Capítulo 41

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|Dos meses después|

Suspiré cansada, me dolía demasiado la cabeza por todo el estrés de los últimos días, el cambio de dueño con las empresas de papá fue todo un lío, necesitaban mi firma en tantos documentos, todo los empresarios querían conocerme en persona y saber que propuestas de trabajo traía, afortunadamente había sido tan convincente que ya tenía propuestas de asociaciones con varias empresas fuera del país, claro que me sentía orgullosa y feliz de lo que estaba logrando a pesar de que por dentro me sentía vacía y rota.
Traía puesta a toda hora y en todo momento la cadenita que Chris me dió, todo el tiempo estaba presente en mis pensamientos, siempre me preguntaba lo que estaría haciendo y como está, lo extrañaba tanto, el primer día en mi casa, en mi habitación me sentí tan sola, miraba a mi alrededor y todo me parecía enorme y honestamente sin chiste, no podía sentir esa calidez que la casa de la familia Vélez me daba, no podía sentir los brazos y besos de Chris, rogaba porque las horas en la noche pasaran rápido para no sentirlas y no pensar en él, pero luego llegaba el día y todo era peor, miraba a la multitud de gente y solo deseaba ver su sonrisa, verlo solo a él, quería volver a esa tranquilidad en el campo, a esa sensación tan bonita que me provocaba estar con Chris y su familia, ahora cada comida del día la tenía que hacer sola o con esos empresarios aburridos, algunos que me miraban con la intención de conseguir algo más que una alianza conmigo, pero nadie, absolutamente nadie podría jamás sacarme del corazón a Christopher y ocupar su lugar, así que perdían su tiempo porque ni siquiera podía pensar en una relación amorosa con alguien más.

- ¿Cómo te fue hoy mi niña? - Me preguntó Helen una vez que me vió entrar a casa.

Si no fuera por ella me volvería loca, papá se había ido dos semanas de vacaciones.

- Como siempre Helen, estoy muy cansada - Dije.
- ¿Quieres qué te prepare algo de cenar? - Preguntó.
- No gracias, solo quiero dormir y no saber de nada más - Respondí.
- Desde que volviste comes tan poco y cada día te veo más apagada - Dijo preocupada - ¿En verdad te enamoraste mi niña? - Cuestionó.

Yo solté un suspiro.

- Es la primera vez, y honestamente creo que la última, que siento que en verdad me enamoré - Dije con total sinceridad - Chris me mostró otro lado de la vida que yo no conocía, me cuidó y me dio un amor tan profundo que estoy segura de que él también me ama -.

Y siempre que pienso en él lágrimas se acumulan en mis ojos, pero esta vez las dejaría salir.

- Y lo extraño con cada parte de mi ser, siento que alguien aplasta mi interior a su antojo, simplemente no puedo olvidarlo y seguramente jamás lo haré, ¿Cómo olvidas a alguien que siempre fue sincero contigo? Que jamás te vio como un medio de recursos económicos, que te enseñó, te escuchó y estuvo apoyándote tanto tiempo - Mencioné desesperada.
- Ay pequeña mía, no sabes como me duele verte así, estoy consciente de que es la primera vez que puedo creer que ese corazón se entregó de verdad a la persona correcta, nunca imaginé que algo así pasaría pero me alegra que haya sido con un muchacho tan bueno y trabajador como lo es Christopher, y escúchame bien -.

Helen paso sus dedos delicadamente por mis mejillas para secar mis lágrimas.

- Estoy segura de que si Christopher es el hombre indicado para ti van a encontrar una solución para volver a estar juntos, esa cabecita tuya es muy ingeniosa, y si estás tan herida por haberte alejado de él entonces sabrás que hacer, escucha a tu mente y a tu corazón, yo sé que ha dolido mucho todo este tiempo sin verse, pero a veces es necesario para darse cuenta de lo que realmente sienten, así que quita ya esa carita, pronto se te ocurrira algo - Aseguró.

|Días después|

- Me parece muy bien, en cuanto las máquinas expendedoras estén listas lanzamos el producto al mercado, estoy seguro de que será un éxito, tu estrategia de marketing es muy buena ___ - Dijo Esteban.
- Muchas gracias, confío en que todo saldrá bien, tal y como lo planeamos - Respondí con una sonrisa.
- Ya lo creo, ahora me encantaría saber si te gustaría salir conmigo a cenar - Mencionó.

Esteban no era un mal chico, tampoco era feo y me había dado la libertad de trabajar sin los impedimentos que algunos otros empresarios me pusieron por ser mujer, "probarme" no fue necesario para él porque ahora estaba viendo los resultados.
Su cabello rubio era muy lindo, sus ojos verdes iluminaban su mirar y su sonrisa adornaba perfectamente su rostro, pero aunque físicamente es muy guapo y no dudo que internamente también lo sea, mi mente solo podía traer la imagen de Christopher, su lindo cabello alborotado, sus hermosos ojos claros, sus labios carnosos y rosados, esa risa que te da mil años de vida, esas manos que no quieres que te suelten jamás, esa ternura que te hace sentir amada, ese coraje que te hace sentir protegida, nadie en este mundo podía ser más perfecto para mí que Christopher, él es el hombre más guapo en este universo y todos lo que existan, y una idea rondaba ya por mi mente que llevaría a cabo en cuanto mi papá vuelva de sus vacaciones.

- Esteban, agradezco mucho la manera en la que me has entregado tu confianza y la forma en la que me tratas, en verdad me agradas demasiado y claro que podría salir a cenar contigo, pero espero que tus intenciones, así como las mías, sean simplemente de amistad, debes saber que ya estoy enamorada de alguien más - Confesé.
- ¿Hay alguien en tu vida? ¿En serio? Es que bueno, no creí que estuvieras con alguien - Dijo.
- Es complicado por la distancia, pero ya se me ha ocurrido algo para poder estar juntos - Aseguré.
- Entiendo y agradezco que seas sincera conmigo, respeto mucho lo que sientes así que si como amigos es la forma en la que puedo tratarte acepto encantado -.

|Regálame esta vida| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora