Matías.
"Noticia mundial. Natalia Tanaka la hija de el famoso líder de la mafia Japonesa; Hiroshi Tanaka, tendrá su primera entrevista en Rusia pues ha destacado como la chica que construyó hoteles para caninos y eso le ha dejado enormes ganancias. No cabe duda de que tiene la inteligencia de su padre"
Solté la revista para mirar la pantalla que tengo enfrente y sonreí al ver a mi pequeña.
Muchos periodistas se acercaban a ella para hacerle preguntas como: ¿Qué se siente ser millonaria a temprana edad?, ¿Qué socios estarán aliados con usted?, ¿Por qué no sabíamos que Hiroshi tenía hijos?
Y ella sólo los evitaba porque se sentía la puta ama estando al lado de su padre, el tipo más egocéntrico y con el ego por los cielos.
-Joder, mujer, estamos listos para por fín estar juntos -Murmuré tocando el arma que tenía sobre la cama.
-¡Matías! -Gritó Katheryn tocando varias veces la puerta.
-Pasa -Le dije apagando la pantalla.
-En 2 horas inicia la entrevista de Natalia así que apúrate.
Me quedé boquiabierta al verla con ese vestido rojo que se ceñía a su cintura y era un moño lo que cubría sus pechos. El vestido era corto, apenas si cubría sus pompas.
-¿Qué? -Preguntó frunciendo el ceño.
-Es que... ¿Eres un ángel? -Le dí una vuelta y sonreí al ver su espalda desnuda, sólo era una línea de tela lo que la cubría.
-¿Tan hermosa me veo? -Se sonrojó.
-Te queda corta esa palabra
Me abrazó dando brinquitos.
-Es que llevo los genes de papá.
Me reí asintiendo.
-Voy a bañarme rápido y me visto para que vayamos a la entrevista -Le dije después de besar su mejilla.
-Está bien, mientras me tomaré fotos porque cuando salgamos me tendré que poner el abrigo.
-Ni modo que te aguantes el frío.
-Si aguanto, una perra empoderada no se deja dominar por el frío.
Me reí abrazándola de nuevo.
-Bueno, pues como quieras.
-Apúrate -Me llevó hasta el baño.
Cuando cerré la puerta empecé a desvestirme y luego abrí la llave de la regadera.
Mi papá siempre ha dicho que comúnmente queremos que lo que deseamos llegue a nosotros de manera rápida pero que no sucede así porque cuando algo vale la pena tarda en llegar y es lo que nos hace valorarlo más.
Ahora sé que tiene razón. Tardé un año en reponer todo este desorden y para ser sinceros, habían días en los que me desesperaba cada noche por no tener a Natalia conmigo.
Todos los días me pregunto si podremos dormir juntos o no ya que por las reglas de mis padres lo veo muy difícil. También no sé si después de ésto Natalia quiera regresar a Perú o quedarse en Japón.