Capítulo 20

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Christopher's POV.
___ ni siquiera se había atrevido a poner un pie en el remolque, avanzaban las manecillas del reloj y ella seguía afuera con los animales o tal vez con Ian.
Ya se había bañado cuando estuve al pendiente del show en la carpa, el baño estaba mojado y su ropa sucia donde siempre la deja, así que pretextos para volver temprano no tenía.
Realmente no sabía si en verdad quería verla y hablar con ella o dejar que las cosas siguieran su curso sin mencionar nada, lo único que tenía claro es que ya no podía verla con indiferencia y como una simple chica a la que tengo que tratar mal para enseñarle lo que es el trabajo duro, su rostro ya estaba tan clavado en mis pensamientos y ahora el sabor y la sensación de sus labios no podían alejarse, ¿Qué tan malo sería todo ésto? Seguramente demasiado malo puesto que el propósito de Iván no era enviar a su hija a enamorarme, pero ¿Cómo evitarlo? Físicamente es la chica más hermosa que mis ojos hayan visto, esos ojos claros tan profundos que tiene me vuelven loco cada que me miran, las pocas veces que lo han hecho, internamente no la conozco como debería pero la he escuchado hablar con Darían, con los animales y estoy seguro de que a ellos no puede mentirles, es todo lo contrario a lo que yo pensaba y eso me confunde demasiado porque creí que siendo arrogante, prepotente y déspota con las personas es que yo no podría ni siquiera fijarme en ella, pero al ser completamente distinta hace que en mi cabeza esté su rostro y su nombre, lleva algunos meses aquí y sigue poniendo mi mundo de cabeza, pero ahora ya no por su mal trabajo, sino por ser simplemente ella.
Recostado en mi cama me frotaba una y otra vez el rostro tratando de conciliar el sueño, no podía sacarla de mis pensamientos y eso me impedía quedarme dormido, me sentía frustrado pero no podía ir a buscarla y decirle lo que siento, ella seguramente se reirá de mí y no dudara en dejarme saber cuanto es que me odia.
Después de algunas horas más escuché como la puerta del remolque se abría lentamente, ___ ya estaba aquí.
Decidí fingir que estaba dormido, por ahora no quería otra discusión con ella.
Ví como se movía en la oscuridad hasta que por fin se recostó en su cama y se acomodó para dormir, tal vez ahora que ya estaba aquí yo podría dormir también.

(...)

Por la mañana tenía un fuerte dolor de cabeza, no entendía el motivo pero era un dolor insoportable.
Mis ojos fueron a la cama de ___ pero ella ya no estaba.
Con pesar salí de las sábanas e hice lo necesario hasta estar cambiado de ropa y salir del remolque.
No tenía ganas de absolutamente nada pero teníamos que viajar al siguiente lugar para el próximo show, me dolía tanto la cabeza pero tenía que aguantarme, de ninguna manera preocuparía a mi mamá.
Busqué a ___ por todas partes hasta que la encontré limpiando dentro de la carpa, estaba recogiendo las cosas y guardandolas, ésto era algo que a ella no le tocaba pero que sin duda agradecía mucho.
La observé por algunos minutos hasta que decidí acercarme, en algún momento teníamos que hablar, ella no me podría evadir todos los días.

- ¿Por qué llegaste tan tarde anoche? - Pregunté.

Ella pegó un brinco por el susto que seguramente le cause pero no dejó de hacer sus cosas.

- ¿Ahora también vas a vigilar lo que hago o dejo de hacer? ¿Por qué te empeñas en molestarme Christopher? - Preguntó frustrada, podía oírlo en su voz ya que su mirada estaba en otro lado.
- Tú y yo tenemos que hablar, te guste o no - Afirmé.
- No tenemos nada de que hablar, así que mejor te dejo para que hagas lo que tengas que hacer -.

Ella estaba por irse, sin embargo se quedó a mi lado cuando me tambalee y me sostuve de un tubo ya que mi cabeza comenzó a punzarme de una horrible manera.

- ¿Estás bien? - Jamás creí que podría escuchar preocupación hacia mí saliendo de ella.
- No lo sé - Dije sincero, me estaba mareando demasiado y el dolor no se iba.
- Christopher ¿Qué te pasa? -.
- Solo, me duele mucho la cabeza - Confesé.

¿Qué ganaba con mentirle? Ni siquiera podía mantenerme de pie si no fuera por el tubo del que estaba sostenido.

- Bien, vamos al remolque, después iré a buscar algo para tu dolor - Dijo.
- No le digas a mi mamá, no quiero preocuparla - Pedí.
- Está bien, no te preocupes, vamos -.

Como pudo ___ me ayudó a caminar hasta el remolque para poder recostarme de nuevo en mi cama.

- Relájate ¿Sí? Iré a buscar algunos medicamentos para que te los puedas tomar, no tardaré mucho - Mencionó.
- Tengo que recoger la carpa, debemos irnos de aquí - Le recordé.
- Lo sé, solo relajate, yo me encargo de eso - Aseguró.
- ___ -.
- Está bien Christopher, no te preocupes, lo haré lo mejor que pueda -.

No me quedó de otra mas que asentir mientras ella salía del remolque, cerré los ojos y traté de buscar tranquilidad en mi interior, si no me sentía bien entonces las cosas se pondrán feas.

(...)

Algunos minutos después ___ llegó con agua y varias cajas de medicamentos en las manos, ¿De dónde los había sacado? No tenía ni idea.

- ¿Cómo conseguiste todo eso? - Pregunté.
- En la plaza hay una farmacia, son medicamentos que te pueden vender sin receta, en casa Helen me enseñó a diferenciar algunos y aprender para que sirven, así que te sentirás mejor, estoy segura -.

Ella me ayudó a sentar en la cama y me dió el agua para después darme las pastillas que debía tomar.

- ¿Cuánto pagaste por ésto? - Inquirí.
- Descuida, eso no importa, toma la última -.

No me dejó seguir hablando puesto que prácticamente me metió la pastilla en la boca y me hizo beber agua, esta mujer iba a volverme más loco con sus acciones.

|Regálame esta vida| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora