Capítulo 15

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- Me gustaría volver pronto pero faltan una infinidad de meses, comienzo a creer que voy a quedarme aquí para siempre - Dije con pesar - No hay nadie en este lugar que se sienta feliz por verme, bueno, solo la pequeña Darían e Ian -.
- ¿Quién es Ian? - Preguntó.
- Es uno de los trapecistas del circo, nos hemos hecho buenos amigos y es muy amable conmigo - Le conté.
- ¿Ya tienes amigos por allá? Me alegro mucho mi niña, pero ¿Por qué piensas que a nadie más le pone feliz verte? -.
- Nadie me quiere ni me habla como tú lo haces, y la verdad es que a veces deseo irme de aquí pero otras veces quedarme, me hacen falta tus tratos, pero creo que los de mi padre no, volver a New York sería como estar aquí, sola, sé que tú estás conmigo pero ay, es tan difícil - Dejé salir un suspiro.
- Ay mi corazón, lamento tanto no poder ir por ti y cuidarte para que ya nada te lastime, pero sé que te estás esforzando por demostrar que eres muy valiente e inteligente, todos los días pienso en ti y te mando mi amor desde acá, necesito que te cuides mucho porque me preocupa lo que pueda pasarte, ¿Estás comiendo bien? - Inquirió.
- Sí Helen, muy bien - Mentí.

No podía decirle la verdad ahora.

- Espero que me estés diciendo la verdad corazón, ¿Quieres hablar con tu padre? -.
- No Helen, así está bien - Dije.
- ¿Estás molesta con él? -.
- No quiero interrumpir su trabajo, además, no tengo mucho que decirle, es mejor así, solo quería decirte que te extraño y que espero que estés bien -.
- Mi pequeña ___, pronto podré abrazarte de nuevo, lo prometo mi niña, cuídate mucho corazón mío, te quiero, no lo olvides bomboncito -.
- También te quiero, adiós Helen -.

Con todo el pesar del mundo corté la llamada, había llegado el momento de volver a la realidad.

Christopher's POV.
Observé como ___ colgaba el teléfono, se quedó con la cabeza baja algunos minutos para después recobrar su postura y girar para mirarme, fingía estar bien, la realidad es que estaba afectada por esa llamada, su sonrisa era más débil que antes y supongo que podía entenderla, extraña a su familia.

- Listo, creo que ya podemos irnos si no hay nada más que hacer aquí - Mencionó.
- En realidad si hay algo más, ven, sígueme -.

Ella me miró confundida pero no hizo mas que seguirme, tenía pensado ayudar un poco a sus emociones.

- ¿Qué voy a darles joven? - Preguntó el señor que atendía el carrito de helados.
- Yo quiero uno de vainilla, ¿Tú ___? - La miré.
- Es que, yo, bueno, no traigo más dinero - Dijo con una expresión de decepción en el rostro.
- ¿Te gusta el chocolate? - Pregunté.

Ella asintió.

- Entonces uno de vainilla y otro de chocolate - Dije.

El señor de inmediato se puso a servir los helados para después entregarnoslos.

- Gracias - Dijimos.

___ y yo comenzamos a caminar alejándonos del señor.

- Muchas gracias Christopher, por el helado y por haberme dejado venir contigo - Mencionó llamando mi atención.
- Está bien, fuiste de mucha utilidad para elegir la tela, estoy seguro de que mi mamá quedará satisfecha -.
- Ojalá, yo creo que son muy lindas, además, ella sabrá cómo hacerlas lucir aún más -.
- Ya lo creo, ¿Puedo hacerte una pregunta? - Inquirí.
- Claro - Aceptó.

Tenía mucha curiosidad por saber que había entre Ian y ella, cada vez se hacían más cercanos.

- ¿Tienes algo con Ian? - Solté.

Ella me miró sorprendida, claro que no esperaba esa pregunta.

- Mm, si te refieres a una relación más allá de la amistad pues no, y si lo preguntas porque eso podría afectar su trabajo, puedes estar seguro de que jamás me atrevería a perjudicarlo -.
- ¿Entonces sí te gusta? - Cuestione.

Debería cerrar la boca.

- Mm, pues, la verdad nunca me había puesto a pensar en él de esa forma, así que no creo que pueda responder aquello con certeza - Dijo.
- Entiendo, pero ¿Crees qué podría llegar a gustarte? - Insistí.

Maldita sea, ¿Desde cuándo yo era tan curioso?

- Creo ciertamente que es un chico guapo y muy amable conmigo, tal vez podría gustarme, no lo sé, ahora mismo no creo estar bien emocionalmente para una relación -.
- ¿Puedo saber por qué? -.

Ella me miró dudosa unos segundos pero al final decidió hablar.

- Mi ex novio tenía una relación, con la que se supone era mi mejor amiga, al mismo tiempo que la tenía conmigo, me enteré cuando iba a regalarle un departamento -.
- ¿Ibas a regalarle un departamento? - Pregunté sorprendido.
- Sí, y ya sé lo que dirás y piensas de mí, al final se lo di a mi padre y terminé con Carlos, pero vaya que duele - Confesó.
- ¿Estabas enamorada? -.
- Supongo que sí - Dijo encogiéndose de hombros.
- Vaya ___, sí que está complicado tu caso - Admití.
- Al menos estar aquí me evita llorar por él o tener que verlo en la ciudad, ahora mismo podría estar bebiendo como tonta en algún bar -.
- Creo que el hecho de que estés aquí entonces es algo bueno, el alcohol mata neuronas, ¿No lo sabes? -.
- Pero también penas, aunque me alegra no tener que sumergirme en él por culpa de Carlos -.
- ¿Tanto daño te hizo? - Pregunté.
- ¿Nunca te has enamorado? - Preguntó de repente.
- Pues, no lo sé, tal vez sí - Confesé.
- ¿De Greta? Es muy bonita, ¿Llevan mucho tiempo juntos? -.

Vaya, así que este era el momento de preguntas.

- Bueno, oficialmente no somos novios pero vaya que me gustaría, aunque no sé si realmente llamarme enamorado, nunca me había detenido a pensar en eso - Mencioné.
- Estar enamorado implica ver con una mirada especial a esa persona, sentir que tu lugar seguro es a su lado sin llegar a depender emocionalmente de esa persona, entregar tu amor sin límites - Dijo mientras su mirada se mantenía sobre el helado, sus palabras tenían profundidad y eso no podía negarse - Pero creo que yo lo entregué de más, tal vez por eso me siento tan herida por Carlos, esperar mucho de la gente no siempre resulta como uno espera -.

|Regálame esta vida| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora