Capítulo 16

877 51 6
                                    

- ¿En verdad crees que las personas pueden dar mucho en aspectos como el amor? - Pregunté curioso, ¿Realmente era tan inocente para creer que actualmente eso pasa?
- Claro que sí, yo por ejemplo, ¿Por qué amar a medias? ¿Por qué debe doler amar? Sé que a veces es necesario sentir dolor pero vamos, ¿Por qué no arriesgarse cuando se trata del amor? - Esta vez preguntó mirándome a los ojos - Quizá cuando tú te enamores puedas comprender lo que trato de decir, arriesgarse no va a estar en duda, ahora supongo que debo olvidar a Carlos y su horrible traición -.
- La verdad es que creí que tenías un Ken por novio - Dije para tratar de hacer que olvidara un poco el tema.

Ella me miró mal.

- ¿Piensas que mi vida en New York es perfecta en serio? - Me preguntó expectante.
- ¿Por qué no lo sería? Tienes todo lo que quieres a tu alcance, tu estabilidad económica es seguramente la mejor de la clase alta, sino funciona con un chico rápidamente puedes estar con otro - Dije sincero.

¿Qué clase de problemas podía padecer ella? Bonita, con buena educación, dinero por montones, ¿Qué más podía pedir?

- ¿Nunca te han dicho que no debes juzgar un libro por su portada? - Mencionó.

Su mirada sobre mí ahora sí que me hacía sentir confundido, ¿Qué se supone que quiere decir con eso?

- Para mi desgracia mi Ken resultó una simple copia del original, solo espero que llegue el próximo tan rápido como lo predices - Dijo encogiéndose de hombros.

Vaya, ahora sí que tenía la cabeza llena de pensamientos sobre esta chica, había algo más en ella que ni siquiera el propio Iván sabía, ¿Pero qué podía ser? ___ nunca me lo diría, podíamos estar hablando como personas civilizadas en este momento, sin embargo quiero suponer que ese tipo de temas se vuelven más personales y nosotros tenemos trabajo que hacer.

(...)

Durante el camino de regreso no dijimos nada más.
Cuando llegamos ella de inmediato se alejó de mí para comenzar con sus tareas, parecía que tenía mucha prisa, ni siquiera disimulaba a la hora de salir corriendo a un lugar donde yo no esté, me parecía muy bien que quisiera hacer sus deberes pero no a costa de evitarme, ¿Tanto me odiaba? Y no es que me importara, pero al menos quería disfrutar de su estadía aquí obligándola a soportarme todo el tiempo sin opción a esconderse, pero eso sería luego, ahora debía darle las telas a mi mamá y verificar que nada más hiciera falta en la carpa.

___'s POV.
Hablar con Christopher sin duda me confirmo que las apariencias engañan, ¿Yo tenerlo todo? Materialmente sí, pero a comparación de él que tiene el amor incondicional de su familia, básicamente me hacía quedar como tonta porque yo no tenía nada por parte de mi padre, y eso definitivamente me convertía en la mujer más pobre del mundo.
Tener lujos no era tenerlo todo y Christopher tal vez nunca lo comprendería porque para él solo soy una muñeca Barbie vacía, una simple muñeca que necesita de un Ken o un sapo que se convierta en príncipe, la realidad es que solo deseaba terminar con todo ésto, volver a casa y tener a mis padres a mi lado, pero quedaría como lo que es, un deseo y nada más.

- Hola mi querido Bill - Lo saludé cuando llegué a su jaula.

Aún no podía hacer mucho por él puesto que su jaula debía permanecer cerrada hasta que le toque dar su show, sin embargo le pasaba algunos premios por las rejas mientras lo veía levantarse en dos patas.

- A veces me propongo dejar de hablar conmigo misma al estar aquí, luego recuerdo que ninguna otra presencia me hace sentir libre de expresar lo que siento así como la tuya, y se me olvida - Dije sincera acercándome un poco más a su jaula.

A pesar de que Bill siempre estaba alerta, conmigo parecía ya no tener tanto repele, al menos eso esperaba, además de los cinco monos traviesos, Bill ya demostraba haberse acostumbrado a mí.

- Hola angelito -.

Llevé la mirada hacia Ian y de inmediato sonreí, sin duda me alegraba verlo.

- Hola Ian, ¿Ya terminaron los ensayos? - Pregunté.
- Así es mi angelito, debemos cambiarnos para que dentro de poco comience la función -.
- Ya veo, ¿Cómo te fue? -.
- Bien, por fin pude aprenderme la nueva rutina, ya no me veo como los monos revoltosos en el aire - Mencionó divertido.

Ambos reímos.

- Algún día me gustaría verte en serio, me provoca tanta curiosidad ver una función de circo - Confesé.
- ¿Por qué no le dices a Christopher que te deje asistir hoy al show? - Sugirió con entusiasmo.
- Dudo que acepte, aún me falta mucho por hacer y no creo que Christopher lo pase por alto, tal vez pueda ser en otra ocasión -.
- ¿No hay mucha confianza entre ustedes aún? Digo, duermes en su remolque - Comentó.

Después de ver el trato que Christopher me daba, a Ian se le quitaron las dudas de que él y yo podríamos estar haciendo otro tipo de cosas además de dormir.

- Tan solo nos limitamos a dormir, ni siquiera hablamos, claro que no existe confianza entre él y yo - Aclaré.
- En serio me gustaría que pudieras estar presente, ¿Crees qué ayudándote con tus deberes puedas asistir? - Inquirió.
- Christopher se vuelve loco si te ve haciendo lo que me toca, además, debes estar enfocado en tu rutina, no te preocupes por mí porque ya llegará esa oportunidad, estoy segura -.
- No entiendo como es que puedes ser tan comprensiva y alegre, pero sin duda alguna me contagias esa alegría y en serio te lo agradezco -.
- Ian, gracias por aquello, nadie me lo había dicho jamás, me gusta saber que algo lindo puedes tomar de mí - Dije sincera.
- En realidad no hay persona en este mundo que no quisiera ser como tú o al menos estar cerca de ti, eres increíble ___, eso no lo olvides nunca, yo me siento muy afortunado porque a pesar de todo estás aquí, conmigo y compartiendo momentos muy especiales que jamás olvidaré -.

Mi sonrisa no podía ser más grande, Ian en serio estaba haciendo mucho por mí con esas palabras.

|Regálame esta vida| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora