Capítulo 14 - Un cielo lleno de estrellas

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Abajo estaban todos reunidos en el patio con el corazón en la boca ante lo sucedido, cuando de repente oyeron un disparo que les heló la sangre y confirmó que efectivamente algo o alguien estaba allí esa noche.

Figlio, figlio! —comenzó a gritar Alicia llorando desesperada.

Todos fueron corriendo hacia arriba y al llegar, se encontraron con un Lorenzo bastante aturdido.

—¡Lorenzo! ¿Está bien? ¿Qué pasó? —preguntó Lucía acercándose a él.

—Había alguien... sono sicuro che había alguien qui... —respondió él intentando hallarle una explicación a lo que vio.


***

Los ánimos siguieron caldeados después de eso, algunos regresaron a sus cuartos, pero otros se quedaron en vigilia al sentirse inseguros por lo ocurrido. Entre ellos estaba Lorenzo, quien aún intentaba hallarle una explicación a lo que había pasado.

—Ya revisamos todo arriba y no hay nadie —dijo Lucía—. Ni siquiera parece que hayan forzado ninguna ventana ni nada. Estaba todo normal. ¿Usted está seguro de lo que vio, Lorenzo?

—Sí, vi una sombra che si movió velocemente para la ventana —aseguró él mientras su madre le daba un café caliente—. Io sono sicuro di quello che ho visto.

—No dudo de usted, pero es raro —seguía insistiendo Lucía.

—Lucía, per favore para. Mio figlio non dovrebbe mentire —respondió Alicia algo molesta.

—Yo sé que no tiene por qué mentir, y confío en él. Lo raro es que quien sea que haya estado ahí entró y se fue como si nada. Lo hemos buscado por el barrio y tampoco vieron nada, simplemente... desapareció.

Quella cosa non era humana —aseguró Lorenzo con el café entre sus manos.

Mio Dio! —Alicia comenzó a persignarse una y otra vez.

—Espere... ¿está pensando que era... un espíritu? —preguntó Lucía.

Gli spiriti existen, Lucía —aseguró Alicia—. Io visti molti nella mia vita.

Io también. In guerra c'è un'energia molto densa, e aquellos che sono morti quedan allí, rivivendo la loro ultima battaglia una e otra vez —recordó Lorenzo agachando la mirada.

Aquello le hizo pensar a Lucía, tal vez más de la cuenta.

—Entonces, ¿será el espíritu de...?

—¿De Lucas? —interrumpió Florencia detrás de ella. Todos quedaron en silencio al verla—. Respondan, ¿era Lucas?

—Son solo suposiciones, linda —respondió Lucía.

Florencia se fue corriendo, y dejando a todos con la palabra en la boca

Mi preoccupa —dijo Alicia con la mano en el pecho.

—Yo voy a hablar con ella, doña Alicia, no se preocupe.


***

Guillermo vio pasar corriendo a Florencia como si la llevara el diablo, y enseguida supo dónde encontrarla. En la terraza, al frío de la intemperie estaba ella de nuevo, desabrigada y mirando hacia las estrellas.

—Flor, ¿qué hacés acá? —preguntó él sentándose a su lado—. Tomá, abrigate que hace frío.

—No quiero volver a dormir en mi cuarto, Guille —declaró entre lágrimas.

Sombras en la noche (#SdV 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora