Capítulo 32

858 55 7
                                    

- Greta te espero en mi remolque para que recibas tu pago y tu liquidación final - Dijo Christopher contundente llamando la atención de Greta y de su mamá, quienes impactadas lo miraron.
- ¿Qué? ¿Cómo que mi liquidación final? - Preguntó incrédula.
- No vas a lavarle el cerebro a mi mamá con tus mentiras, dime fecha y hora exacta en la que ___ mencionó todo eso - Exigió molesto - Al parecer puedes ver y escuchar cosas que nosotros no -.
- Yo, es que, bueno - Balbuceo.
- Te escuchamos Greta - Repitió Christopher.

Claro que ella ya no sabía ni que decir, todo lo que salía de su boca eran mentiras.

- No voy a permitir que pongas a todo el mundo en contra de ___ y mía, mi familia por suerte la conoce mejor de lo que imaginas y te aseguro que todos los demás han aprendido a hacerlo y espero que no sigan creyendo lo que cuentas, y para evitar más problemas dejas de trabajar con nosotros - Aseguró.
- Christopher tú no me puedes hacer ésto, no por ella - Dijo apuntandome.
- Te lo hiciste tú sola, te lo advertí cuando la golpeaste y no quisiste entender, así que ve por tus cosas, te espero en el remolque -.
- Christopher pero - Quiso decir Greta, pero Chris no la dejó.
- Es mi última palabra - Terminó por decir para comenzar a caminar hacia su remolque.

Greta me miró mal pero no le quedó de otra mas que seguir a Christopher.

- ¿Greta te golpeó? - Me preguntó Yenny sorprendida.
- Señora Yenny - Dije incomoda, no quería ser chismosa.
- ¿Lo hizo, ___? - Volvió a preguntar.
- Mm, bueno sí, pero Christopher habló con ella - Me apresure a decir.
- ¿Por qué no me lo habían dicho? - Cuestionó.
- Christopher no quiere preocuparla y yo no quiero darle más problemas, pero le juro que nada de lo que dijo Greta es verdad, yo jamás le he dicho algo como eso a su hijo, sería incapaz - Afirmé.
- Descuida ___, sé que no eres así, me sorprende mucho la actitud de Greta pero después de todo entiendo porque Christopher tomó esta decisión, pero te voy a pedir que la próxima vez que te ocurra algo me lo digas, tengo que cuidarte muy bien porque tu papá te espera de vuelta con bien -.
- Está bien señora Yenny, gracias por estar pendiente - Dije.

(...)

Nadie cuestionó la decisión de Christopher sobre Greta, ella misma había obtenido aquellas consecuencias por sus mentiras, y no me alegraba lo que había pasado, pero sentía menos presión ahora que no la vería.
Ya íbamos de camino a la última parada, la casa de la familia Vélez, allí iniciaría algo nuevo para mí, no estaría sin hacer nada, eso estaba claro, solo esperaba no cometer ningún error en ese hogar.

- ¿Normalmente cuánto tiempo estás en casa? - Le pregunté a Christopher mientras lo miraba de perfil.
- Casi un mes o un mes y medio, los animales necesitan descansar al igual que el resto de los trabajadores - Respondió.
- ¿Y tú no necesitas descansar? - Inquirí.
- Estoy acostumbrado a ésto, desde que era un niño trabajé con mi papá, él me enseñó todo lo que ahora sé, por lo tanto no puedo descansar como tal ya que la producción sigue en casa - Explicó.
- Me imagino - Mencioné - Oye, ¿Cómo es que mi familia y la tuya se conocen? La verdad es que no sé mucho de las amistades de mi padre y tampoco sabía que mi papá vivió en Misuri o que ustedes vivían en New York -.
- Bueno, te platicare lo que mi padre me contó y lo que yo viví con tu familia, ponte cómoda -.

Yo sonreí y le puse toda mi atención a Chris.

- Mi papá y el tuyo se conocieron desde muy pequeños, mi abuelo, el papá de mi papá trabajaba en la casa de tus abuelos paternos, a veces mi abuelo tenía que llevar a mi padre a su trabajo ya que su esposa tenía que limpiar casas, lavar ropa y coserla, a tus abuelos no les molestaba que mi papá estuviera ahí porque en lo que podía ayudaba, y poco a poco se fue haciendo amigo de tu padre hasta que incluso tus abuelos lo ayudaron con sus estudios -.

Chris parecía conocer muy bien la historia, ya podía darme cuenta de la poca comunicación que existía entre mi papá y yo.

- Su amistad creció muchísimo pues ya estudiaban juntos, vivían en New York y las cosas iban de maravilla, sin embargo para la universidad tu papá decidió irse a Inglaterra a estudiar, tus abuelos le ofrecieron la misma oportunidad a mi papá pero él tenía otros planes, estaba muy agradecido con tus abuelos pero prefirió quedarse con su familia, mi abuela había enfermado gravemente y aunque tu familia ayudaba a la mía no podían cargarles la mano, todo en New York es muy caro y no podían pagar los medicamentos y los hospitales, mis abuelos decidieron volver a Misuri, de dónde mi abuela era originaria, aquí pasaron los últimos años de su vida -.

Vaya, ni siquiera habría podido imaginarlo.

- Mi papá estaba desesperado por encontrar trabajo y fue cuando se adentró al mundo del circo, al principio inicio como payaso, fue cuando conoció a mi mamá, la mejor trapecista de la época, se enamoraron y de esa relación nací yo, conforme pasaban los años mi papá me enseñó lo que hacía y le tomé mucho cariño, hasta que al fin pudimos montar nuestro propio circo, y todo iba bastante bien, tu papá terminó su carrera y viajó hasta acá para visitar a mi padre y que pudieran contarse sus aventuras, ambos se habían casado, tú y yo ya existíamos pero jamás supimos del otro, tu papá acompañó al mío hasta su último aliento - Dijo triste.
- Lo siento mucho Chris -.

Él asintió.

- Tu papá nos apoyó hasta que yo terminé la preparatoria y me tuve que dedicar de lleno al circo para ayudar a mis hermanas con sus estudios, gracias a tu papá es que ellas estudian en línea -.
- ¿Por eso me estás ayudando ahora? - Pregunté intrigada.
- Por la amistad que hubo entre nuestros padres, por el apoyo que nos ha dado la familia Winston por tanto tiempo, y ahora porque la menor de aquella familia se ha robado mi corazón -.

|Regálame esta vida| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora