Dios bendiga tu destrucción

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Angie se secó rápidamente las mejillas húmedas. Y después de tomar algunas respiraciones y exhalar para calmar su mente, salió a la cocina. Laura estaba removiendo la olla que aparentemente tenía un sabor sabroso. Al sentir la presencia de su hija, la madre inmediatamente se dio la vuelta.

—¿Qué ha escrito el joven maestro? ¿Sigue en tratamiento?

—S– sí. Dijo que aún necesita más tratamiento, pero que está mejorando poco a poco....

Angie estaba nerviosa y tartamudeó hasta el final. Ahora que lo piensa, tanto su madre como su padre desconocían la relación entre los dos.

Todavía no estaba mentalmente preparada, y su futuro con Kay aun no se ha confirmado. Aun así, le preocupaba que sus padres se dieran cuenta. Sin embargo, afortunadamente su madre no parecía pensar mucho en la carta de saludos del joven maestro.

—Sí, pero tú lo has cuidado bien y has evitado que se sienta solo, así que se habrá acordado de ti. Espero que se recupere pronto. Siéntate y prepárate para el desayuno. Es tu sopa de calabaza asada favorita. ¡Casi la quemo! Tu padre cocinó ayer los higos que te gustan.

—Wow, se ve delicioso.... ¡Gracias por la comida!

—Hoy vas a descansar en casa, ¿no? ¿Vas a ir al estudio después de mucho tiempo?

—Sí, hay algunas cosas que no he terminado. Lo terminaré hoy y lo llevaré a la capilla mañana.

Después del desayuno, Laura Rizdel se fue a trabajar a la villa, donde su marido había ido primero. Angie, al quedarse sola, sacó la carta de Kyle de su bolsillo y la examinó de nuevo. Al mismo tiempo, recordó que estaba tejiendo en el estudio y que estaba haciendo pañuelos para hombres.

¿Qué tal si hacemos uno para Kay? Si se recupera hasta cierto punto y vuelve al edificio principal, se lo daremos como regalo para celebrar su recuperación.

A las muchachas del pueblo les gustaban mucho los pañuelos de encaje, manteles y guantes que Angie confeccionaba como hobby y trabajo extra. La razón era que incluso con una tela áspera, evocaba una sensación de dignidad y elegancia como la de un noble. Estará muy por debajo de la dignidad de un Duque, pero, ¿no estará el maestro muy feliz de aceptarlo?

Angie se sentó en la mesa de la cocina durante un largo rato después de que el té de la taza se enfriara. No podía apartar los ojos de los pétalos de geranio rojo que había en la maceta junto a la ventana. Es una flor que Kyle le entregó por detrás del velo mientras hablaban de un libro que leyeron una vez.

Intentó pronunciar en voz baja el significado de las flores de geranio.

—Te amo.... Te amo.

¿Desde cuándo? Kay dijo que parecía haberla amado desde la primera vez que entró en la habitación. Pero ella no podía recordar. ¿Exactamente cuándo se volvió especial?

El sentimiento de amor es como lo leyó en un libro. Incluso antes de oír la voz de la otra persona, incluso antes de ver su rostro, su existencia conmovió su corazón e impregnó en su alma, al igual que el aliento de este verano que se dispersa por el aire. Tal vez no se captaba a simple vista, pero ciertamente existía y continuaba.

* * *

Al llegar a junio, los días se hacían cada vez más largos. Cuando el sol se sintió un poco más cálido, la isla estaba ya en el umbral del verano.

Había pasado otro mes desde que recibió la primera carta de Kay. Hubo dos correspondencias más desde entonces. Era la misma letra y las mismas palabras.

No había ningún cambio en el contenido, pero el corazón de Angie estaba muy agitado cada vez que recibía una nueva carta. La segunda carta fue más emocionante que la primera, y la tercera carta fue más emocionante que la segunda. Al menos, siempre había una sensación de alivio y de esperanza de que Kay siguiera a salvo, sin embargo, los sentimientos de anhelo doloroso también estaban presentes.