Capítulo 28

3.6K 258 77
                                    


New Orleans, Luisiana.

Fabrizzio

Remolinos de pensamientos y sentimientos se despiertan en mí cuando entro a su casa. Lo veo tirado en el suelo con sangre en el labio y la ceja. Preguntar qué le había pasado era perder el tiempo cuando veo a Evans, sostenerse el estómago y el labio roto a su lado. Las lágrimas brotan de los ojos de Adam y me siento en el espacio libre de su costado.

— Ya no está...— su cara se arruga reteniendo un sollozo. — mi bebé...ya no está.

— Ella todavía esta ahí.— niega con vehemencia.

— Me siento un inútil que no es capaz de proteger a la persona que ama, está muerto por mi culpa. No debí sacarla de New Orleans. — le abrazo por mi y por Evans. Quien nos mira con su mirada en blanco, desprovista de cualquier sentimiento. Había catalogado como «El vacío» cuando era pequeño. Mientras abrazo a Adam quien llora como si nunca hubiese llorado en su vida. A ninguno de nosotros nunca nos ha importado llorar delante del otro, es una de las cosas que amo de que Rosa me haya adoptado. No hubiera pedido algo mejor, porque con nuestras mierdas siempre nos tendremos el uno a los otros. Le tomo la mano a Evans para traerlo de vuelta. Cuando parpadea y nos observa a ambos, se nos acerca y pone su cabeza en la espalda de Adam abrazándolo.

— Te pegué porque ella debe estar igual o peor que tú. — murmura Evans mientras permanecemos abrazados. — Seguro preguntando por tí.

— La dejé ir, Evans. Por que a diferencia de tí, soy un egoísta que no pudo soltar a tiempo a la mujer que ama a tiempo, y me la hirieron, me la maltrataron y mataron a nuestro bebé. — Nos separamos un poco mientras Adam se pasa las manos por la cara alejando las lágrimas. — Es mi culpa. Merezco sufrir por esto. Debí saber mejor.

Voy a responderle cuando me entra la llamada de Marie. Le comunico lo que es inevitable. «La dejo ir.» Creo que aunque sea contradictorio, ambos necesitan crecer a partir de este dolor y hacerlo individualmente. Ambos están muy dañados para repararse uno a otro, lo mas probable es que terminara mal.

— Haz lo que necesites hacer. Si piensa que ella estará mejor en Rusia, entonces que así sea. Pero quiero que te enfoques en tí, no quiero verte hecho un trapo cuando ella se vaya para siempre.

— De lo contrario voy y la traigo hasta tí. Aunque me tenga que cargar media Bratva. — exclamó Evans. Esperaba que Adam hiciera lo que le decimos porque Evans no está bromeando, mientras no tenga una sonrisa en la cara, todo lo que dice lo cumple al pie de la letra.

Asiente tomando un retrato de él y Katherine: — Quiero estar solo. Hoy me siento como la mierda, mañana estaré mejor.

Se queda hecho un ovillo en el suelo. Evans se levanta y me mira.

— Vamos, ya hicimos lo que pudimos. Voy quedarme unos días en el hotel. La arañita se queda conmigo. Adam me lastimó la herida.

Alzo una ceja de camino al elevador. Evans en un cuerpo a cuerpo solo es herido cuando quiere y en el estado en que está Adam es muy difícil que no lo haya podido esquivar. «¿Que estas tramando?»

— Dile que me vea.

Arruga su ceño. «Maldito posesivo» Quería decirle que no es un objeto, pero sería embarcarme en una pelea innecesaria con él.

— Me voy al hospital. Te veré luego y cuida esa herida por amor al diablo.

— La ultima vez que lo comprobé me tenía entre sus favorito, soy el que más contribuye a su causa. Por cierto, encontré los hombres de negro de Fabi. Les di unas vacaciones indefinidas en el infierno.

Loca Por Un Mafioso©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora