Al otro día cuando llegaron mis amigos a buscarme les comenté acerca de mi sueño.
Y de cómo me observaba Cristian.
Me dijeron que ese día aprendería el manejo básico de los elementos, y de cómo crear un campo de energía, para poner una barrera entre la bestia y yo.
— ¿Zara qué sabes acerca de tus verdaderos padres? — preguntó Melinda
— La verdad mis tíos nunca me han dicho nada, no sé por qué rehúyen en el tema. — respondí
— ¿Tienes, aunque sea alguna foto de ellos?
— No.
— ¿A qué se dedicaban?, ¿dónde nacieron...?
— Nada. Mis tíos siempre me han tratado como un bicho raro, aunque vivo por años con ellos me siento como una extraña. Ni siquiera tengo la confianza suficiente, para exigirles que me digan más acerca de mis verdaderos padres. — dije con tristeza.
— Además de tu esencia de bruja pude detectar otras cosas en ti Zara. — dijo Melinda
— ¿Qué cosas? — la miré curiosa
— Hay un hechizo muy poderoso, que oculta una parte de ti. — respondió Melinda
Luego se quedó en silencio un largo rato como si le costara contarme la verdad.
— Es posible que uno de tus padres sea brujo o bruja, y el otro perteneciente a una manada de los hombres lobos.
— ¿Cómo? — pregunté espantada — ¿acaso eso es posible? ¿Qué uno de mis padres fue un monstruo?
— Si es posible, en ese caso no serías completamente bruja, sino más bien una híbrida. — dijo Gunther
Yo no daba crédito a estas revelaciones, cómo era posible que uno de mis padres fuera una bestia feroz. La sola idea me causaba rechazo.
— Quizás ese sea el motivo por el cual te observan con curiosidad. — dijo Charlotte
— Pero yo vi sus ojos amenazantes. — les indiqué
— Puede que estés mal interpretando sus expresiones. — dijo Charlotte
— Si de hecho el otro día en el bosque no sentí que realmente quisiera atacarnos. Más bien te observaba con curiosidad. — dijo Gunther
—El despertar tus habilidades de hechicera también han removido tu otra parte, que quizás está siendo detectada por los miembros de la manada. —dijo Gunther
—¿Es posible revertir esto? —pregunté preocupada
—Aunque pudiéramos no serviría de nada, al cumplir tu mayoría de edad el hechizo ya no tiene efecto y de todas formas queda al descubierto esa parte de tu ser. —Dijo Melinda
—¿Quieren decir que cuando cumpla mi mayoría de edad seré una de esas bestias también? No, no puede ser, no quiero, ¡tienen que ayudarme! —dije alarmada
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Eternamente rechazada
LobisomemZara es públicamente humillada al declararle su amor al chico de sus sueños. No tiene amigos y tampoco padres. Sus tíos la criaron por obligación y sin amor. Ha sido rechazada toda su vida y cuando ya no puede con su pena, decide ocultarse en un par...