Capítulo 4

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Christopher's POV.
Mi familia y yo mirábamos con pena a la muñequita barbie con accesorios incluídos que lloraba mirando la dirección en la que su padre se fue, si supiera que la peor noticia de su vida todavía no le era dada, seguro ahorra esas lágrimas para después.

- Vamos adentro ___, tenemos que hablar - Dije.

Ella pareció ignorar mi llamado, ya que no se movía de donde estaba.

- Barbie, te estoy hablando - Volví a decir.

Completamente indignada ella volteó a verme y seco sus lágrimas.

- ¿Cómo me dijiste? - Preguntó.
- Dije, vamos adentro - Repetí serio.
- No me llames barbie, mi nombre es ___ - Dijo.
- Entonces demuestra que entiendes cuando te hablo -.

Sin dejar que dijera nada más entré a la casa con mi familia, escuchando como sus tacones se acercaban.

- No sé que hago aquí, ¿Bien? Estoy segura de que mi papá quiere pegarme un susto pero volverá - Decía tan segura de ella misma que me hacía reír.
- ___, tu papá no va a volver ahora - Le aseguró mi mamá.
- Voy a llamarlo - Se apresuro a decir.

Ella sacó su celular y trató de llamar a su padre.

- ¿Cómo te explico que aquí no hay señal? - Mencioné.
- ¿Cómo que no hay señal? ¿Y qué hacen entonces? - Preguntó confundida.
- Algo que tú no conoces, no todavía - Respondí.

Tras soltar un suspiro volvió a guardar su celular.

- Escucha bien muñequita - Dije sarcástico provocando una mala mirada de su parte - Salimos de aquí a las seis de la mañana en punto, no antes, no después, así que te aconsejo que si quieres desayunar te levantes temprano porque no comerás hasta que cumplas con tu tareas - Advertí.
- ¿Tareas? ¿Cuáles tareas? - Cuestionó.
- Mañana lo sabrás, mientras tanto acomodate en el sofá, ahí vas a dormir - Dije.
- ¿Qué? -.

Ella se giró para mirar el sofá viejo que estaba en la sala.

- Yo no voy a dormir en esa cosa, los resortes van a picarme y hacerme daño - Se quejó.
- Entonces elige algún rincón del suelo para que duermas - Dije simple.

Su cara solo mostraba coraje, pero no le quedó de otra mas que dejar su bolso sobre el sofá.

- Necesito que traigas mis maletas - Mencionó.
- ¿Qué traiga tus maletas? - Dije burlón - Claro que no, ¿Quieres algo? Pues entonces tú lo consigues, están en la camioneta en la parte trasera, si las quieres tómalas -.
- Pero -.
- El baño está arriba por si quieres bañarte, y descansa hoy porque mañana no lo harás - Avisé.

___'s POV.
Maldita sea, este tipo era el peor de todos, tenía ganas de molerlo a golpes pero estaba claro que jamás iba a poder.

- ¿Ella va a quedarse con nosotros? - Preguntó la chica mayor.
- Así es Daniela, ___ se quedará con nosotros - Respondió su mamá.

Claro que no le agradaba nada la idea, y honestamente a mí tampoco.

- ¿Cuánto tiempo estarás aquí ___? - Preguntó la pequeña.
- Ella es Darían - Dijo Yenny al seguramente ver mi confusión hacia ella.
- No tengo idea nenita - Respondí sincera.

Pero estaba segura de que su estúpido hermano me haría la vida imposible.
Resignada salí nuevamente de la casa, tenía que ir por mis maletas, y justo ahora me preguntaba ¿Por qué demonios debían ser tan pesadas?
Tras mucho tiempo lamentándome por fin pude entrar con mis maletas, claro, luego de tres viajes, y el estúpido de Christopher sentado burlándose de lo que yo hacía, como lo detesto.

(...)

La noche había llegado, la señora Yenny me había dado una almohada y dos cobijas para abrigarme durante la noche, solo que no traía ni una sola pijama entre el montón de ropa para salir, al menos traía mi maquillaje, pero tampoco zapatos cómodos, me tocaría quedarme en tacones.

- Vamos a cenar - Dijo la señora Yenny llamando a todos, quienes bajaron rápidamente y se sentaron a la mesa.

Ella me indicó en donde podía sentarme y sin más lo hice.
Yenny dejó un plato frente a mí con una especie de bolitas o esferas cafés, tomé la cuchara y observé mejor.

- ¿Qué es ésto? - Pregunté confundida.
- Son frijoles, si no te gustan es tu problema, no hay otra cosa - Dijo Christopher enojado.
- Solo tenía duda, no sabía que era - Dije mirándolo mal.
- ¿Cómo?, ¿En tu casa no preparan frijoles? ¿Qué te da de comer tu mami? - Preguntó Darían.

Oh no, ese tema no.

- Bueno, yo, en realidad mi mamá murió cuando yo tenía dos meses de nacida, la cocinera suele darme ensaladas, carnes, filetes, pero nunca había visto frijoles - Respondí.
- Basta de hablar, vamos a comer - Mencionó Christopher.

Ese tipo tenía algo fuerte en contra mía y me estaba colmando la paciencia, pero tenía hambre así que probé aquellos frijoles y realmente eran deliciosos.

|Al día siguiente|

Los gritos de Christopher se escuchaban por toda la casa, pero cuando vino directamente a mí para despertarme quería ahorcarlo.

- Despierta ya muñequita, no tenemos todo el día - Dijo.

Muñequita, como odiaba que me llamara así.
Decidí ignorarlo y me tapé nuevamente.

- Te lo advertí -.

Gracias al cielo él se fue pero no tardé mucho en escuchar las voces de todos en la cocina, no tenía de otra, debía levantarme.
Tomé mis cosas para poder ducharme y cambiarme y fui hasta la cocina.

- Buenos días, disculpen, ¿En dónde puedo ducharme? - Pregunté.
- Arriba, es la primer puerta que veas - Respondió seco.
- ¿Y cómo saco agua caliente? - Inquirí.
- ¿Agua caliente? - Dijo burlón - Si quieres agua caliente entonces vas a tener que encender la estufa y calentarla ahí, pero date prisa porque ya casi nos vamos -.

Maldito, como lo aborrezco.
Sin más fui hacia el baño y no tuve opción mas que bañarme con agua completamente fría, seguro iba enfermarme.

Christopher's POV.
Por fin esta chica aprendería algo de la vida.

- ¿Por qué le dijiste eso del agua? Debiste encender el calentador Christopher - Me regaño mi madre.
- La chica puede enfermarse hijito - Comentó mi abuelita.
- Iván me lo dejó muy claro, enséñale a valerse por sí misma, eso hago - Les dije.

Terminé de desayunar y salí al patio para poder terminar de alistar las cosas y subir las maletas de mis hermanas, ya casi era hora de irnos, estaba ansioso por dejarle ver a la muñequita que tiene que aprender a acatar órdenes.

|Regálame esta vida| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora