La Semana Victoriosa Parte 43

5.5K 492 12
                                    

Nos reunimos de nuevo en la casa con todos los líderes y mis amigos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nos reunimos de nuevo en la casa con todos los líderes y mis amigos.

Mientras yo entrenaba ellos vigilaban a los inquisidores.

—No hemos podido ver más integrantes del grupo de la santa inquisición, debemos suponer que por el tiempo que ha pasado no vendrán más a su zona de torturas. — dijo el líder de escocia

—Planificamos para el quinto día llegar por sorpresa y ya que son solo cinco nos será fácil terminar con ellos. Ya solicitamos autorización al concejo. Será rápido y limpio, con el hechizo prohibido cada uno tiene destinado a su inquisidor para darle muerte. —dijo la líder de Bretaña

—Solo Zara debe quedarse aquí durante el ataque, el consejo no quiere que su presencia pueda delatarnos. No estamos seguros todavía como la detectaron debido a que aquí estaba inactiva de sus dos partes tanto hechicera como licántropa. Por eso mejor asegurarnos. —dijo el líder de Escocia

Me sentía más tranquila que solo fueran cinco y que en manos de los expertos con ese hechizo tan poderoso los acabarían rápido.

Estaba sentada en el sillón y Aleister de pronto se sienta a mi lado.

—¿Cómo va el entrenamiento? — pregunta

—Muy bien, Fenrir es muy buen maestro. Sus enseñanzas me serán muy útiles. —le respondí

—¿Cómo es la cabaña dónde están? — preguntó

—Es bien rústica, pero para los propósitos del entrenamiento esta más que bien. — respondí

—¿Y qué te está enseñando?

—A usar mi fuerza licántropa, sentirme más cómoda con mi loba. — respondí

—Entonces entrenar tu lado licántropo. ¿Solo eso? — volvió a preguntar

—¿A qué te refieres con solo eso? — lo miré

—No sé te noto algo distinta, no puedo precisar que es. — respondió

—Será que está despertando el otro lado que estaba dormido. — dije

Y se quedó un rato largo a mi lado sin decir nada. Solo me daba cuenta que de a ratos me miraba de reojo. Pero lo notaba inquieto.

—¿Qué pasa Aleister? ¿Tienes algo que decirme? — le pregunté

—No. —me dijo

Luego fuimos a la mesa para cenar, casi me pongo a comer con las manos por la falta de costumbre de usar cubiertos. Y nos miramos con Fenrir, nos reímos complicemente al darnos cuenta de mi falta de civilidad.

Aleister de nuevo se sentó a mi lado. Lo volví a notar raro. Pero luego lo ignoré y me puse a conversar con mis amigos.

—¿Y qué más han hecho además de espiar a esos locos? — pregunté

Eternamente rechazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora