Capítulo 48

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|Una semana después|

___'s POV.
Se acercaban unos días difíciles para mí, la empresa cerraría algunos tratos y eso definitivamente requería de un largo proceso, el doble para mí porque algunas personas seguían dudando de lo que yo podía ser capaz, tenía que agradecerle mucho a Esteban porque definitivamente me había ayudado a demostrar que cuando prometo algo lo cumplo y a la perfección, ya no me ponían tantas trabas como al inicio pero vaya que me lo hacían complicado.

- ¿Cómo va todo por aquí cariño? - Preguntó mi papá una vez que entró a mi oficina y se acercó a dejar un beso en mi frente.
- Todo bien papá, estoy terminando con algunos detalles de los planes que voy a presentarle a los Hamilton, casi están listos - Le informe.
- Estoy seguro de que tendrás mucho éxito, esa es mi pequeña -.
- Gracias papá - Dije con una sonrisa.
- Te veo mejor a comparación de la actitud que tenías cuando volviste de Misuri - Mencionó de repente haciendo que mi sonrisa se desvaneciera un poco.
- Esteban ha estado muy cerca, creo que no es secreto para nadie que está enamorado de mí pero no puedo corresponderle - Dije.
- ¿Sigues amando a Christopher? - Cuestionó.
- Con cada parte de mi ser - Dije sincera - Esteban me ayuda a que el proceso de tratar de olvidarlo sea menos difícil, pero admito que siempre tengo presente su recuerdo, nunca creí que podría llegar a enamorarme con tal magnitud y en verdad me duele demasiado la distancia que nos impide estar juntos, trato de darle la mejor cara a lo que pasa pero nada cambia lo que siento por Chris -.

Mi papá me miraba enternecido, jamás había hablado con él acerca de un novio o algún pretendiente como ahora, podía expresar mi amor por un único hombre, Christopher.

- Ay mi niña, no puedo verte triste más tiempo, eres la luz de mis ojos y mi mayor placer es verte sonreír y disfrutando de la vida - Dijo comenzado a caminar hacia la puerta.
- ¿Ya te vas? - Pregunté confundida.
- Esta puerta es muy grande, ¿No lo crees? -.
- ¿Cómo? - Inquirí.

Ahora sí que estaba perdida, ¿Qué le pasa a mi padre?

- Fácilmente podrían entrar cinco personas al mismo tiempo - Comentó.
- Mm, jamás lo había pensado, supongo que tienes razón, pero ¿A qué se debe el comentario? - Cuestione.
- ¿Te imaginas a cinco personas entrando en este momento? -.
- Papá, ¿Qué pasa contigo? - Lo miré extrañada.
- ¿Qué dices si abrimos la puerta? -.
- Papi, ¿Te sientes bien? -.

Vaya, ahora sí que ya me estaba preocupando demasiado.

- ¿Lista? - Preguntó.
- ¿Para qué? - Lo miré curiosa.
- Para que esa bella carita vuelva a tener esa luz que se quedó en Misuri -.

Abrí los ojos sorprendida, pero antes de poder preguntar algo más mi papá abrió la puerta y entonces miles de emociones invadieron mi cuerpo entero, mis ojos comenzaron a cristalizarse porque realmente no podía creer lo que estaba viendo.

- Prométeme que es verdad - Dije mirando con súplica a mi papá.
- Ven a comprobarlo por ti misma mi niña - Respondió.

Sin perder más tiempo me levanté de la silla y caminé rápidamente hacia la enorme puerta hasta quedar de frente a él y a escasos centímetros de su cuerpo.

- Eres tú - Salió de mi boca.

Levanté una mano y la llevé hacia su rostro para tocarlo con delicadeza y ternura.

- Soy yo amor mío - Confirmó.

Chris tomó mi mano y la jaló de manera que me acercó a su cuerpo y cortó la poca distancia que nos separaba, de tal manera que sus brazos envolvieron mi cuerpo.

- Nunca más volveremos a separarnos - Dijo.

Me aleje un poco de él para ver su rostro.

- ¿Cómo? - Pregunté sorprendida.
- Estoy aquí por ti y jamás me iré, nunca dejaré que te vayas de mi lado porque estoy seguro de que amarte es mi destino y lo mejor que pudo pasarme en la vida, tu boca lleva sabor a mí, mi boca lleva sabor a ti, podrían pasar mil años y nunca podría dejar de amarte, nada tiene sentido si no estás, si no puedo amarte como tanto mereces, te amo ___, y ese será mi mayor placer por el resto de mi vida -.
- Ay amor - Dije con una sonrisa, pero dejando salir esas lágrimas de felicidad que estaba reteniendo.

Entonces no lo pensé más tiempo y uní sus labios con los míos en un beso que me hacía saber que Christophe no se iría nunca más de mi lado.

- Te amo Chris, te amo y no sabes cuánto agradezco que estés aquí, gracias de verdad - Mencioné.
- Eres la mujer de mi vida, te amo tanto mi bonita -.
- Te amo infinitamente más -.

(...)

Chris y su familia me habían contado lo que había pasado estas últimas semanas, el proceso que tuvieron que pasar para aceptar la propuesta que les hice y continuar recordando con mucho amor al señor Leonardo.
Al final los acompañaría a dejar en libertad a los hermosos animales que se volvieron parte de la familia, el resto de los trabajadores ya sabía lo que tenían que hacer y cómo, ahora estaba en sus manos aunque Christopher no dejaba de ser el dueño y de vez en cuando iríamos a ver cómo iban las cosas en Misuri.
Mi alma se sentía en paz, mi corazón estaba completo y nada podía contener la felicidad que sentía en este momento, Christopher me convirtió en la mujer más feliz del mundo y jamás podré pagar tanto.
Mientras mi papá hablaba con Yenny y Christopher el teléfono de la oficina sonó, solté la mano de Chris y rápidamente atendí.

- Señorita ___, tiene una llamada entrante desde Misuri - Avisó Julieta, mi asistente.
- ¿Desde Misuri? ¿Quién es? - Pregunté.
- Mencionó que su nombre es Ian -.
- ¿En serio? Pásame la llamada por favor - Dije.
- Enseguida -.

¿Ian me estaba llamando? Vaya.

- Hola pequeño angelito - Dijo una vez que Julieta me pasó la llamada.
- Hola Ian - Respondí con una sonrisa.

Al ser la oficina tan grande nadie podía escuchar lo que ahora decía, estaban pendientes de lo que comentaban.

|Regálame esta vida| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora