rosa..

Se veía linda con ese vestido color coral luciendo su vientre.

-Me interesa tener a Matías -Dije antes de abrazar Ingrid.

-Estás muy hermosa -Le susurré.

-Ya ponte el vestido, carajo -Susurró.

Me reí antes de agarrar el vestido y suspiré.

-¡Desnúdate! -Dijo Celeste.

Me quité la bata enfrente de ellas y bueno... No hubo problema, aunque si me sentí rara...

Me ayudaron a ponerme el vestido. Katheryn se encargó de atar el nudo de la espalda. Celeste acomodó las capas de la tela. Jessy sólo miraba entrecerrando los ojos para que no faltara detalle alguno. Ingrid iba sintiendo mi cintura para que no quedara muy apretado mi vientre. Rosa prefirió quedarse sentada ya que últimamente se cansa más y mi cuñada Brenda estaba en celular seguro chateando con Samuel.

A Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora