Zara es públicamente humillada al declararle su amor al chico de sus sueños. No tiene amigos y tampoco padres. Sus tíos la criaron por obligación y sin amor. Ha sido rechazada toda su vida y cuando ya no puede con su pena, decide ocultarse en un par...
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Todos los días Cristian llegaba con algún tipo de regalo, que yo fingía recibir con agrado.
El líder tenía razón, cuanto más me mostraba amable con él menos trampas hacia y lo veía seguro de que estaba convenciéndome.
El cuarto día le mostramos el baile que pensábamos hacer para recibir la llegada del sol. Mis amigas y otras chicas me acompañaban todas con nuestros vestidos blancos y hermosos.
—Si quieres puedes ir ese día Cristian, será un ritual muy hermoso. —le dije
—¿De verdad puedo ir?, ¿no les molesta que un lobo participe? —dijo Cristian
—Estamos tratando de que nuestros pueblos se lleven mejor, sería lindo que fueras. — dije sonriendo
—¿Te gustaría que asistiera? —preguntó coqueto
—Si — le dije y bajé la mirada como avergonzada.
Él se encantó con la idea y se sentía cada vez más aceptado.
—Vamos a practicar ese baile, después nos comentas que te pareció. — le dije
Y se apagaron las luces del salón. Y todas comenzamos a bailar con la coreografía que celebraba la tan importante salida del sol. El cual reemplazamos por una lampara especial que alumbraba poco a poco la coreografía, dejando entrever nuestras siluetas a través de los delgados vestidos.
Vi como los ojos de Cristian brillaban en la oscuridad escrutando cada parte de mi cuerpo. Y a pesar de que ensayamos varias veces él con tal de ver mis curvas no opuso ninguna objeción a que nuestro tiempo de cortejo se acortara.
Al otro día me puse un lindo vestido rojo para distraerlo.
—Te vez tan sexy Zara, nunca te había visto así. — dijo Cristian sorprendido
—Es que es un día especial. — le dije
— ¿Y por qué?
—Quiero mostrarte un truco muy bello y que tiene mucho significado. —le dije y le hice señas para que me siguiera al jardín.
El me siguió y nos sentamos en un lugar más apartado donde tenía un poco de tierra libre y una semilla.
—Como sabrás yo soy una bruja que está ligada a la naturaleza, y el crecimiento de todo lo que vive como animales y plantas para nosotros tiene un significado especial. Se que comenzamos a conocernos muy mal, pero lo que más deseo es que exista la paz y la armonía entre nosotros. Pondré esta semilla en este recipiente y ante nuestros ojos con nuestra energía vital crecerá y te la obsequiaré para que recuerdes siempre este momento. — le dije y el miraba atento
Puse la semilla dentro del recipiente, y este entre nosotros. Entonces tome ambas manos de él, aunque esto me era por demás difícil. Y comenzamos lentamente a ver como crecía la pequeña planta. Y Cristian con el contacto de mis manos y ver con sus ojos como crecía esa pequeña vida quedó en completo silencio entregado a ese simple hechizo.
