Amigos Góticos Parte 2

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Los miraba sin respirar siquiera, no sabía que querían, pero pese a que todos eran jóvenes bellos me causaban temor

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Los miraba sin respirar siquiera, no sabía que querían, pero pese a que todos eran jóvenes bellos me causaban temor. Era la forma de mirar, la intensidad mejor dicho y esas ropas tan raras.

La primera en acercarse fue una joven de pelo largo y blanco. Ojos muy claros igual que su piel, y sobresalía más por su ropa negra llena de símbolos extraños y su boca pintada de un rojo profundo.

—¿Qué haces sola por aquí? —me pregunta curiosa

—Me escapé del instituto, me voy a tomar unas vacaciones —dije casi murmurando

Los tres se rieron. Al parecer no tenían malas intenciones.

—Me llamo Melinda — se presentó y luego apuntó a sus dos amigos raros — ella es Charlotte y él es Gunther.

Charlotte se veía igual de blanca que ella y mismo estilo de maquillaje, pero su pelo era de un rojo intenso además de largo. Y también su ropa tenía símbolos que no sabía que significaban.

El chico me miraba serio, de cabello negro y semi largo, piel blanca, aunque no tanto como ellas, pero lo vistoso de él eran sus ojos de un verde brillante y mirada muy intensa, tanto que no podía mirarlo directamente por mucho tiempo. Y estaba todo vestido de negro.

—Hola, soy Zara —les respondí.

—¿Te molesta si te acompañamos? —dijo Melinda

—Claro que no, las horas pasarán más rápido si converso un poco. —les respondí. En realidad, me sentía tan mal, que necesitaba charlar con alguien para distraer el dolor de mi corazón.

Todos se sentaron alrededor mío y comenzaron a hacerme preguntas. No entendía porque les daba curiosidad saber acerca de mí. Ya que según los alumnos del instituto era la persona más aburrida del mundo, y hasta comía sola en el comedor.

—Y porque no quieres ir al instituto Zara; ¿Cuéntanos que pasó? — pregunta Melinda

—Cometí una estupidez muy grande, mi humillación fue multitudinaria —dije con pena

—Pero ¿qué hiciste? —insistió Melinda

—Le declaré públicamente mi amor a un chico que me rechazó, y se burló de mi frente a todos. — le respondí, total a esa altura con las redes sociales, seguramente ya toda la ciudad lo sabía, que mas daba tres chicos más.

—Entiendo. —dijo Melinda

—Si quieres podemos convertirlo en cerdo. —dijo seria Charlotte

Yo me reí por la ocurrencia, pero ella parecía que hablaba en serio. Entonces dejé de reír.

—Y ustedes donde estudian, no los he visto en el instituto. —pregunté

—Vamos a otro que es diferente, aprendemos cosas más valiosas. —dijo Melinda

Eternamente rechazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora