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—.......

Los ojos de Angie se abrieron como platos. La expresión de su rostro estaba envuelta en un estado de conmoción, comparable a la sorpresa que acababa de experimentar. El hombre que se identificó como Kai continuó.

—Aquella noche que nos encontramos en el bosque. Debiste sorprenderte tanto que te desmayaste de repente.... Así que te llevé a casa.

—Pero mi madre dijo que solo fue un sueño.... Dijo que no había señales de que yo hubiera salido.

—Eliminé todos los rastros en caso de que estuvieras preocupada. Borré todas las huellas cubiertas de nieve y colgué tu abrigo en su lugar original.

—¿Por qué estabas en el bosque esa noche? Oí un ruido extraño y salí, entonces por qué Ka– Kay....

—Me despertó un extraño eco. Así que fui al bosque, sin embargo, no esperaba encontrarte allí.

—Vi una figura negra moviéndose rápidamente entre los árboles. Joven Kay, usted.... ¿También lo vio?

—No.... no lo vi.

Kay sacudió ligeramente la cabeza, ocasionando que su cabello de aspecto suave se ondulara.

—Los ecos han sido identificados. La señora Dunst dijo que había una pequeña anormalidad en el viento, lo que provocó que el sonido de algunas máquinas se estropearan.... Pero extrañamente, ninguno de los aldeanos se despertó con el sonido y salió.

Kay dio un paso más cerca. Ahora estaba justo delante de Angie.

—Excepto tú.

—.......

—No había nadie más allí.

—Ya.... Ya veo.

Angie se humedeció los labios sin comprender.

Eso es muy raro. ¿Por qué, de tanta gente, fue ella la única que escuchó ese sonido? Sin embargo, esa pregunta se quedó dentro de sus labios y no salió ni una palabra.

Quizás la razón era importante. Tal vez era algo que tenía un significado muy profundo, más allá de lo que Angie podía imaginar. Pero ahora no importaba. Al menos en este momento, no significaba mucho.

Había un silencio. No hubo comunicación entre los dos. Simplemente se miraban fijamente como si estuvieran encantados. Y quien rompió el silencio primero, fue la persona que mostró menos sentimientos internos y reflejaba un afecto más profundo en sus ojos.

—Tu regalo de cumpleaños.... ¿Te gusta?

—.......

Angie abrió ligeramente los labios ante el profundo tono de voz. Solo entonces volvió a recordar de que esto era su regalo de cumpleaños, y lo que significaba. Una palabra clara y sencilla le hizo cosquillas de forma natural en el interior.

Sí, me gusta. Es demasiado sorprendente. Es tan....

Angie frunció ligeramente la frente al escuchar su corazón latiendo. Sus latidos eran tan fuerte que sentía que iba a saltar.

Es tan hermoso. No sabía que Kay era una persona tan hermosa.... Nunca lo había imaginado.

Al final, ni una sola palabra salió de su boca. Sin embargo, Angie estaba transmitiendo tales sentimientos de otra forma. Y aunque Kay no lo sabía, parecía estar escuchando claramente su silenciosa respuesta.

—¿Puedo acercarme un poco más?

Ante la pregunta de Kay, Angie dudó durante varios segundos antes de asentir.

Dios bendiga tu destrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora