Zara es públicamente humillada al declararle su amor al chico de sus sueños. No tiene amigos y tampoco padres. Sus tíos la criaron por obligación y sin amor. Ha sido rechazada toda su vida y cuando ya no puede con su pena, decide ocultarse en un par...
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Al día siguiente Cristian y su padre solicitaron hablar en reunión con el aquelarre.
El líder no tuvo más opción que recibirlos para mantener las cosas en paz.
En la sala estaban los dos lobos, el líder, yo y los otros tres líderes de los aquelarres amigos.
—Bien, ¿pueden decirnos cual es el motivo de su visita? — dijo el líder.
—Primero pido disculpas a Zara, el comportamiento de mi hijo me avergüenza sobre manera. Aunque hubieses sido solo humana no lo crié para comportarse así. —dijo el padre de Cristian
—Entiendo, que bueno que eso ya quedó en el olvido y podemos coexistir en paz —respondí
—Si, pero existe todavía un hecho pendiente Zara. Tú eres la pareja destinada para mi hijo, el próximo alfa de la manada y siento que esta confusión que también fue propiciada por tu padre, no le dio la oportunidad a mi hijo para que lo conozcas mejor. Tu padre más que ayudarte te puso en riesgo, si hubiésemos sabido que eras parte de nuestra manada te hubiésemos protegido. Cristian te agredió porque un híbrido es una gran amenaza para nosotros. — dijo el padre de Cristian
—Mi padre me mantuvo en el anonimato porque mi madre, una alfa de su manada se fue con un hechicero y este alfa que estaba destinado a ser su pareja los mato a ambos. — le respondí — Y sinceramente no deseo pertenecer a una manada que ataca a sus hembras, los causantes de que quedara huérfana. No me importan sus leyes, la unión no puede ser forzada tengo derecho a elegir y mi madre también lo tenía. — concluí
—Tienes razón, pero en algo te equivocas. El macho alfa que seguía a tu madre no quiso realmente hacerle daño. Se lanzó contra tu padre en una pelea y ella se interpuso para defenderlo, la muerte de tu madre fue un terrible accidente. De hecho, ese lobo se quitó la vida tras su error. — dijo el padre de Cristian
—De todas formas, el accidente se produjo porque la decisión de mi madre no fue respetada. En los aquelarres las mujeres somos libres. Y amo mi libertad. No la cambiaré por nada. Lo siento por su hijo. —respondí
—Aleister, tú sabes que un hechicero de tu aquelarre fue el que sedujo a la madre de Zara y nosotros tras esta tremenda humillación aun así pactamos la paz con ustedes. Si yo dejé atrás el dolor de ver muerto a mi hermano, el que era la pareja destinada de tu madre Zara, ¿no pueden hacer un esfuerzo ustedes por dejar de lado el comportamiento imprudente de mi hijo? Propongo un pequeño cortejo para que Zara tenga la oportunidad de ver la verdadera personalidad de mi hijo, si tras ello no acepta quedamos en paz de nuevo. ¿Qué les parece? — dijo el padre de Cristian.
Como el líder no aceptaba de inmediato ni yo tampoco agregó.
—A menos que la historia se haya repetido y sea nuevamente un hechicero el que robó el corazón de Zara. Porque sabes que no soportaré la pérdida de otro ser querido Aleister. Sobre todo, si es mi único hijo. — dijo el padre — ¿Cuál es el motivo real de tu rechazo Zara?
