Loca Por Un Mafioso©

Capítulo 35

Florencia, Italia.

Marie

Pensé que me había deshecho de Agatha el día de la cena, pero me equivoqué. Esa vieja es un grano en el culo. Ahora ha dispuesto que los caballos recorran el claro que hay entre la mansión y la casa donde corro con el auto.

Lo que me tiene con la sangre hirviendo es que el terreno es de la señora y tampoco voy con la queja a Fabrizzio para que no tenga que ver a la momia que le tocó por abuela. Si algo he aprendido ne esta vida es que al enemigo hay que darle por donde más le duele y si ella aborrece todo lo que tenga que ver con nosotros pues me tendrá que tragar a cucharada y sin agua.

Subo las escaleras llamado a Geo como vendendora de mercado.

- ¡¡¡Ge-eo!!! ¡¡Ge-oo!!.

Me paro en lo alto de las escaleras observo a la vieja salir con un camisón y las greñas alborotadas, casi me río, aunque es comprensible que a las 4 de la mañana estén así, detrás la hermana de Geovanni, pero nada del susodicho.

- ¡¿Que escandalo es este por dios?! -auya la vieja.

- ¡Geovanni MARIPOSA Mazzini presentece! -grito divertida. Oigo un trastazo por el pasillo y es el maldito que viene en boxer con varios chupetones en el pecho.

- ¡¡¡¿Ahora que tienes desquiciada?!!! -gruñe entre dientes.

Alzo mi reloj con chulería.

-Cuatro y media de la mañana nene. -Habíamos decidio que esta hora es la mejor para entrenar. Fabrizzio se iba a las cuatro y regresaba a las ocho de la mañana.

Cierra los ojos no se si contando o cagandose en la madre que lo parió.

-¿Acaso hice un pastel con el fruto prohibido para merecer esto?-murmura irritado.

-Esto es una casa decente, ¿Cómo permites que una parecida irrumpa en la casa de esta manera Geovanni?

- ¿Tal vez porque no soy una aparecida y esta no es su casa? -le sonrío ironica a la momia. -Vuelvan a dormir, disculpa la moslestia. -le digo a la hermana de Geo y esta asiente con una sonrisa divertida mirando a su abuela quien está por explotar.

-No voy a permitir...

- ¡¡Callense!! Desaparezcan todos y tú...-suelta Geo y me apunta. -ven conmigo.

Le sigo sin inmutarme por su estallido a diferencia del resto que saltaron en su sitio. La verdad es que cuando se enoja pierde toda delicadeza.

-¿Por qué te gusta el escandalo? Podías haber venido a mi habitación sin que nadie se diera cuenta.

-¿Cuál es el punto en entrar a casa del enemigo si no sabe que he entrado y no puede hacer nada al respecto?

-Mi abuela no es el enemigo. -niega con la cabeza.

-Claro porque es una abuelita amorosa que quiere a todos sus nietos por igual. - escupo retándolo a que lo negara. - Es puro veneno la señora.

Doblamos una esquina.

-Mejo callate. No se como Fabizzio te soporta.

-Porque me ama y se lo hago delicioso.

-¿No tienes vergüenza?

-¿La tuviste tú cuando me la metiste por el trasero como gaveta que no cierra? Creo que el tener vergüenza está sobrevalorado.

-No me lo recuerdes, que me da coraje.

-¿Habermela metido o pensar que Fabrizzio estaba dandote una buena mamada?

Me mira insultado y abre una puerta en la que hay un hombre sexy de constitución desgarbada atado y con una verga morada por el anillo que tiene en la base.