|Regálame esta vida| Christopher Vélez

Capítulo 9

Él se quedó callado mirando a los monos y después a su alrededor, ¿Ahora qué? ¿Más insultos?

- Limpiaste todo - Dijo bajito.
- Mm, me tomé el atrevimiento de vestir a los monos, creí que podrían verse más lindos con esos trajes que encontré - Dije un tanto nerviosa.

Esperaba que no volviera a dejarme ver que nadie me necesita en su vida ni siquiera cerca.

- De hecho a eso venía, pero que bueno que te adelantaste, deben presentarse justamente con los distintos trajes en cada función - Dijo.

Yo solo asentí.

- Bueno, ya comieron, están limpios y su jaula también, así que me voy -.

No esperé más tiempo y casi salí huyendo de ahí, las personas que parecían los domadores de los animales más grandes y feroces ya los habían sacado de las jaulas, así que me tocaba entrar a mí.

- No lo arruines ___ - Dije para mí misma comenzando a caminar hacia donde estaban las jaulas.

No podía evitar mi cara de asco al ver el excremento y demás en cada una de las jaulas, trataba de contener el aire para poder limpiar rápido, dejar la comida de cada animal, que gracias al cielo estaba bien identificada con etiquetas, y abandonar cada jaula.
Haciendo lo imposible para no tocar demás algo que no quería me apresure a sacar todo, al menos tenía guantes en las manos.

- Ay no, que asco - Dije echando todo a bolsas negras - Estos animales son muy lindos por fuera, pero realmente las cosas que hacen son espantosas -.

Al fin había terminado, estaba mareada por aguantar mucho tiempo la respiración, al final había encontrado algún tipo de aromatizante que decía en la etiqueta no tóxico para animales, éste se llevó el olor horrible de los desechos en las jaulas.
Estaba demás decir que había hecho mucho esfuerzo sin una fuente de energía, me moría de hambre.

- Vaya, lo hiciste - Christopher apareció detrás de mí llamando mi atención, yo solo me quedé callada - ___, en serio lamento lo que dije hace rato -.

Algo estaba pasando en mí que no tenía ganas de responderle, y cuando al fin lo haría me quedó claro porque me había quedado sin palabras.
Corrí detrás de las jaulas y sin más me incliné para poder vomitar, claro que eran más arcadas y agua lo que salía de mi cuerpo, no había nada más dentro de mi estómago.

- ¿Estás bien? - Preguntó una vez que pude retomar mi postura.
- Sí, solo fue muy asqueroso limpiar todo eso, como sabes no estoy acostumbrada - Respondí.
- Creo que ya hiciste suficiente por hoy, así que ve a darte un baño y después te veo en el remolque de mi mamá - Mencionó.

Asentí y caminé hacia el remolque, en verdad necesitaba una ducha, tenía un olor asqueroso por lo que había hecho.

- Ay no, mis zapatos - Dije con pesar viendo lo horriblemente sucios que ya estaban - Mis hermosos zapatos -.

Cuando entré al remolque tomé unas toallas y lo pensé dos veces antes de tomar otro de mis lindos vestidos, ¿Qué podía perder Christopher si tomo una de sus playeras para estar más cómoda? Sin pensarlo mucho me acerque al lugar donde guarda su ropa y tomé una de sus camisetas, se veía bastante grande así que estaría bien.
Sin más me adentre al baño y me duché otra vez con agua sumamente fría, pero ahora la verdad solo me importaba una cosa, dejar de oler a excremento de animal.
Cuando por fin pude terminar y mi rostro tenía una mejor apariencia, salí del baño con la playera de Christopher puesta, mis zapatos y mi vestido ya estaban limpios gracias a que decidí lavarlos como pude, no podía dejar mi ropa oliendo tan mal.
Busqué entre mis maletas mi cepillo de dientes y uno para el cabello y me miré en el espejo para terminar de arreglarme, ya no tenía ganas de maquillarme y por lo que pude escuchar entre tanto ruido en la carpa, el show ya había terminado, vaya, ni siquiera había tenido oportunidad de saber que es un circo.
Tomé otro par de tacones y me los puse para poder salir del remolque de Christopher y caminar hacia el de Yenny.
Toqué la puerta y Yenny me abrió invitandome a pasar.

- ¿Qué haces con mi playera? Te dije que no te acercaras a mi cama - Dijo enojado.

Lo sabía, ese arrepentimiento y disculpas de su parte era falso.

- No creí que fueras a morirte por una simple playera - Dije simple.
- Pero -.
- ___ tiene razón Chris, ya vamos a cenar - Le dijo su mamá.

Por fin comida.
Cuando la señora Yenny dejó un plato de frijoles frente a mí, no esperé más tiempo y comencé a comer como una desesperada, en serio moría de hambre, sentía que en cualquier momento iba a desmayarme.

- Uy, tranquila ___, al plato no le saldrán pies - Dijo Daniela llamando mi atención.
- Daniela - Dijo Yenny a manera de regaño.

De inmediato un recuerdo horrible vino a mi mente.

Flashback.

- ___, deja de comer, ya estás muy gorda -.
- Gaby tengo hambre - Dije mirándola apenada.
- Sí, pero entiendelo, eres gorda y debes hacer algunos sacrificios para dejar de serlo, seguramente la comida tiene ganas de huir de tu vista cada que tienes la intención de comerla, yo que tú iba al baño y vomitaba, esa manzana que acabas de comerte te inflara como pelota -.

Fin flashback.

Solté la cuchara y alejé el plato de mí, Daniela tenía razón, al plato no le saldrían pies pero si eso fuera posible, claro que le saldrían.
Que asco, había comido demasiado, seguramente me pondría tan gorda que le daría asco a todos verme.

- Eh, ya no tengo hambre, gracias, bon appétit - Dije poniéndome de pie.

Tomé el plato y lo llevé afuera para poder tirar las sobras en un bote que estaba cerca lleno de desechos de alimentos, seguramente lo utilizaban para algo, de otro modo no estaría ahí.
Lavé el plato en donde estaba la zona destinada para eso y lo dejé junto a los demás, ahora me sentía tan culpable por la forma y cantidad de comida que ingerí.