Capítulo 31

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Al fin íbamos de vuelta hacia la casa de la familia Vélez, el camino era mucho más largo pero con Christopher la verdad es que no se sentía.

- Haremos una parada antes de llegar a mi zona en Misuri - Informó Christopher.
- ¿En dónde se subieron los trabajadores? - Pregunté.
- Así es, ellos viven ahí - Explicó.
- Genial, ¿Crees qué Greta te diga algo o a mí? - Inquirí.
- Seguramente querrá hablar pero espero que le quede claro que se acabó lo que había entre nosotros y que no voy permitir que te trate como lo hizo -.
- Bueno, solo espero que esté más tranquila -.
- No te preocupes bonita, seguro es así -.

Chris tomó mi mano y besó el dorso después de acariciar mis nudillos.

- Aunque a mí solo me preocupa una cosa - Mencionó.
- ¿Cuál? - Pregunté confundida.
- Ian - Me dejó saber.
- ¿Qué hay de él? - Cuestione.

Tal vez podía sospechar que pasaba.

- Sé que va a querer abrazarte hasta cansarse y repetirte lo mucho que te quiere y que te va a extrañar, ¿Crees qué podré soportarlo? - Me miró por un breve instante.
- Mm, yo creo que tendrás que hacer un esfuerzo para no levantar sospechas, además, aunque Ian lo haga con otras intenciones las mías no son mas que de una amistad sincera y un cariño hacia él por lo bien que se portó conmigo el tiempo que lo conocí y que convivimos - Aseguré.
- ¿Entonces serás igual de eufórica con él? - Preguntó serio, bastante.
- Claro que no Chris, pero tampoco seré grosera con él, Ian no lo merece - Dije.
- Bien, supongo que tienes razón, pero por favor, trata de ser muy breve y poco cariñosa con él - Pidió.
- Descuida, no tienes nada de que preocuparte - Afirmé.

Rápidamente me acerque a él y besé su mejilla con delicadeza, es Christopher el chico que me gusta y por quién no tengo más dudas de demostrarlo.

- Vaya, que rico beso, aunque me habría gustado uno en los labios - Mencionó.
- Cuando dejes de conducir tal vez - Dije entre risas.
- Ansió llegar pronto muñeca -.

(...)

Al final habían sido necesarios dos días con sus noches para llegar al primer destino, que es donde se bajan todos los trabajadores, estaban felices de volver a reunirse con sus familias, habían sido muy amables conmigo cuando se despidieron, sin hacerme malas caras justo como lo hacía Greta desde lejos.

- Angelito, en verdad me fascinó mucho poder conocerte en este viaje y compartir contigo tanto tiempo, espero volver a verte porque la verdad te voy a extrañar mucho - Dijo Ian mientras tomaba mis manos entre las suyas.

Podía sentir la mirada penetrante de Christopher sobre nosotros, pero confiaba en que no haría nada tonto.

- Ian, fuiste la persona que hizo menos tediosa mi estancia en cada show, y aunque no he podido ver uno de tus actos en vivo, te aseguro que volveremos a vernos para hacer realidad mi sueño de ver una función de circo - Dije con una sonrisa - Cuídate mucho que te quiero ver entero la próxima vez, gracias por todo en verdad -.
- No hay nada que agradecer, más bien gracias a ti por enseñarme esa versión tan linda y sincera de ti, espero que tu estancia con los Vélez no sea tan dura por Christopher - Mencionó.

Yo reí ligeramente.

- Seguro me pondrá a trabajar como una loca, pero espero que no sea tan mandon como antes - Dije.
- Ojalá angelito, ojalá, en fin, mucha suerte, cuídate que te estaré extrañando mucho -.
- Yo a ti Ian -.

Ambos nos abrazamos y dejamos un beso de despedida en la mejilla del otro.

- Hasta el próximo viaje ___ -.
- Hasta el próximo, Ian -.

Él tomó sus maletas y comenzó a caminar hacia donde su familia ya lo esperaba con los brazos abiertos y llenos de felicidad porque finalmente había regresado a casa.
Honestamente no había podido evitar sentirme feliz por él pero completamente herida y destrozada por mí misma, la única que me recibía con verdadera emoción cada que regresaba de un viaje es Helen, siempre tenía algún detalle por darme y me recordaba lo mucho que me había extrañado durante mi ausencia, jamás dudaba en dejarme saber que pensaba en mí mientras yo no estaba, y mi padre, mi padre solo me preguntaba si volvería a viajar para darme más dinero, si no fuera por Helen y porque yo gastaba su dinero en tantas cosas, seguro se le olvida que tiene una hija que siempre lo ha necesitado presente en su vida.

- ¿Todo bien ___? - Me preguntó Christopher detrás de mí sacándome de mis pensamientos.

Ni siquiera me había dado cuenta de que me quedé viendo hacia donde Ian se fue con su familia.

- Sí Chris, todo bien, solo que ver a Ian con su familia me hizo recordar que extraño mucho a Helen, solo eso - Dije con una pequeña sonrisa mirándolo a los ojos.
- Ay bonita, pronto podrás volver a verla y a tu papá, tranquila -.
- Lo sé, y hasta entonces estaré guardando muchos besos y abrazos para ella - Mencioné.
- ¿Y para él? - Inquirió.
- También - Dije rápidamente tratando de evadir el tema.

Claro que no odiaba a mi padre, pero pensar en él en estos momentos me hacía recordar cuan ausente ha estado para mí y eso me lastima mucho.

- De acuerdo mi muñeca barbie, ya casi nos vamos - Avisó.
- Me parece bien, vamos a despedirnos de los demás -.

Christopher y yo caminamos en dirección a los trabajadores que aún no se iban, sin embargo nos quedamos quietos cuando vimos a Greta llorar con Yenny mientras mil mentiras salían de su boca.

- Usted sabe que mi amor por Christopher es real, pero él está hechizado porque ___ le ofrece mucho dinero y lujos que yo no le puedo dar, ella solo lo va a lastimar - Afirmó.
- Greta, ¿Tú cómo sabes eso? - Preguntó Yenny interesada.
- Porque yo escuché cuando ___ le decía que con ella Christopher lo tendría todo, que debía dejarme y hacerme a un lado para estar con ella e incluso irse a New York, pero cuando esten allá seguramente ella lo dejará y acabará con su felicidad - Seguía diciendo.

Ay por Dios, mis oídos no podían con lo que habían escuchado.

|Regálame esta vida| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora