Capítulo 49

927 44 4
                                    

- ¿Cómo has estado? - Preguntó - Por acá te extrañamos demasiado - Mencionó.
- Definitivamente mis emociones parecen una montaña rusa, pero ahora puede decirte que estoy muy bien - Admití - ¿Y tú? - Pregunté - Yo también los extraño muchísimo - Dije.
- Me imagino angelito, yo estoy muy bien y feliz, ¿Christopher ya está contigo? - Inquirió.
- Sí Ian, ya está conmigo - Dije feliz.
- Me alegra escucharte tan feliz, ahora sé que asustarlo lo hizo entrar en razón - Comentó.
- ¿De qué hablas? - Pregunté confundida.
- Le dije que iría a buscarte para enamorarte, pero que si en algún momento él se arrepentía por dejarte ir no iba a permitir que te alejara de mi lado, estoy seguro de que creyó cada palabra que dije porque al fin se dió cuenta de lo mucho que te ama como para arriesgarse por su amor - Me hizo saber.
- Ian - Dije enternecida - Gracias por siempre preocuparte, a pesar de todo siempre fuiste leal a mí y no sabes cuánto agradezco haberte conocido, gracias de verdad por tanto que haces por mí - Me sincere.
- No puedo permitir que llores más o ver esa tristeza en tus ojos, sabes lo mucho que te quiero y los estaré esperando pronto para que vean como va todo -.
- Estoy segura de que harán un excelente trabajo, te quiero demasiado Ian, gracias por todo - Dije.
- Cuídate mucho y sé muy feliz, lo mereces de verdad -.
- Así como tú, te deseo toda la felicidad del mundo, cuídate mucho Ian, te mando un abrazo grande -.
- Yo también, hasta pronto angelito - Se despidió.
- Hasta pronto Ian -.

Colgué el teléfono con una sonrisa en el rostro.
Ian había hecho tanto sin esperar nada a cambio, ¿Qué más podía pedir? En Misuri encontré la verdadera felicidad, encontré personas que en verdad me aprecian y lo demuestran con acciones que no necesitan recompensa, mi vida era tan dichada que me sentía como en un sueño del que jamás quiero despertar.

(...)

- Y esta es tu habitación - Terminé por decirle a Dani.

Ya todos tenían sus habitaciones en la enorme casa que mi padre puso a mi nombre.

- ¿En serio esta es mi habitación? - Preguntó sorprendida - Es cómo tres veces más grande que mi habitación en Misuri -.
- Y es solo para ti, puedes decorarla como quieras - Mencioné.
- Gracias ___, es demasiado lindo todo -.
- Mañana conocerán su nueva escuela, cualquier cosa que suceda estoy aquí para apoyarlas, ¿De acuerdo? -.
- Haces demasiado por nosotros, muchas gracias de verdad - Dijo.
- Estoy feliz de tener una gran familia, todo es mutuo pequeña - Aseguré con una sonrisa.
- ¿Me prestas a mi muñeca barbie un segundo? - Preguntó Chris a Dani desde el marco de la puerta.
- Bueno, pero más tarde tendrás que dejar que venga conmigo - Advirtió Daniela.
- Ya veremos - Respondió Chris.

Yo reí y caminé con él hacia el jardín.

- Todo es perfecto ¿Sabes? - Dijo mientras me abrazaba por la espalda y dejaba besos en mi mejilla.
- Claro, ya estás conmigo - Mencioné.
- Pero aún hay algo importante que debo hacer para que todo sea más perfecto -.
- ¿Ah sí? ¿Y qué es? - Pregunté.

Chris me soltó y me hizo girar para poder mirarlo a los ojos.

- Oficialmente necesito saber si tú, hermosa mujer mía, ¿Quieres volver a ser mi novia? - Cuestionó.

Yo lo miré con una enorme sonrisa y maravillada con sus palabras.

- En ésta y todas las vidas te diría que sí mil veces, claro que quiero que ser tu novia mi amor - Acepte.

Chris sonrió y acortó la poca distancia que había entre nosotros besándome.

- Te extrañé demasiado mi amor - Dijo.
- Te juro que no imaginas cuánto te extrañé, siempre te tenía en la mente, además, jamás me quité la cadenita que me diste - Mencioné mostrando la cadenita que colgaba en mi cuello.
- ¿Olvidarme no estaba en tus planes? - Preguntó.
- Chris, aunque lo estuviera no podía, eres mi primer más grande amor y el último, no quiero amar a nadie más que no seas tú, llámame loca pero al cerrar los ojos lo único que podía sentir era tu aroma, tus caricias, tus besos, no había nada que se le comparara, olvidarte no puede estar en mis planes - Aseguré.
- Entonces ya somos dos locos, porque cerrar los ojos era lo único que me reconfortaba al tenerte siempre en mis pensamientos, siempre serás tú bonita - Dijo mientras acomodaba un mechón de cabello detrás de mi oreja.
- Loca de amor me vas a volver - Admití.
- Tenemos una vida entera para compartir esa locura, y yo no sé si tenga amor la eternidad pero allá, tal como aquí, voy a estar locamente enamorado de ti -.
- Bueno, dos locos destinados a estar siempre juntos, me siento como en un sueño del que no quiero despertar - Confesé.
- Es la realidad amor, ámame tanto como te sea posible porque yo te amaré así, no quiero que nada más impida ésto que sentimos, eres para mí y yo soy para ti -.
- El Christopher romántico me gusta más que el Christopher ogro - Dije divertida, él puso los ojos en blanco con gracia.
- ¿Y sabes que más me recuerda el Christopher ogro? - Comentó.
- ¿Qué más? - Lo miré curiosa.
- ¿Quién es Esteban? - Preguntó.

Oh, Esteban.

- Esteban es un empresario que hizo trato conmigo, me confesó sus sentimientos pero le aclare que ya había alguien en mi vida, nos hicimos buenos amigos y me ayudó a llevar con menos pesar el hecho de que estabas lejos, siempre supo que no podía corresponder a lo que él sentía así que olvida al Christopher ogro - Dije acariciando su mejilla - Estás aquí Chris, ya nada importa mas que eso, Esteban tal como Ian serán felices con alguien que pueda quererlos cómo ellos merecen porque son seres humanos excepcionales, y tú y yo mi amor, tú y yo seremos felices juntos porque somos seres humanos excepcionales que merecen amarse con tanta intensidad - Afirmé.

Chris besó repetidas veces mis labios.

- Bendita la hora en la que llegaste a mi vida, ¿Cómo puedo tener dudas de qué eres mía y solo mía? Te amo ___, solo quiero que me regales ésta y todas las vidas a tu lado -.

|Regálame esta vida| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora